El último Kennedy que busca el poder
El último Kennedy que busca el poder
La saga Kennedy, un nombre sinónimo de poder y política en Estados Unidos, vuelve a estar en el centro de la escena. Y es que el último eslabón de esta emblemática dinastía, Jack Schlossberg, ha anunciado su intención de lanzarse a la carrera política, buscando un escaño en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos en las próximas elecciones de otoño. Este joven de 32 años, nieto del icónico presidente John Fitzgerald Kennedy, ha decidido que es el momento de escribir su propio capítulo en la historia.
Schlossberg se postula como candidato por el Partido Demócrata, apuntando a un puesto muy codiciado en un distrito notablemente liberal de la vibrante ciudad de Nueva York. Este distrito, que abarca algunas de las zonas más influyentes de Manhattan, Brooklyn y Queens, es el mismo que deja libre el veterano demócrata Jerry Nadler. La noticia ha causado revuelo, no solo por el peso de su apellido, sino por la energía y la visión que promete aportar.
Un llamado a la acción desde Nueva York
En el vídeo que marcó el pistoletazo de salida de su campaña, Schlossberg no dudó en expresar su profunda conexión con el distrito que aspira a representar. «Este distrito debe tener un diputado que aproveche su creatividad, energía y empeño y trasladarlos al poder político de Washington», afirmó, destacando su orgullo por haber nacido y crecido en lo que considera «la mejor parte de la mejor ciudad del planeta». Su mensaje resonó con una promesa de representar los intereses de sus conciudadanos con la misma pasión que le ha caracterizado en su trayectoria.
Pero el anuncio de su candidatura no solo fue una declaración de intenciones, sino también un contundente manifiesto contra la figura de Donald Trump. Schlossberg se mostró crítico con el expresidente, a quien acusó de ser el artífice de una «crisis constitucional» y de controlar las tres ramas del gobierno de una manera peligrosa. Sus palabras no dejaron lugar a dudas sobre su postura ideológica y su determinación a luchar por lo que considera justo en un momento crucial para el país. Aseguró que Estados Unidos, que está a punto de celebrar sus 250 años de fundación, atraviesa una «crisis a todos los niveles».
El legado familiar y una trayectoria prometedora
Jack Schlossberg es hijo de Caroline Kennedy, la única hija con vida de John F. Kennedy, quien ha dejado su propia huella en la política y la diplomacia, sirviendo como embajadora en Australia y Japón durante las administraciones de Joe Biden y Barack Obama. Con semejante árbol genealógico, no es de extrañar que la política le haya llamado la atención desde joven. Ya ha tenido contactos significativos con el mundo político, participando en las convenciones demócratas de 2020 y 2024, desempeñando un puesto menor en el Departamento de Estado en 2016 y apoyando las labores diplomáticas de su madre.
Sin embargo, donde realmente ha forjado su identidad y ha ganado terreno es en su faceta de comunicador. Con una imagen cuidada y un estilo que evoca la elegancia clásica de los Kennedy, ha sabido posicionarse como un comentarista político relevante, especialmente en redes sociales. Su habilidad para usar un estilo provocador y directo ha captado la atención del público, permitiéndole defender sus causas y movilizar a una audiencia joven que busca nuevas voces en el panorama político.
El enfrentamiento familiar y la nueva ola demócrata
Un aspecto que ha generado mucho interés en torno a Schlossberg es su firme postura contra su tío, Robert F. Kennedy Jr.. Este último, quien inició su carrera como demócrata, ha virado drásticamente hacia el lado republicano, uniéndose a las filas de Trump y ocupando ahora un puesto como Secretario de Sanidad. Jack ha utilizado el humor y la crítica en redes sociales para señalar esta «conversión», lanzando un meme en Halloween que bromeaba con su tío como «MAHA Man», una clara alusión al lema de Trump, «Make America Great Again».
La irrupción de Schlossberg en la escena política coincide con un momento de efervescencia en el Partido Demócrata, marcado por el reciente triunfo de otro joven y prometedor político: Zohran Mamdani. Mamdani, un socialista musulmán, logró una victoria histórica en las elecciones a la alcaldía de Nueva York, desafiando a las figuras más arraigadas del partido. Este paralelismo es fascinante, ya que representa dos caras opuestas del mismo partido: Mamdani, el “outsider” que tumba al “establishment”, y Schlossberg, el “producto” del mismo “establishment”.
A pesar de sus diferencias de origen, ambos comparten una visión de renovación para un partido que busca revitalizarse tras los descalabros electorales del año pasado. Tanto Mamdani como otros nuevos líderes, como Abigail Spanberger, quien ganó la elección a gobernador de Virginia, demuestran que hay un hambre de «savia nueva» en el Partido Demócrata. Schlossberg ha enfatizado esta unión de objetivos: «Si Zohran Mamdani y yo tenemos algo en común, es que ambos tratamos de ser versiones auténticas de nosotros mismos, de acercarnos al punto de vista de los otros, de comunicarnos con el pueblo de Nueva York y de estar ahí por la gente», declaró en una entrevista.
Además, estos jóvenes políticos han comprendido la importancia de una fuerte presencia en la era digital. Su habilidad para manejar su imagen y utilizar las redes sociales de manera efectiva es crucial para movilizar a los electorados más jóvenes, un factor indispensable en la política actual. Jack Schlossberg, con su carisma y su conexión con una de las familias más icónicas de Estados Unidos, está listo para dejar su propia marca y continuar el legado de servicio público, pero con un estilo y una visión muy de este siglo.
Fuente original de la información: ABC – Javier Ansorena
Créditos de la imagen: rr.ss.