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El sorprendente secreto que permitió a Maria vivir 117 años sin enfermedades

El sorprendente secreto que permitió a Maria vivir 117 años sin enfermedades Maria Branyas, la mujer más longeva del mundo, dejó una huella imborrable en la his...

El sorprendente secreto que permitió a Maria vivir 117 años sin enfermedades

Maria Branyas, la mujer más longeva del mundo, dejó una huella imborrable en la historia al fallecer el 9 de agosto de 2024 a la impresionante edad de 117 años. Su vida, marcada por la salud prodigiosa, parece un ejemplo extraordinario de cómo la genética y el estilo de vida pueden entrelazarse para desafiar las normas del envejecimiento. Con solo algunos signos de sordera y problemas de movilidad, Maria logró superar el siglo de vida sin las enfermedades crónicas que suelen asociarse a la vejez.

El interés científico por su longevidad

La fascinación por el caso de Maria atrajo la atención de expertos como Manel Esteller, jefe del Grupo de Epigenética del Cáncer del Instituto Josep Carreras. Este destacado científico se propuso desentrañar los secretos de la supercentenaria de Olot, en Gerona, analizando su genoma para entender cómo había logrado mantenerse libre de enfermedades durante tanto tiempo.

El estudio que lideró Esteller no solo ofreció un vistazo a la genética de Maria, sino que también exploró las bases biológicas que sustentan su excepcional longevidad. A finales de febrero se presentaron los resultados que revelaron que los genes de Maria se sentían y se comportaban como si fueran mucho más jóvenes de lo que su edad cronológica indicaba.

Una vida marcada por anormalidades genéticas

A pesar de que Maria estaba genéticamente marcada para sufrir leucemia, sorprendió a los investigadores al haber vivido su vida sin este padecimiento. Según Esteller, las mutaciones en su ADN no provocaron la enfermedad, evidencia de su extraordinaria habilidad para modular el riesgo de desarrollar problemas de salud.

  • Se analizaron más de 6.000 millones de segmentos de ADN.
  • Se identificaron 200 genes directamente relacionados con el envejecimiento.

Una de las conclusiones más relevantes del estudio es que Maria tenía una edad biológica 17 años inferior a su edad real, lo que lanza luz sobre cómo su genética ha sido un factor determinante en su longevidad.

Microbiota y telómeros: claves en su salud

Otro aspecto igualmente sorprendente y que recibió especial atención en esta investigación fue la microbiota intestinal de Maria. Sus datos revelaron que contaba con una microbiota excepcional, más típica de una persona joven que de alguien de su edad. Esto ha sido asociado no solo a su resistente sistema inmunológico, sino también a su capacidad de combatir enfermedades.

Los telómeros, que actúan como protectores del ADN, también jugaron un papel crucial. El estudio encontró que Maria tenía un 40% más de telómeros cortos en comparación con otros sujetos analizados, lo cual desafía la noción convencional de que su longitud se correlaciona de manera directa con la salud en la vejez.

Dieta y estilo de vida

La dieta de Maria fue otro elemento contemplado en el estudio. Se destacaron sus hábitos nutricionales, como su consumo habitual de yogures, que contenían bacterias beneficiosas. Se sugirió que su alimentación, rica en lácteos, pudo haber contribuido a mantener su microbiota intestinal saludable:

  • Ingería alrededor de tres yogures diarios.
  • Contestaba a su genética, favoreciendo el crecimiento de bacterias antiinflamatorias.

Esto resalta la relevancia de la dieta en el mantenimiento de la salud a lo largo del tiempo, un aspecto que podría servir de base para futuros estudios en nutrición y envejecimiento saludable.

Impacto y legado del estudio

El trabajo de Esteller y su equipo está lejos de ser solo una curiosidad científica. Este estudio puede abrir puertas para desarrollar patrones prebióticos asociados con la longevidad y avanzar hacia la creación de fármacos en la lucha contra el envejecimiento. Esteller concluyó que este trabajo ha ayudado a entender cómo se puede agregar vida a los años y no simplemente añadir años a la vida.

La investigación refuerza la idea de que envejecimiento y enfermedad pueden desvincularse bajo ciertas condiciones, sugiriendo que la edad cronológica no siempre determina la salud.

En definitiva, el legado de Maria Branyas va más allá de su increíble longevidad; su vida y la investigación que ha inspirado ofrecen un camino hacia una mejor comprensión de la salud y el envejecimiento en el futuro.

Fuente original de la información: ABC – Esther Armora

Créditos de la imagen: ABC

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