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Bélgica sorprende con un mensaje a sus jóvenes: ¿Qué significa para Europa?

Bélgica sorprende con un mensaje a sus jóvenes: ¿Qué significa para Europa? Bélgica sorprende con un mensaje a sus jóvenes: ¿Qué significa para Europa? ¡Atenció...






Bélgica sorprende con un mensaje a sus jóvenes: ¿Qué significa para Europa?

Bélgica sorprende con un mensaje a sus jóvenes: ¿Qué significa para Europa?

¡Atención, gente de Vinyl Station Radio! Preparaos porque hay una noticia que está haciendo bastante ruido en el corazón de Europa. Bélgica, ese país conocido por sus chocolates, sus gofres y sus patatas fritas, ha lanzado un mensaje que ha dejado a muchos con la boca abierta. El gobierno belga ha enviado cerca de 150.000 cartas a jóvenes de 17 años, invitándolos a considerar un año de servicio militar voluntario. Y ojito, que la oferta incluye un salario nada despreciable de 2.000 euros netos mensuales. ¿Un incentivo jugoso o una señal de alarma?

La movida ha revelado un detalle bastante curioso: muchos belgas han descubierto que el servicio militar, lejos de haber sido eliminado, solo estaba «suspendido» desde 1994. Treinta años después, el recordatorio ha llegado con un tono que roza lo insólito para la sociedad actual. Este movimiento ha sido interpretado por algunos como una clara señal de que el panorama geopolítico europeo podría estar cambiando, y no precisamente para bien.

El mensaje que nadie esperaba: entre la sorpresa y la extrañeza

Imagina que estás a punto de cumplir 18, soñando con tus planes de futuro, y de repente, ¡zas!, recibes una carta del Ministerio de Defensa. Esa es la realidad que han vivido casi 150.000 jóvenes belgas. La misiva, sin rodeos, les felicita por su próximo cumpleaños y les presenta una «oportunidad única»: un año de servicio militar voluntario.

Un mensaje trilingüe, pero ¿amigable?

Como era de esperar en un país con tres lenguas oficiales, las cartas se enviaron en neerlandés, francés y alemán. Sin embargo, la afabilidad del multilingüismo parece ser la única concesión. En las redes sociales, la reacción de los jóvenes no se ha hecho esperar. Muchos se han quejado del tono «exageradamente seco» de la carta, y algunos incluso han bromeado diciendo que, si fuera una oferta de trabajo convencional, «respondería muy poca gente», a pesar de los atractivos 2.000 euros al mes.

Esta primera oleada de cartas busca recabar interés, con una previsión de obtener unas 3.500 respuestas positivas. De entre estos, solo 500 serán seleccionados para iniciar su formación a partir de septiembre de 2026. El proceso incluye:

  • Diez semanas de entrenamiento básico.
  • Un adiestramiento especializado de entre una y tres semanas, según el rol asignado.

El objetivo final del gobierno belga es ambicioso: reunir alrededor de 7.000 efectivos una vez que el programa esté a pleno rendimiento.

Bélgica, de «moroso moroso» a defensor activo: ¿Qué está pasando en Europa?

Bélgica, a pesar de ser la sede de la OTAN y del comando supremo aliado, ha sido históricamente señalada como uno de los países más reacios a invertir en defensa. Pero parece que los tiempos están cambiando y el ministro de Defensa no se ha cortado un pelo al afirmar que ha llegado el momento de «reconstruir nuestra defensa», poniendo fin a lo que él mismo ha calificado como un «periodo de vergüenza nacional», donde Bélgica actuó como el «mayor oportunista de toda la alianza». ¡Ahí es nada!

El fantasma de la «mili» obligatoria vuelve a recorrer Europa

La guerra en Ucrania ha sido un verdadero catalizador para resucitar debates que creíamos superados. Muchos países de la Unión Europea habían abolido o suspendido el servicio militar obligatorio a finales del siglo pasado, disfrutando de la sensación de paz tras la caída de la Unión Soviética. Ahora, con Rusia nuevamente en el tablero como una amenaza palpable, varios han optado por reinstaurarlo. Ejemplos como Suecia y Letonia ya lo han hecho, mientras que Estonia o Lituania nunca lo quitaron. Otros, como Austria, Grecia y Croacia, lo mantuvieron. Incluso Alemania, una potencia europea, está en pleno debate sobre la posibilidad de recuperarlo. Bélgica, con esta iniciativa voluntaria, se suma a esta tendencia de reafirmar su capacidad defensiva.

Las voces críticas y el futuro de la juventud belga

Por supuesto, una decisión de este calado no ha estado exenta de polémica. En un país con una tasa de paro juvenil que ronda el 13,8%, la oferta de 2.000 euros mensuales puede ser un salvavidas para muchos. Sin embargo, no todos lo ven con buenos ojos.

Preocupación por la precariedad económica

Organizaciones como ‘Service for Peace’, una plataforma que agrupa a varias asociaciones juveniles, sindicatos y partidos de izquierda, han puesto el grito en el cielo. Alertan sobre la posibilidad de que el gobierno aproveche la vulnerabilidad económica de los jóvenes, haciendo que «la promesa de un salario elevado» haga más aceptable un «mensaje militarista». Han anunciado que organizarán charlas en los barrios para que los jóvenes reflexionen bien antes de aceptar esta oferta.

Un detalle importante es que el proyecto de ley original incluso fue censurado por el Consejo de Estado al considerar que otorgaba al Ejército acceso a demasiados datos personales de los jóvenes. Finalmente, se reformó para garantizar que solo se suministraran nombre, apellidos, fecha de nacimiento y dirección, con la promesa de que esta información sería borrada una vez enviadas las cartas. La privacidad es un tema delicado, incluso en estos casos.

Un rearme a gran escala: Bélgica se lo toma en serio

Aunque la primera edición del programa aspira a reclutar solo a medio millar de jóvenes, los planes del gobierno belga son mucho más ambiciosos. Prevén aumentar las plazas a mil en 2027 y llegar a los 7.000 efectivos cuando el programa alcance su velocidad de crucero. Considerando que las Fuerzas Armadas belgas cuentan actualmente con unos 35.000 profesionales, un aumento de 7.000 voluntarios representaría un incremento del 20% en sus efectivos. ¡Una cifra nada desdeñable!

Pero esto es solo la punta del iceberg. El Ministerio de Defensa ha anunciado planes para casi duplicar sus efectivos para 2035. Además de los 500 voluntarios anuales, se ofrecerán 4.800 puestos para soldados profesionales o funcionarios civiles. De hecho, Bélgica ya ha enviado sus aviones F-16 a Ucrania, reemplazándolos con los modernos F-35 estadounidenses, y está planeando construir una tercera fragata en estrecha colaboración con los Países Bajos. Está claro que el país va muy en serio con su estrategia de defensa.

Así que, mientras los jóvenes belgas deciden si se enfundan el uniforme o no, el resto de Europa observa con atención. ¿Es esta una solución inteligente para reforzar la seguridad en el continente, o un preocupante paso hacia la normalización del militarismo? El tiempo y la respuesta de esos 17 años que están a punto de cumplir 18 nos lo dirán.

Fuente original de la información: ABC – Enrique Serbeto

Créditos de la imagen: ignacio gil

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