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El trágico vuelo familiar que terminó en horror sobre el Hudson

El trágico vuelo familiar que terminó en horror sobre el Hudson ‘The ride of your life’, o ‘El vuelo de tu vida’, así es como la compañí...

El trágico vuelo familiar que terminó en horror sobre el Hudson

‘The ride of your life’, o ‘El vuelo de tu vida’, así es como la compañía New York Helicopters ha estado publicitando sus espectaculares tours en helicóptero sobre la Gran Manzana. Este emocionante viaje, que dura poco más de quince minutos, promete vistas impresionantes de los icónicos rascacielos de Manhattan, la majestuosa Estatua de la Libertad y otros emblemáticos puntos de interés. Sin embargo, lo que comenzó como una aventura inolvidable para una familia española terminó en una tragedia que ha conmocionado a muchos.

Un viaje que terminó en tragedia

Agustín Escobar, su esposa Mercé Camprubí Montal y sus tres hijos, de 11, 7 y 4 años, decidieron disfrutar de este emocionante vuelo. En total, el costo del ‘Grand Tour’ era de 354 dólares, además de un cargo adicional de 50 dólares por pasajero. Por un momento, la familia posó para las cámaras, sonrisas iluminando sus rostros, ajenos al desenlace que les aguardaba. Eran turistas en una de las principales ciudades del mundo, listos para crear recuerdos inolvidables.

¿Cómo fue la experiencia del vuelo?

El helicóptero despegó del helipuerto cercano a Wall Street, zumbando con la energía de la Gran Manzana. El cielo estaba nublado, pero las condiciones climáticas eran relativamente favorables, sin viento fuerte y temperatura templada.

Tras rodear la punta de Manhattan y sobrevolar la Estatua de la Libertad, la nave continuó su trayecto hacia el norte por el río Hudson. Los pasajeros, emocionados, observaban cómo la imponente ciudad pasaba rápidamente ante sus ojos, quizás pensando en todo lo que les quedaba por ver durante su estancia.

El terrible momento del accidente

Sin embargo, el viaje dio un giro dramático. A las tres y cuarto de la tarde (nueve y cuarto de la noche en Barcelona), el atento público comenzó a llamar a emergencias tras ver un helicóptero desplomándose sobre la superficie del río. Testigos, como Mandy Bowlin, que estaba en un crucero turístico en esos momentos, recordaron el aterrador sonido del helicóptero antes de que este se precipitara al agua. La nave, un Bell 206, había experimentado un problema crítico: el rotor se desgajó y cayó por separado mientras la estructura descendía rápidamente hacia el Hudson.

Causas y consecuencias

El piloto, Sean Johnson, también perdió la vida en el accidente. A pesar de contar con más de 788 horas de experiencia de vuelo, este trágico evento marcó la sexta víctima en este siniestro. Se ha iniciado una investigación sobre las causas del accidente, pero los videos de testigos muestran un helicóptero fuera de control, cayendo a plomo hacia el agua.

La temperatura del agua en el Hudson era de aproximadamente siete grados, lo que complicó aún más las labores de rescate. A pesar de los esfuerzos, ninguno sobrevivió. El impacto fue devastador no solo para la familia Escobar, sino para todos los involucrados en la tragedia. Las secuelas de este accidente levantan críticas hacia la compañía, que ha enfrentado incidentes similares en el pasado.

Reflexiones sobre la seguridad aérea en Nueva York

Este siniestro no es un hecho aislado. Desde 1977, se han registrado más de 30 muertes en accidentes de helicóptero en Nueva York. La ciudad, preocupada por la seguridad de sus ciudadanos y turistas, ha tomado medidas para reducir el número de vuelos, limitando las rutas y prohibiendo vuelos los domingos. Sin embargo, muchos aún se preguntan si el atractivo de sobrevolar la ciudad justifica los riesgos que ello conlleva.

La familia Escobar había viajado desde Barcelona para celebrar el 40 cumpleaños de Mercé, que dejó un profundo silencio y dolor entre amigos y familiares. La conmoción llegó hasta las más altas esferas, desde el presidente de EE.UU. hasta la comunidad de Puertollano, su ciudad natal.

Finalmente, como cierre a esta tragedia, el último vistazo que los fallecidos pueden haber visto fue la icónica escultura de Jaume Plensa, que invita a la reflexión y al silencio, mirando desafiante hacia los rascacielos de Manhattan. Un recordatorio del delicado equilibrio entre la vida y la tragedia, siempre presente en el ajetreado ritmo de Nueva York.

Fuente original de la información: ABC – Javier Ansorena

Créditos de la imagen: EFE

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