El juicio que expone la verdad oculta de la tragedia de Tempe
El juicio que expone la verdad oculta de la tragedia de Tempe
¡Atención, amantes de la verdad y la justicia! Una fecha crucial se acerca en el calendario judicial de Grecia, y promete remover los cimientos del país. El próximo 23 de marzo, se dará el pistoletazo de salida a uno de los juicios más esperados y mediáticos de la historia griega reciente. Hablamos del caso Tempe, una tragedia ferroviaria que conmocionó al mundo y que ahora busca respuestas con 36 personas sentadas en el banquillo de los acusados.
Recordemos el terrible suceso: el 28 de febrero de 2023, dos trenes –uno de pasajeros y otro de mercancías– colisionaron frontalmente a alta velocidad en la línea Atenas-Tesalónica. El resultado fue devastador: 57 vidas se apagaron, en su mayoría jóvenes universitarios que regresaban a sus clases tras las vacaciones de carnaval. Una pérdida insoportable que dejó una herida profunda en la sociedad griega.
Desde el principio, el gobierno atribuyó la catástrofe a un “fallo humano”. Pero como suele ocurrir, la verdad es mucho más compleja y, en ocasiones, dolorosa. Las familias de las víctimas, incansables en su búsqueda de la verdad, impulsaron investigaciones que destaparon una realidad escalofriante: graves deficiencias en los sistemas de seguridad y señalización de la red ferroviaria. Un panorama que va mucho más allá de un simple error personal y que señala directamente a fallos estructurales y de gestión.
La fase de instrucción de este macro-juicio, que duró dos años y medio, ha culminado en un sumario monumental, con más de 60.000 páginas. Es, sin duda, el expediente judicial más extenso que Grecia ha visto en su historia reciente. Esto nos da una idea de la complejidad y la magnitud del caso, y de la determinación por desentrañar cada detalle.
Quiénes se sientan en el banquillo
La lista de acusados es larga y variada, reflejando la intrincada red de responsabilidades que se ha tejido alrededor de esta tragedia. Serán 36 las personas que enfrentarán a la justicia, y los cargos son de peso. De ellas, 33 se enfrentan a delitos graves relacionados con la perturbación del tráfico ferroviario, una acusación que, en Grecia, podría conllevar penas de cadena perpetua. Además, 35 de los acusados están imputados por homicidio por negligencia y por causar lesiones corporales graves a los supervivientes. La gravedad de estas acusaciones subraya la dimensión criminal de las omisiones y negligencias.
Entre los señalados, encontramos figuras que ocupaban puestos clave en el sistema ferroviario griego:
- El jefe de estación de Larisa: Acusado de un error crítico al confundir el cambio de agujas y desviar el tren de pasajeros a la vía incorrecta.
- Dos de sus compañeros de turno: Presuntamente, abandonaron su puesto antes de finalizar su jornada laboral, lo que pudo agravar la situación.
- El responsable del Departamento de Inspección de OSE (Organismo Ferroviario griego) de Larisa.
- Once altos cargos de OSE: Se les acusa directamente de la alarmante ausencia de sistemas de seguridad en la red ferroviaria, así como de la cuestionable decisión de nombrar al jefe de estación.
- Dieciséis ejecutivos de ERGOSE: Esta lista incluye a expresidentes y directores generales. La acusación principal contra ellos es el incumplimiento flagrante en la ejecución del contrato 717, un proyecto que contemplaba la instalación de un sistema de teledetección crucial para la seguridad. Además, estas 16 personas están bajo la lupa de la Fiscalía Europea por una presunta mala gestión de fondos comunitarios. ¡Esto no es poca cosa!
- Finalmente, cinco altos funcionarios de Hellenic Train S.A. (la entidad operadora de trenes), del Ministerio de Infraestructura y Transportes y de la Autoridad Reguladora Ferroviaria (RAS), quienes enfrentan acusaciones por fallos en la concesión de licencias y en la supervisión del sistema ferroviario nacional.
La lucha incansable de las familias
La confianza en las instituciones ha sido la primera víctima colateral de esta tragedia. La mayoría de las familias de los afectados han manifestado una profunda desconfianza en la gestión judicial y política del caso. Acusan sin rodeos al gobierno de “ocultación” de la verdad, una acusación grave que refleja la frustración y el dolor. Sus exigencias son claras y directas: quieren exhumaciones y nuevas pruebas toxicológicas, bioquímicas y genéticas que ayuden a esclarecer las causas exactas de la muerte de sus seres queridos. Argumentan que las investigaciones iniciales fueron, como mínimo, incompletas y precipitadas.
Entre los rostros más visibles de esta lucha está Panos Routsi, un padre que perdió a su hijo en el accidente y que llegó a realizar una huelga de hambre de más de tres semanas frente al Parlamento griego, en la céntrica plaza de Syntagma de Atenas. Su valor y desesperación reflejan el sentir de muchos.
Por otro lado, María Karystianú, presidenta de la Asociación de Víctimas de Tempe y también madre de una víctima, no se ha mordido la lengua al calificar este proceso como un “juicio simulado”. Sus críticas apuntan directamente a la ausencia de figuras políticas de alto nivel entre los acusados y denuncia que “toda la destrucción de pruebas se ha llevado a cabo sin investigación alguna.”
En un giro sorprendente, la semana pasada una familia elevó el caso a un nuevo nivel, presentando una demanda contra las compañías alemanas Bayer y Siemens. ¿El motivo? Fabricar y suministrar los aceites de silicona utilizados en los transformadores de los trenes. Según la acusación, si las autoridades griegas concluyeron que esos aceites causaron la explosión e incendio tras la colisión, ambas empresas deberían ser investigadas a fondo. Un detalle que añade más capas de complejidad y responsabilidad a la tragedia.
Las familias exigen una mayor rendición de cuentas por parte de las autoridades, tanto políticas como ferroviarias. Critican la falta de transparencia y la lentitud exasperante del proceso judicial. A pesar del tiempo transcurrido, la sensación es que muchos responsables siguen impunes, y esa percepción de impunidad es un golpe más para quienes buscan justicia. No se conforman con explicaciones a medias tintas; quieren la verdad completa y que cada pieza de este rompecabezas sea colocada en su lugar.
Y la trama se complica aún más: hay otras siete personas bajo investigación como presuntos cómplices en la alteración del lugar del accidente, entre ellas el exviceministro Christos Triantópulos. Este expediente, a cargo del Tribunal Supremo, se encuentra en la fase de declaración de testig os. Cada nuevo detalle que emerge, cada investigación abierta, nos recuerda que la verdad es un camino largo y lleno de obstáculos, pero que las familias de Tempe están decididas a recorrerlo hasta el final.
Este juicio no es solo un proceso legal; es un grito de una sociedad que exige más seguridad, más transparencia y, sobre todo, que las vidas perdidas en esa fatídica noche no sean en vano. Estaremos atentos a cada desarrollo, porque la música de la justicia, a veces, puede ser la más potente de todas.
Fuente original de la información: ABC – Marta Cañete
Créditos de la imagen: AFP