El secreto tras la última obra de Paco de Lucía
El secreto tras la última obra de Paco de Lucía
¡Atención, amantes de la buena música y de las historias que se esconden tras las grandes obras! Hoy en Vinyl Station Radio nos adentramos en el fascinante universo de uno de los genios más grandes que ha dado la música española, el inigualable Paco de Lucía. Y es que su último trabajo de estudio, ‘Cositas Buenas’, lanzado en 2004, no fue un disco cualquiera; fue el resultado de un proceso creativo intenso, marcado por la introspección y una búsqueda incansable de la esencia flamenca. Veinte años después de su publicación, y Universal Music ha reeditado esta joya, invitándonos a redescubrir la magia y los secretos que encierra.
El maestro de Algeciras, ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, no se prodigó en sus últimos años de vida en la publicación de nuevos trabajos. Había algo de trauma, sufrimiento e inseguridad en esta decisión, emociones que, curiosamente, marcaron gran parte de su brillante trayectoria. Él mismo confesó en su día que, si bien la juventud y el «hambre» de reconocimiento y éxito te impulsan sin miedo, una vez en la cima, el vértigo de «vivir de las rentas» y la dificultad de encontrar un nuevo motor creativo se hacían patentes. Le costaba imaginarse encerrado durante dos años, diez horas al día, componiendo, especialmente teniendo el mar delante y la posibilidad de disfrutar de un daiquirí en una hamaca.
El Vía Crucis Creativo
La viuda de Paco de Lucía, Gabriela Canseco, ha compartido en varias ocasiones el verdadero «vía crucis» que el guitarrista atravesaba cada vez que se enfrentaba a un nuevo proyecto. Lo describía como un «tormento silencioso». Aunque no molestaba a nadie, su inquietud era palpable. Los nervios eran tales que la comida ni le sentaba bien después de subir del estudio. Esta profunda autoexigencia explica por qué ‘Cositas Buenas’ fue su única publicación de estudio desde 1998; una muestra de la enorme presión interna que sentía por crear algo verdaderamente nuevo y significativo.
Pero a pesar de esa presión, Paco de Lucía tenía un objetivo claro con este álbum: «Quise huir de los lugares comunes, ahondar más adentro de la mina a ver si encuentro un mineral que nadie antes haya encontrado. Tratar de ir para adelante pero sin olvidar lo que había detrás. Que suene a viejo, pero que sea nuevo». Esta declaración resume a la perfección la audacia y la visión del artista, siempre en busca de la evolución sin perder la raíz.
Novedades y Emociones en ‘Cositas Buenas’
El proceso creativo de ‘Cositas Buenas’ fue especialmente liberador para Paco de Lucía. Se permitió disfrutar del proceso, alejado de la carretera y de los compromisos habituales, recluido en un ambiente de paz y concentración. Esta atmósfera le permitió explorar nuevas facetas creativas que antes no se había atrevido a tocar:
- Por primera vez, cantó él mismo con voz protagonista en la bulería por soleá dedicada a su hija menor, ‘Antonia’. Un momento íntimo y personal que añade una capa más de emoción al disco.
- Dejó a un lado su habitual fobia a los asuntos promocionales, llegando incluso a grabar un videoclip para el tango que da título al disco. Una clara señal de su compromiso y orgullo con esta obra.
- Uno de los momentos más impactantes del álbum es la «resurrección» de Camarón de la Isla. Gracias a la tecnología, Paco de Lucía incluyó una pista inédita de la voz del cantaor en la bulería ‘Que Venga el Alba’. Esta pieza se convirtió en un reencuentro mágico e histórico.
- Para ‘Que Venga el Alba’, Paco de Lucía invitó ni más ni menos que a Tomatito, rememorando la icónica colaboración del trío de oro del flamenco. Tomatito recuerda este momento con una emoción palpable: «Fue increíblemente emotivo. Cuando estábamos en el estudio escuchando la grabación de Camarón para ver cómo hacer las guitarras, Paco se giró, me miró y vi que se le estaban cayendo las lágrimas. Entonces me dijo con la voz entrecortada: ‘Parece que estamos los tres juntos, ¿a que sí?’. Nos quedamos callados unos instantes. Recordarlo me da una pena terrible, fue uno de los momentos más sobrecogedores de mi vida». Estas palabras nos dan una idea del peso emocional y la conexión profunda que existía entre estos maestros.
El Refugio Mexicano y la ‘Banda del Tío Pringue’
Contrario a lo que muchos podrían pensar, ‘Cositas Buenas’ no nació en su conocido refugio de Playa del Carmen. El autor de ‘Entre Dos Aguas’ lo compuso en una nueva casa, treinta kilómetros al sur, en el pueblo de Xpu Ha, un lugar al que solo se podía acceder cruzando la jungla, lejos de la carretera principal. Allí, Paco se rodeó de su círculo más íntimo, la «banda del Tío Pringue», su pandilla de amigos de confianza.
Pasó meses relajándose bajo el sol caribeño, pescando, jugando al billar en un chiringuito local y hasta creando películas caseras. Pero cuando llegaba el momento de la música, su compromiso era absoluto. Una vez que las cuatro bulerías, las dos rumbas, el tango y los tientos tomaron forma, el siguiente paso lo llevó de vuelta a España, al barrio madrileño de Batán, para trabajar con Javier Limón.
Colaboraciones Estelares en Casa Limón
En el estudio de Javier Limón, quien por aquel entonces aún no había acumulado sus diez Premios Grammy ni el disco de platino por ‘Lágrimas Negras’, de Bebo Valdés y El Cigala, se gestó parte de la magia final del disco. Por allí pasaron un sinfín de talentos que aportaron su esencia al proyecto:
- Antonio ‘El Negro’ y Guadiana se encargaron de las palmas y los coros, elementos esenciales del sonido flamenco.
- El Piraña aportó su maestría en la percusión, dotando a cada pieza de un ritmo vibrante.
- Un elenco de cantaores de la talla de Diego el Cigala, Montse Cortés, La Tana, Potito y Ángela Bautista prestaron sus voces inconfundibles.
- Otros músicos como el guitarrista Juan d’Anyelica también dejaron su huella.
- Y no podemos olvidar la anécdota protagonizada por Alejandro Sanz. Aunque inicialmente iba a poner su voz, un inoportuno resfriado se lo impidió. Sin embargo, su participación no quedó en el olvido, contribuyendo con el tres cubano en la emotiva pieza ‘Casa Bernardo’. Javier Limón recuerda con humor la llegada de Sanz: «Recuerdo perfectamente el día que vino. En un momento de la sesión se acabó el tabaco y Paco me pidió que fuera al estanco. Abrí la puerta y apareció Alejandro ¡con mil niñas detrás! No digo mil por decir, había por lo menos un millar de chavalas gritando. Paco salió a ver qué pasaba y Alejandro se puso a hacerse fotos y a firmar autógrafos mientras nosotros nos partíamos de la risa».
Este testimonio nos pinta una imagen vibrante y humana del proceso, donde la genialidad se mezclaba con momentos de camaradería y diversión. ‘Cositas Buenas’ es, sin duda, un testamento del genio de Paco de Lucía, un álbum que nos invita a sumergirnos profundamente en la evolución de su arte, mostrando su audacia para experimentar, su respeto por la tradición y su capacidad para emocionar hasta lo más hondo del alma.
En Vinyl Station Radio, celebramos la reedición de esta obra maestra y os invitamos a escucharla, a sentirla y a dejaros llevar por la maestría de un artista que marcó un antes y un después en la historia de la música.
Fuente original de la información: ABC –
Créditos de la imagen: EFE