El secreto del Barça para escapar del peor inicio de su historia
El secreto del Barça para escapar del peor inicio de su historia
¡Atención, amantes del baloncesto! El FC Barcelona ha conseguido, por fin, romper esa racha de mala suerte que lo perseguía en el inicio de la liga ACB. Venía de un par de tropiezos que tenían a la afición con el alma en vilo, y es que se rumoreaba que podíamos estar ante el peor arranque de temporada en la historia del club. ¡Imaginaos la tensión! Pero la espera terminó, y el Barça se alzó con una victoria contundente frente al Unicaja en su propio fortín, el Carpena, un ambiente que suele ser una caldera y que esta vez quedó helado ante la fe de los azulgranas. Era una victoria que se anhelaba y que, sin ser la más brillante, demostró el carácter luchador del equipo.
El partido, un verdadero pulso en la cancha, dejó claro que el baloncesto es un deporte de garra y corazón. Los chicos de Peñarroya no nos regalaron un festival de jugadas imposibles, pero sí una lección de oficio. Fue un encuentro rocoso, sufrido, donde cada punto se batalló con ferocidad. Y en medio de esa batalla, un nombre brilló con luz propia: Shengelia. El georgiano se puso el equipo al hombro con 18 puntos cuando los andaluces amenazaban con una remontada épica, dejando claro que tiene madera de líder en los momentos más calientes.
Un arranque bajo presión y la sorpresa en la pintura
Las primeras jornadas fueron un auténtico calvario para los culés. Caer derrotados ante Valencia y Lleida no entraba en los planes de nadie y ponía una presión enorme sobre los hombros del equipo. La posibilidad de encadenar tres derrotas consecutivas al inicio de la liga era un fantasma que nadie quería ver en el Palau. Pero esta victoria en Málaga ha disipado esas nubes y ha devuelto la esperanza a una afición que sueña con grandes cosas esta temporada.
Para este crucial encuentro, Peñarroya nos sorprendió con una apuesta audaz en la posición de pívot. Al igual que en la contienda europea contra Dubái, el joven Sayon Keita, con apenas 17 años, saltó a la cancha como titular. Esta decisión no fue aleatoria; el maliense demostró ser una pieza clave para minimizar uno de los puntos débiles del equipo: el rebote defensivo. Su energía y presencia ayudaron a sentar las bases para un inicio prometedor, donde el acierto desde la línea de tres puntos de jugadores como Clyburn, Punter y Marcos fue letal, desatando una lluvia de canastas que sorprendió a todos.
Fuerza defensiva y momentos de incertidumbre
El Unicaja, por su parte, no conseguía encontrar su ritmo en ataque. Solo Tyson Pérez lograba abrirse camino hacia el aro rival, pero el resto del equipo malagueño luchaba por encontrar una fluidez ofensiva que les permitiera competir de tú a tú. Ante esta situación, los pupilos de Ibon Navarro decidieron apretar en defensa, buscando cortocircuitar el ataque azulgrana y así reducir la distancia en el marcador. Una estrategia que les permitió acercarse, llegando a un ajustado 20-22.
El segundo cuarto empezó con un golpe para el Barça: un tres más uno de Perry que igualaba el marcador y descolocaba momentáneamente a los visitantes. Las pérdidas de balón y las malas decisiones en los tiros comenzaron a acumularse, generando un momento de incertidumbre. Sin embargo, el Barcelona demostró su capacidad de reacción. La combinación de Juani Marcos y Hernangómez, con siete puntos consecutivos entre ambos, volvió a poner al equipo por delante. Y cuando la cosa se puso seria, Shengelia apareció con movimientos magistrales en la zona, consolidando la ventaja del Barça que se fue al descanso con un favorable 34-39.
El Barça saca la artillería en la segunda mitad
Tras el breve respiro del descanso, el Barça volvió a la cancha con la clara intención de sentenciar el partido. Punter se desató en ataque, anotando sin descanso a pesar de la férrea defensa de Perry. Mientras tanto, Marcos mantenía su idilio con los lanzamientos de larga distancia, manteniendo a raya a un Unicaja que se negaba a rendirse. Los malagueños, con Tillie y Kravish aportando desde los tiros frontales y Pérez demostrando su portentosa capacidad atlética, se mantenían a rebufo, esperando su oportunidad para el abordaje final.
En uno de los momentos más críticos del tercer cuarto, con el Unicaja apretando, una jugada clave aportó un respiro vital. Un dos más uno de Parra en los últimos segundos de este tercer parcial, le dio oxígeno al Barcelona, permitiéndoles mantener una cómoda distancia de 57-62 y afrontar el último cuarto con mayor tranquilidad, aunque conscientes de que la batalla no estaba ni mucho menos ganada.
Un final de infarto y la victoria ansiada
El último cuarto nos regaló un despliegue de nervios y emoción. Sulejmanovic, que hasta ese momento había permanecido en un segundo plano, irrumpió con dos canastas consecutivas que volvieron a poner el empate en el marcador, ¡y hasta se dio el lujo de asistir a Kravish! Estas acciones encendieron al Carpena, que por primera vez en toda la noche soñaba con una victoria heroica. El ambiente se volvió ensordecedor y la presión era máxima.
El Barça se mantuvo firme, sobreviviendo a base de acciones individuales de un incansable Shengelia. La cohesión colectiva no era su punto fuerte en esos instantes, pero la fe en la victoria se sentía en cada movimiento. En el momento de la verdad, con el partido en un pañuelo, Punter clavó una suspensión decisiva. Las protestas de Perry, que no estuvo de acuerdo con la jugada, le costaron una técnica. El Barcelona, desde la línea de personal, no falló, y así, con el corazón en un puño, el equipo catalán selló su primera victoria en la liga ACB. Una victoria que no solo suma dos puntos, sino que inyecta una dosis de confianza y esperanza vital para lo que resta de la temporada. Queda claro que este Barça sabe sufrir, sabe pelear y, sobre todo, sabe ganar cuando la situación lo exige.
Fuente original de la información: ABC – Pablo Lodeiro
Créditos de la imagen: FCB