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El giro del Atlético: quién se lleva el mayor beneficio

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El giro del Atlético: quién se lleva el mayor beneficio

¡Atención, melómanos y amantes del deporte! En Vinyl Station Radio no solo vibramos con la mejor música, sino que también nos sumergimos en las noticias más sonadas que sacuden el mundo del entretenimiento y, por supuesto, el deporte. Hoy, el foco está puesto en un temazo que ha hecho temblar los cimientos del fútbol español: el Atlético de Madrid cambia de manos. Una movida que se cocinó a fuego lento durante 33 años y que ahora, por fin, ve la luz con un inversor de peso.

La noticia, que ha caído como un vendaval, confirma que Apollo Sports Capital (ASC), una potente compañía global de inversión deportiva, se convierte en el nuevo accionista mayoritario de la entidad rojiblanca. Imagínense el tamaño de esta jugada: Apollo es un fondo de inversiones estadounidense con un músculo financiero que quita el aliento, manejando activos totales estimados en la friolera de 908.000 millones de dólares. Aunque los detalles finos aún se están puliendo, se estima que esta adquisición representa alrededor del 55% del capital social del club y una valoración total que ronda los 2.500 millones de euros. ¡Una cifra que marea!

Un traspaso de poder con sabor a continuidad

Antes de este bombazo, la distribución de las acciones del Atleti era un intrincado puzzle. La mayor parte estaba en manos de Atlético HoldCo, con un 70,39%, y dentro de esa porción destacaban nombres ya conocidos en el club. Ahora, con la llegada de ASC, la foto es diferente, pero con un detalle crucial que garantiza que el espíritu rojiblanco no se diluya en la transición.

Los números de la antigua propiedad:

  • Atlético HoldCo (70,39%):
    • Miguel Ángel Gil Marín: 35,57%
    • Ares Management (fondo estadounidense): 23,77%
    • Enrique Cerezo: 10,65%
  • Quantum Pacific (empresa del inversor israelí Idan Ofer): 27,81%
  • Accionistas minoritarios: 1,80%

Lo más interesante de este acuerdo, y un punto clave para la afición, es que Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo seguirán al frente de la nave rojiblanca. Gil como consejero delegado y Cerezo como presidente, manteniendo su participación como accionistas minoritarios. Esta continuidad es una señal potente que busca asegurar que la visión y el liderazgo del proyecto se mantengan firmes. Sin embargo, no nos engañemos, más allá de la continuidad en la gestión, esta operación es un auténtico «pelotazo» económico para los antiguos dueños.

Beneficios millonarios para los vendedores:

La venta del club se ha convertido en la mayor operación de este tipo en el deporte español, dejando cifras espectaculares en las cuentas de los que hasta ahora eran los principales accionistas. Hablamos de beneficios aproximados que superan la imaginación:

  • Miguel Ángel Gil Marín: 700 millones de euros
  • Ares Management: 500 millones de euros
  • Quantum Pacific: 450 millones de euros
  • Enrique Cerezo: 250 millones de euros

Un pasado turbulento que vuelve a la palestra

No todo es color de rosa en esta transacción histórica. La noticia del cambio de dueño ha reavivado una polémica de larga data entre el sector más crítico de la afición. Muchos no han tardado en recordar los oscuros episodios de 1992, cuando la Ley del Deporte obligó a los clubes con deudas a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). En aquel entonces, el Atlético de Madrid, al borde del abismo, apenas logró salvarse en el último minuto gracias a una maniobra que, para muchos, fue más que cuestionable.

La memoria colectiva de los colchoneros no olvida cómo Jesús Gil y Gil, padre de Miguel Ángel, y Enrique Cerezo, se hicieron con el control del club depositando 1.950 millones de pesetas (unos 11,7 millones de euros), obtenidos a través de préstamos. Lo que generó una gran controversia fue el posterior movimiento de Jesús Gil: solicitó que el club le transfiriera el dinero a su cuenta personal y luego devolvió los préstamos, consolidándose como el máximo accionista sin haber puesto un céntimo de su bolsillo. Además, se apropió de acciones de Cerezo y de las que habían adquirido los propios socios, obteniendo el 95% del capital sin inversión propia.

Estos hechos llevaron a una querella de la Fiscalía Anticorrupción en 1999 y, en 2003, Jesús Gil fue condenado por estafa y apropiación indebida. Aunque la sentencia del Tribunal Supremo finalmente declaró prescrita la apropiación en 2004, dejando absueltos a Cerezo y a un ya fallecido Gil, el sabor amargo de aquel proceso nunca ha desaparecido para una parte de la afición. Ahora, esos mismos propietarios, que se hicieron con el club de forma tan controvertida, se marchan con ganancias estratosféricas. Un giro que invita a la reflexión.

El futuro: ¿más allá del campo?

Mirando hacia adelante, el ambicioso plan de Apollo con el Atlético de Madrid va mucho más allá de lo meramente deportivo. La inversión no solo busca fortalecer los equipos, sino también desarrollar una infraestructura impresionante que redefine el concepto de club.

Grandes proyectos en el horizonte:

  • Inversión en los equipos: Apollo se compromete a inyectar capital para potenciar el rendimiento deportivo en todas las categorías.
  • Desarrollo de la Ciudad del Deporte: Este es, sin duda, el proyecto estrella. Un nuevo centro deportivo y de entretenimiento que rodeará al estadio Metropolitano, diseñado para ser un referente mundial en deporte, ocio, cultura y actividades comunitarias. La experiencia de Apollo en el sector del entretenimiento busca crear un centro urbano dinámico y multifuncional al servicio de Madrid.

Robert Givone, socio de Apollo y co-gestor de ASC, expresó su entusiasmo por invertir en una institución con más de 120 años de historia, reconociendo el «trabajo extraordinario» de Miguel Ángel Gil en la transformación del club. Por su parte, Gil Marín se mostró optimista sobre el futuro, destacando la oportunidad de un crecimiento «sólido y sostenible» y la importancia de un socio inversor a largo plazo que impulse el desarrollo de la Ciudad del Deporte.

La operación, que incluye también la propiedad mayoritaria de los clubes franquicia del Atlético en México (Atlético de San Luis) y Canadá (Atlético Ottawa), se prevé que concluya en el primer trimestre de 2026, una vez obtenidas las autorizaciones regulatorias. Aunque Apollo ya ha invertido en otros eventos deportivos como el Mutua Madrid Open y el Miami Open, el comunicado oficial enfatizó que esta incursión en el Atlético de Madrid no forma parte de una estrategia de multipropiedad de control de clubes.

Así que, mientras los discos giran en Vinyl Station Radio, estaremos atentos a cómo se desarrolla este nuevo capítulo en la historia del Atlético de Madrid. Un cambio de timón cargado de expectativas, controversias y, sobre todo, mucho dinero en juego. ¡Esto promete!

Fuente original de la información: ABC – Ángel Luis Menéndez

Créditos de la imagen: efe

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