El aliado secreto de Marruecos que cambió todo
El aliado secreto de Marruecos que cambió todo
¡Atención, melómanos y amantes de la cultura pop! En Vinyl Station Radio no solo vibramos con la música, también nos encanta desenmarañar los hilos del panorama internacional que, queramos o no, tienen un impacto en nuestro mundo. Hoy, nos sumergimos en una historia que suena a un hit diplomático, donde un antiguo aliado ha jugado un papel estelar detrás de las bambalinas, cambiando las reglas del juego para Marruecos.
Recientemente, el Consejo de Seguridad de la ONU dio un paso decisivo: renovó la misión de la Minurso y, lo que es más importante, respaldó la propuesta de soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Esta resolución, impulsada por Estados Unidos, no es un evento aislado; es la culminación de un giro diplomático que se gestó bajo el mandato de Donald Trump y que sigue resonando con fuerza en la actualidad. Imagínense el impacto: once votos a favor, tres abstenciones y una notable ausencia, la de Argelia. Una jugada maestra que redefine el tablero geopolítico de la región.
Un Vínculo Histórico que Trasciende el Tiempo
Para entender este presente, hay que viajar al pasado. La relación entre Marruecos y Estados Unidos no es cosa de ayer; es una historia que se ha tejido a lo largo de siglos. José Antonio Gurpegui, desde su cátedra en Estudios Norteamericanos y su dirección en el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, nos ilumina sobre esta alianza milenaria. “El sultanato de Marruecos, allá por el siglo XVIII, fue el primero en reconocer la independencia de Estados Unidos frente a Gran Bretaña”. ¡Así como lo escuchan! Una conexión que se remonta a los orígenes mismos de la nación americana, sentando las bases de una relación que ha sido, desde entonces, extraordinariamente sólida.
Gurpegui enfatiza cómo esta cooperación ha sido una constante, marcando momentos clave en la historia reciente y en los acuerdos de defensa. La influencia estadounidense, según él, ha sido un factor determinante en circunstancias críticas. Por ejemplo, en 1975, la famosa Marcha Verde sobre el Sáhara, que está a punto de cumplir su 50 aniversario, no hubiera sido posible sin el visto bueno de Estados Unidos. O, por recordar un evento más cercano y muy mediático, el episodio de la isla Perejil, donde la falta de apoyo de Washington precipitó la retirada marroquí del peñón. Es evidente que, en la balanza de poder entre España y Marruecos, el factor estadounidense siempre ha sido un peso pesado.
Trump: El Catalizador de una Nueva Era
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, esta ya de por sí fuerte sintonía entre Marruecos y Estados Unidos escaló a un nivel completamente nuevo. El momento cumbre llegó en diciembre de 2020, justo un mes antes de que Trump dejara la Casa Blanca. Con un tuit, su sello personal para los grandes anuncios, el entonces presidente declaraba que el plan de autonomía bajo soberanía marroquí para el Sáhara Occidental, presentado por Marruecos ante la ONU en 2007, era “la única base para una solución justa y duradera”. Y para redondear su argumento, el mensaje recordaba: “Marruecos reconoció a Estados Unidos en 1777. Es, por tanto, apropiado que nosotros reconozcamos su soberanía sobre el Sáhara Occidental”.
Este gesto de Trump no fue producto de la casualidad; formaba parte de una estrategia mucho más amplia. Buscaba el apoyo a Israel dentro del marco de los Acuerdos de Abraham de 2020, pactos que establecían el reconocimiento de Israel y el establecimiento de relaciones diplomáticas por parte de Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos. A cambio, estos países recibirían beneficios por parte de Estados Unidos. Un intercambio de piezas en el ajedrez internacional que ha tenido consecuencias duraderas.
El catedrático Gurpegui también subraya la continuidad de la diplomacia marroquí como un factor crucial. A diferencia de las fluctuaciones en la política exterior de los países democráticos, Marruecos, al ser un país con una estructura más centralizada, mantiene a los mismos hombres clave en su Ministerio de Exteriores, incluso a través de diferentes administraciones estadounidenses. Esta estabilidad les otorga una “capacidad de movimiento mucho mayor” y les permite proyectar una política exterior “muy astuta”, en contraste con otras naciones cuya estrategia puede ser más “errática”.
Alianza que Impulsa: Economía y Defensa
Pero la relación Rabat-Washington va más allá de la diplomacia. Se ha fortalecido de manera considerable en los terrenos económico y militar. El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países ha sido un verdadero motor para Marruecos, impulsando su economía y transformando su fuerza laboral, como bien analizó el Atlantic Council. Es una alianza que beneficia a ambas partes, generando crecimiento y oportunidades.
En el ámbito militar, la influencia de Trump también dejó su huella. En 2018, Marruecos cerró importantes contratos de armamento con empresas estadounidenses, adquiriendo, entre otros, carros de combate M1A1 Abrams y tecnología militar de vanguardia. Esta modernización del ejército marroquí ha generado inquietud en la región, ante la posibilidad de que sus capacidades tecnológicas superen a las de países vecinos. Es un movimiento estratégico que consolida la posición de Marruecos como un actor relevante en la seguridad de la zona.
Repercusiones Regionales: El Efecto Dominó en España
El respaldo incondicional de Washington no solo afianza la postura de Marruecos frente al Frente Polisario y Argelia, sino que también le otorga un peso significativo en sus relaciones con Europa, especialmente con España. Para España, el panorama se vuelve más complejo, danzando entre el reconocimiento del plan de autonomía marroquí y una cautela diplomática necesaria frente a sus vecinos del Magreb.
En este escenario de intereses encontrados, la posibilidad de que un Marruecos más envalentonado pueda resurgir con sus reclamaciones sobre Ceuta y Melilla no es una idea descabellada, según el análisis de Gurpegui. Por otro lado, Laurence Thieux, experta en Relaciones Internacionales, señala que el aumento de la rivalidad entre Marruecos y Argelia podría perjudicar directamente a España, especialmente en lo que respecta al suministro de gas argelino. La incertidumbre sobre el próximo movimiento marroquí mantiene en vilo a muchos actores internacionales.
A pesar de estas incertidumbres y las posibles tensiones que puedan surgir, lo que es innegable es que la dinámica actual refuerza la posición estratégica de Marruecos en su relación con Estados Unidos. Una historia compartida, intereses estratégicos alineados y una visión común han cimentado esta alianza. Con los recientes movimientos en la ONU, Rabat se sitúa una vez más en el epicentro de la atención política internacional, un verdadero aliado secreto que ha sabido capitalizar su historia y sus oportunidades en el gran escenario global. ¿Listos para ver qué nuevo capítulo nos depara esta fascinante intriga diplomática?
Fuente original de la información: ABC – Alexia Columba Jerez
Créditos de la imagen: AFP