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Costa de Marfil al límite: un presidente, una votación y una gran pregunta

Costa de Marfil al límite: un presidente, una votación y una gran pregunta Costa de Marfil al límite: un presidente, una votación y una gran pregunta ¡Prepárens...






Costa de Marfil al límite: un presidente, una votación y una gran pregunta

Costa de Marfil al límite: un presidente, una votación y una gran pregunta

¡Prepárense, amantes de la política y el drama! Este sábado, Costa de Marfil se convierte en el epicentro de una votación presidencial que tiene a todo el mundo expectante. Miles de ciudadanos irán a las urnas en un ambiente cargado de incertidumbre y una tensión palpable. El protagonista de esta historia es Alassane Ouattara, de 83 años, quien ha sido presidente desde 2011 y ahora busca un cuarto mandato.

Si la historia se repite, Ouattara seguiría los pasos de otros líderes africanos que han extendido su permanencia en el poder, como Paul Biya en Camerún o Paul Kagame en Ruanda. Pero, ¿quién es realmente Alassane Ouattara y por qué su figura genera tanto debate?

Un Gigante de la Economía, una Figura Controversial

La trayectoria de Ouattara: entre las finanzas y la política

Nacido en Dimbokro en 1942, Alassane Ouattara es un economista y político marfileño con una trayectoria impresionante en el ámbito internacional. Su paso por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO) le otorgó una experticia en economía y finanzas que pocos pueden igualar.

Su carrera política en Costa de Marfil despegó como Primer Ministro entre 1990 y 1993, período en el que implementó **reformas económicas y políticas cruciales** para estabilizar el país. Casado con Dominique Nouvian Folloroux y padre de cuatro hijos, su vida personal es tan interesante como su carrera pública, pero es su faceta política la que ahora está bajo el microscopio. Ouattara, a pesar de sus logros, es una figura que divide opiniones, con muchos críticos cuestionando su compromiso con la democracia y la legitimidad de sus mandatos.

El tablero electoral: ausencias notables y candidatos inesperados

El Consejo Constitucional de Costa de Marfil dio a conocer hace meses la lista de candidatos, y las sorpresas no se hicieron esperar. Nombres de peso como el expresidente Laurent Gbagbo y Tidjane Thiam, líder del Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI), fueron excluidos. Esta decisión ha levantado una polvareda de acusaciones, pues muchos ven en ello una estrategia bien definida para apartar a los principales oponentes de Ouattara.

Las razones oficiales para estas exclusiones son, supuestamente, la no inscripción en el censo electoral, un requisito indispensable para competir. En el caso de Gbagbo, su exclusión se remonta a 2020 debido a una condena judicial, mientras que Thiam alega que sus «problemas administrativos» son un intento descarado de sacarlo de la carrera. Incluso Pascal Affi N’Guessan, del Frente Popular Marfileño (FPI), y un habitual en las presidenciales, vio su candidatura rechazada por no cumplir con el número de apoyos necesarios, sumándose a otros 55 candidatos que no pasaron el filtro.

Los Retadores: ¿Quién se atreve a enfrentar a Ouattara?

Con el panorama electoral despejado de algunos de sus rivales más fuertes, Ouattara, representando a la Agrupación de Houphouetistas por la Democracia y la Paz (RHDP), se enfrentará a un grupo de candidatos diversos:

  • Simone Ehivet: Exesposa del emblemático Laurent Gbagbo, una figura con su propio peso político.
  • Henrietta Lagou: Exministra que ya compitió en 2015, ahora bajo la bandera de la Agrupación de Socios Políticos para la Paz (GP-PAIX).
  • Jean-Louis Billon: Exministro de Comercio y candidato por la coalición Congreso Democrático.
  • Ahoua Don Mello: Quien, en un movimiento audaz, renunció a la dirección del Partido de los Pueblos Africanos de Costa de Marfil (PPA-CI) de Gbagbo para lanzarse a la presidencia sin el respaldo oficial de su partido.

Ouattara ha enfatizado su deseo de que estas elecciones se desarrollen «en paz y serenidad». Su argumento para buscar un nuevo mandato se basa en la reforma constitucional de 2016, que, según su interpretación, reinició el conteo de mandatos. Esta justificación ha sido, como era de esperar, ampliamente criticada por la oposición, quienes lo ven como un intento de perpetuarse en el poder.

Recordemos que en 2020, Ouattara ganó un tercer mandato con más del 94% de los votos, en unas elecciones marcadas por el boicot de la oposición. Costa de Marfil arrastra un historial de tensiones políticas, especialmente desde la guerra civil de 2010, un conflicto que estalló después de que Gbagbo se negara a aceptar su derrota frente a Ouattara. Gbagbo, absuelto por el Tribunal Penal Internacional de cargos por crímenes de lesa humanidad, regresó al país en 2021, lo que añadió otra capa de complejidad al panorama político.

La Economía: El As bajo la Manga de Ouattara

Un país en crecimiento, pero con riesgos subyacentes

Según Jesús Romero, periodista y analista del continente africano, el punto más fuerte de Ouattara es, sin duda, la economía. “Costa de Marfil es un país en crecimiento, con un fuerte programa de infraestructuras y una estabilidad que destaca en un entorno como el Sahel”, explica. Esta estabilidad, junto con una alianza no oficial con Francia, ha transformado a Costa de Marfil en un destino atractivo para inversores internacionales, lo que, a su vez, ha legitimado a un Ouattara que ha ido consolidando un poder cada vez más autoritario.

En el ámbito electoral, la oposición se enfrenta a un escenario complicado. La **exclusión de figuras clave como Laurent Gbagbo y Tidjane Thiam**, sumada a la profunda división entre los demás candidatos, ha debilitado enormemente cualquier intento de una candidatura unificada. A pesar de las negociaciones que se han dado desde marzo para presentar un frente común, las diferencias y rivalidades internas han impedido que estas iniciativas prosperen.

Romero concluye que, dadas las circunstancias, la reelección de Ouattara parece ser el desenlace más probable. Sin embargo, advierte que la violencia es un factor a considerar seriamente. «La historia costamarfileña está marcada por votaciones seguidas de violencia», y las manifestaciones han escalado en los últimos días de campaña, a pesar de las prohibiciones expresas del Consejo de Seguridad. La gran pregunta que flota en el aire es si, esta vez, la nación podrá navegar este proceso electoral sin caer en los conflictos del pasado.

Fuente original de la información: ABC –

Créditos de la imagen: AFP

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