⏱️ 4 min lectura

El esplendor de Nadine Sierra que dejó sin aliento al Liceo

El esplendor de Nadine Sierra que dejó sin aliento al Liceo La soprano Nadine Sierra ha vuelto a dejar una huella imborrable en el mundo de la ópera con su reci...

El esplendor de Nadine Sierra que dejó sin aliento al Liceo

La soprano Nadine Sierra ha vuelto a dejar una huella imborrable en el mundo de la ópera con su reciente interpretación en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Su debut como Amina en ‘La sonnambula’ de Bellini marca un nuevo hito en su carrera, recordando a todos por qué es considerada una de las voces más prometedoras del panorama operístico actual. Su actuación, el pasado 22 de abril, deslumbró a un público entregado que no podía contener los aplausos tras cada interpretación.

Una Amina colosal

Desde su primer canto, Nadine Sierra ha demostrado que su talento es absoluto. Críticos y asistentes coinciden en que lo que se vivió en el Liceo fue sencillamente espectacular. La soprano, con agudos que cortan la respiración y una musicalidad que se siente en el corazón, ha fortalecido aún más la opinión de expertos que la han elogiado desde su debut en diciembre de 2022, describiéndola como una cantante con técnica superlativa y un control excepcional sobre su voz.

Durante la función, la slamicoma de su interpretación fue claramente visible, dejado un eco en el Liceo que seguramente resonará en los próximos eventos de la temporada. A los veinte minutos de comenzada la función, los asistentes aplaudían con entusiasmo, aclamando su destreza vocal.

Elenco excepcional

El tenor Xabier Anduaga, quien compartió escenario con Sierra como Elvino, también brindó una actuación memorable. Su forma de interpretar el papel fue natural y cautivadora, aunque algunos críticos notaron que podría haber enriquecido su papel con más matices. A pesar de esto, los duos entre Sierra y Anduaga fueron considerados uno de los puntos culminantes de la noche, deleitando a un público cada vez más entusiasta.

  • Sabrina Gárdez: En su debut en el Liceo como Lisa, Gárdez sorprendió al público con unas coloraturas precisas y bellas.
  • Carmen Artaza: Su interpretación de Teresa fue emotiva y poderosa, dejando huella en la noche.
  • Fernando Radó: Aunque cumplió con su papel como Conde Rodolfo, no logró destacar como en otras ocasiones.

La dirección musical de Lorenzo Passerini también fue un punto a tener en cuenta, dando un ritmo vibrante a la función, aunque con algunos momentos donde la orquesta sonó más fuerte de lo deseado.

Puesta en escena innovadora

Bárbara Lluch, la directora de escena, introdujo elementos que aportan profundidad a la historia. Entre sus aciertos se destacó el uso de un cuerpo de baile que refleja las tensiones internas de Amina, capturando la esencia del conflicto en la obra de Bellini. La escena final, donde Amina se encuentra al borde del colapso en un tejado, impactó emocionalmente a todos los presentes, simbolizando su inestabilidad emocional de una manera visualmente poderosa.

A pesar de los momentos estáticos en el primer acto, y algunas incongruencias entre el libreto y la acción escénica, la producción en general logró conectar las emociones de los personajes con las del público. Con esta función, queda claro que el buen hacer de Lluch reside en su comprensión sobre la audiencia, permitiendo que la experiencia operística sea realmente envolvente y comprensible sin recurrir a excesos.

Conclusiones

La interpretación de Nadine Sierra y el equipo que la acompaña ha dejado claro que el Gran Teatro del Liceo fue testigo de una actuación que marcará un antes y un después en el panorama operístico. La combinación de talento, técnica y una puesta en escena reflexiva se unieron para crear una noche mágica. A todo amante de la ópera que aún tenga la oportunidad, ¡recomendamos hacerse con una entrada para vivir esta experiencia única!

Fuente original de la información: ABC – Pep Gorgori

Créditos de la imagen: Antoni Bofill

Leer noticia original