El extraño apagón político que casi convierte a Alemania en un caos total

El extraño apagón político que casi convierte a Alemania en un caos total
Lo que se suponía que sería una jornada festiva para la democracia alemana se transformó en una crisis de Estado sin precedentes, durando un asombroso período de siete horas. Un inesperado apagón político dejó a Alemania en un limbo, donde el conservador Friedrich Merz no logró ser elegido como canciller en la primera votación, quedándose a tan solo seis votos de la victoria, a pesar de que contaba con todos los diputados necesarios. Esta situación desencadenó caídas preocupantes en las bolsas europeas y reveló la incapacidad del Bundestag para responder con agilidad ante tal enredo.
El silencio de los líderes
La jornada estuvo marcada por la ausencia de reacciones de figuras clave en la política alemana. El canciller en funciones, Olaf Scholz, no ofreció ninguna declaración y desapareció misteriosamente sin más. Su portavoz se volvió ilocalizable, lo que aumentó la inquietud sobre el rumbo que tomaría el país. Fuentes internas indicaron que Scholz fue trasladado a la Cancillería para evitar la inestabilidad en la sede vacante del Parlamento.
Angela Merkel, quien también estaba presente, decidió desaparecer de la escena sin emitir comentarios. Merz, en su despacho del Bundestag, se encerró junto a su familia y mantuvo silencio durante el día, mientras la opinión pública demandaba explicaciones, que nunca llegaron. La situación era surrealista y, como era de esperar, generó un ambiente de desconcierto en los pasillos del poder.
Las reacciones de la oposición
En medio de este caos, la primera reacción pública salió de la líder del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel. Con un discurso incisivo, atacó a Merz y a su incapacidad para ser elegido, agregando: «Hoy hemos visto que las mentiras tienen las patas muy cortas. El estafador electoral, el mentiroso Friedrich Merz, ha caído en la primera votación». Además, instó a renunciar a las coaliciones artificiales y a abrir el camino para nuevas elecciones, lo que marcó una gratificante posición para AfD en las encuestas de opinión pública.
Los familiares y conocidos que se encontraban en la cantina del Reichstag fueron testigos de la decepción colectiva. La cancelación del ágape festivo dejó a muchos pidiendo algo para comer en un ambiente ahora tenso y sombrío.
Reacciones dentro de la coalición
- Carsten Linnemann, secretario general de la CDU, declaró que «el daño es todavía incalculable», incapaz de aclarar quiénes habían revertido su voto.
- Nancy Faeser, ministra de Interior, recordó que «los militantes han ratificado este acuerdo y lo han hecho con un porcentaje extraordinario».
- Manuela Schwesig, presidenta regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, calificó el evento como una «irresponsabilidad».
Las votaciones, que son secretas, complicaron aún más la situación. No se sabía si los votos que hacían falta eran de la CDU o del SPD, lo que alimentó la especulación y la tensión. Merz, consciente de la gravedad de la situación, solicitó de inmediato una segunda votación.
Un desenlace inesperado
La Ley Fundamental alemana permite hasta tres votaciones para la elección de un canciller. Sin embargo, el tiempo fue un factor limitante, y las decisiones y mensajes de las direcciones políticas se sucedieron vertiginosamente. Después de un par de horas de incertidumbres, finalmente se organizó la segunda votación.
En esta ocasión, Merz logró obtener 325 votos, superando los 316 necesarios para ser elegido. El aplauso en el pleno del Bundestag fue el fin de una jornada llena de tensión. Aún así, el misterio alrededor de los votos que se ausentaron en la primera ronda permaneció sin respuesta y la posibilidad de que la República Federal enfrentara la repetición de elecciones dejó escalofríos entre los líderes europeos.
El futuro de Alemania
Como reflexión final, la situación presentada no solo puso en peligro el gobierno alemán, sino que también despertó temores en Bruselas, que ha estado esperando una acción decisiva por parte de Berlín durante seis largos meses. Incluso Markus Söder, el رئيس de Baviera, clamó por un voto responsable ante la realidad de una crisis internacional en aumento.
Mientras Merz se dirigía al Palacio de Bellevue para recibir su nombramiento oficial por parte del presidente Frank-Walter Steinmeier, rápidamente se dio cuenta de que los acentos de la política alemana estaban a un paso de un cambio radical. Su primera tarea como nuevo canciller será manejar las preocupaciones que han surgido tras este apagón político, además de continuar con la política exterior previamente establecida.
El reciente traspaso de poderes también se vio acompañado por un tributo a Olaf Scholz, quien dejó un legado en momentos universitarios que repercutirán en el refuerzo de los vínculos internacionales y en el fortalecimiento democrático del país.
En suma, este bochornoso episodio ha subrayado la fragilidad del sistema político alemán y ha dejado en claro que, aunque la democracia se mantenga firme, la incertidumbre siempre estará al acecho.
Fuente original de la información: ABC – Rosalía Sánchez
Créditos de la imagen: reuters