El escándalo oculto en TVE que podría costar millones y cambiarlo todo

Un escándalo en la cúpula de TVE que podría cambiarlo todo
En un giro inesperado de los acontecimientos, la reciente contratación del programa ‘La familia de la tele’ ha puesto en entredicho la integridad de la dirección de Televisión Española (TVE). Sergio Calderón, quien ocupó la dirección de contenidos de la productora Fabricantes Studio hasta diciembre de 2024, saltó a la esfera pública como nuevo director de TVE solo tres meses después. Sin embargo, su presencia en la presidencia del comité de compras que aprobó la contratación de este polémico programa ha levantado alarmas, evidenciando una posible violación del código ético del ente público.
Un resurgimiento de dudas éticas
El acta de la reunión del pasado 4 de marzo, a la que se ha tenido acceso, revela que Calderón propuso la contratación de un programa que, según muchos, se posicionará como el nuevo ‘Sálvame’. Esta nueva apuesta, que comenzará a emitirse en La1 a partir del 22 de abril, ha sido producida por su antigua empresa, ahora llamada La Osa Producciones. Esto ha suscitado una serie de interrogantes sobre la integridad del proceso de selección y los posibles conflictos de interés que podrían estar en juego.
El peso económico del escándalo
La contratación de ‘La familia de la tele’ representa una de las inversiones más grandes de la nueva temporada de TVE, ya que el coste del programa supera los cinco millones de euros. Este desembolso considerable tiene implicaciones no solo para las arcas del ente público, sino también para la salud financiera de La Osa, lo que plantea preguntas sobre las motivaciones detrás de la elección de este contenido y la transparencia del proyecto.
¿Conflicto de intereses a la vista?
El Código Ético de RTVE es bastante claro en su apartado 5.2, donde se establece que los empleados deben abstenerse de involucrarse en decisiones donde puedan tener un interés personal. El caso de Calderón es un ejemplo clásico de conflicto de interés, dado que estuvo vinculado a La Osa durante casi seis meses. Fuentes legales indican que, al ser parte interesada, Calderón debería haberse abstenido de participar en la votación sobre este contrato. La laxitud en este aspecto del código genera preocupación sobre la cultura de responsabilidad y ética profesional dentro de la televisión pública.
Procedimientos y posibles repercusiones
El Código Ético menciona que en situaciones de duda, los empleados deben consultar a través del Canal Ético de RTVE para garantizar la correcta gestión de los conflictos de interés. Sin embargo, Televisión Española se ha negado a hacer comentarios sobre este particular, dejando la situación en un mar de especulaciones. Esta falta de respuesta solo ahonda en las inquietudes sobre la cultura interna de transparencia y rendición de cuentas en el ente.
Más allá de ‘La familia de la tele’
Además de ‘La familia de la tele’, otro programa aprobado en la misma reunión de compras audiovisuales es ‘Malas Lenguas’. Este magazine, que tiene un coste de alrededor de 2 millones de euros, también será producido por La Osa y contará con la presencia de Jesús Cintora, un nombre controvertido dado su vínculo con ideologías políticas de izquierda. La coincidencia en los temas de producción de ambos programas no hace más que aumentar las sospechas sobre la dirección estratégica y la independencia editorial del ente.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, es evidente que esta situación no solo puede costar millones a TVE, sino que podría también generar un cambio significativo en la forma en que se gestionan las relaciones entre las productoras y la televisión pública. Con una atención creciente por parte del público y medios, el ente tendrá la responsabilidad de esclarecer estos conflictos y reafirmar su compromiso con la ética y la transparencia en la gestión de sus contenidos.
El escándalo que se cierne sobre TVE no es solo una mera cuestión de administración; pone en perspectiva el deber de los altos mandos de actuar con integridad y responsabilidad. La confianza del público es fundamental y cualquier percepción de irregularidad puede impactar severamente en la percepción y credibilidad del servicio público de televisión.
En estos momentos de incertidumbre, todos los ojos estarán puestos en la reaccion de TVE y en cómo se administrarán las futuras contrataciones, para asegurarse de que la ética y la transparencia sean los pilares sobre los que se construya la programación de la televisión pública.
Fuente original de la información: ABC – Emilio V. Escudero
Créditos de la imagen: ABC