El apagón que cambió el discurso de Vox de la noche a la mañana

Un apagón inesperado sacude la rueda de prensa de Vox
Este lunes, un apagón eléctrico repentino ha sorpendido a la sede de Vox en la calle Bambú, durante la rueda de prensa llevada a cabo por su portavoz nacional, José Antonio Fúster. Iniciando su comparecencia habitual ante los medios, se vio interrumpido súbitamente por la oscuridad que cubrió la sala. En un principio, la situación generó sorpresa y hasta algunas bromas entre los presentes, pero rápidamente el ambiente se tornó más tenso a medida que se comunicaba la extensión del corte del suministro eléctrico en toda la península Ibérica.
Reacciones a la crisis eléctrica
A medida que avanzaban las horas tras el apagón, el ánimo dentro de las filas de Vox pasó del asombro a la reivindicación política. La situación fue utilizada como un arma para reforzar su discurso sobre el «fanatismo climático» y la agenda progresista que, según ellos, afectaría negativamente a la sociedad. Uno de los dirigentes de la formación se atrevió a expresar una irónica pregunta: “A ver si ahora os funciona el dinero electrónico”, mostrando así la frustración que muchos sentían.
- Jorge Buxadé, el jefe de la delegación de Vox en Europa, comentó sobre esta crisis eléctrica, acusando a quienes negan el colapso del sistema de «llevarnos a la pobreza total».
- Durante su intervención, hizo referencia a la demolición de centrales nucleares y la clausura de las mismas, vinculando estas decisiones con el actual escenario de crisis.
La ira de algunos representantes fue evidente. “Esperando saber si le echan la culpa a la extrema derecha, al cambio climático o al Plan de Desarrollo de Franco”, añadió Buxadé, dejando claro que la controversia en la esfera política no se reduciría a un simple apagón.
Un debate encendido en redes sociales
No solo en la sede se escucharon voces disidentes. A través de las redes sociales, otros diputados de Vox también lanzaron sus críticas. José María Figaredo, secretario general de Vox en el Congreso, lanzó un cuestionamiento inquietante, “¿Ahora que ya hemos vivido el apagón, que dicen esos políticos y medios que aseguraban que el sistema eléctrico de España no peligraba?”
Figaredo se unió al coro de voces que polémicamente argumentaron que existía un fanatismo climático que les hacía negar la realidad. No solo eso, sino que el apagón se convirtió en un catalizador para discutir más a fondo el futuro energético de España y la dirigida transición hacia energías renovables, que para algunos es vista como un desafío considerable.
La perspectiva de Vox sobre la energía
La postura de Vox ha sido siempre crítica hacia las políticas energéticas actuales, abogando por una revaluación de la política energética del país. En medio del alivio inicial por el regreso de la electricidad, las directrices del partido sugieren que están más decididos que nunca en su búsqueda por un modelo que priorice la autosuficiencia energética y la seguridad de abastecimiento. A medida que la discusión pública se intensifica, sigue quedando en el aire la pregunta de cómo este episodio afectará su estrategia política en el futuro.
El apagón ha dejado un eco claro de una sociedad dividida, donde los ideológicos se enfrentan y los hechos se convierten en armas en este complejo juego político. Vox, como muchos otros partidos, está navegando en un clima de desconfianza y desacuerdo sobre lo que el futuro energético debería representar para España.
El incidente ha brindado una oportunidad inesperada para que Vox solidifique su posición y visibilice sus críticas a las políticas actuales, mientras que la conversación pública sobre los desafíos energéticos sigue ganando relevancia.
A medida que avanza este debate, será interesante observar cómo un apagón puede influir no solo en el discurso de un partido, sino también en cómo los ciudadanos perciben la fragilidad del sistema eléctrico español y sus implicaciones para el futuro de la política energética.
Fuente original de la información: ABC – Pilar de la Cuesta
Créditos de la imagen: Efe