Esto es lo que la música clásica ve en Rosalía
Esto es lo que la música clásica ve en Rosalía
¡Qué semana la que hemos tenido en el mundo de la música! Con el lanzamiento de ‘Lux’, el nuevo disco de Rosalía, el debate está más encendido que nunca sobre cómo esta artista sigue rompiendo barreras. En Vinyl Station Radio, siempre estamos listos para explorar esos puntos de encuentro entre géneros que parecen tan opuestos, y hoy vamos a sumergirnos de lleno en la profunda conexión de Rosalía con el universo de la música clásica.
Personalmente, la jornada del lanzamiento de ‘Lux’ fue una auténtica montaña rusa musical. Desde diálogos con periodistas sobre la vida monacal, hasta almuerzos con autoridades del calibre de Bach, como el gran organista Nicolas Berndt, y culminando con el hipnotizante espectáculo de danza ‘Alba’ de Aimar Pérez Galí. Entre tanta inspiración, Rosalía se colaba en cada rendija, sonando una y otra vez en el coche y protagonizando todas las conversaciones. Incluso mi jefe de Cultura me lanzó el guante: ¿qué tiene que decir la música clásica sobre este «Tema de los Temas»? Y claro, en Vinyl Station, nos encanta aceptar desafíos.
Desentrañando los cimientos clásicos de Rosalía
Para entender esta sinergia, conversé con muchos colegas músicos y expertos que la conocen bien, gracias a su paso por la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC). Ahí es donde muchos de sus contemporáneos y formadores vieron germinar esa semilla de genio. Algunos, como la periodista Silvia Tarragona, estaban un poco saturados de la omnipresencia de Rosalía y su marketing, pero fue imposible resistirse a la verdad musical que hay detrás.
Mi argumento fue claro: hay una cantidad inmensa de música clásica, y de la buena, resonando en su obra. Propuse una inmersión guiada por su discografía para comprender la magnitud de su propuesta:
- Empezar por ‘El mal querer’, recordando que es un trabajo de fin de grado de la ESMUC, basado en una novela del siglo XIII. Una obra maestra que creó cuando aún no era la superestrella de hoy.
- Luego, saltar a ‘Motomami’, un disco de contrastes, con temas como ‘La Fama’ o ‘Bulerías’, que muestran una faceta completamente diferente.
- Finalmente, regresar a ‘Lux’, prestando especial atención a ‘Magnolias’.
Y sí, la rendición fue total. La complejidad y la riqueza musical son innegables, y eso nos lleva a uno de los puntos clave: sus colaboraciones.
Las Mentes Maestras Detrás del Sonido
Al sumergirme en los créditos de ‘Lux’, un nombre brilló con luz propia: Caroline Shaw. Esta brillante compositora, la persona más joven en ganar el Premio Pulitzer de Música por su ‘Partita for 8 voices’ en 2013, ha sido una pieza fundamental. Su papel en el disco de Rosalía es crucial, y no es para menos, pues ha sido compositora residente, por ejemplo, en nada menos que el Palau de la Música Catalana. Su capacidad para tender puentes entre el pop y la tradición clásica es un reflejo cristalino de la dirección que Rosalía busca en su música.
Pero Shaw no es la única figura imprescindible. También encontramos a Joan Albert Amargós, un compositor catalán con una exquisita obra sinfónica y de cámara. Su profundo conocimiento del flamenco y sus colaboraciones con leyendas como Paco de Lucía, Camarón de la Isla y Miguel Poveda, atestiguan una trayectoria musical que enriquece enormemente el sonido de Rosalía. La unión de estos talentos es lo que permite a Rosalía fusionar mundos sonoros con una maestría que solo puede venir de una formación sólida y un oído excepcional.
La Ingeniería Sonora de ‘Lux’: Un Festín Clásico Escondido
Lo que de verdad impacta en ‘Lux’ es la frescura y aparente sencillez con la que Rosalía teje un discurso sonoro propio a partir de tradiciones musicales tan diversas. Desde los primeros compases de ‘Sexo, violencia y llantos’ y, aún más, en ‘Reliquia’, el tratamiento del sonido es exquisito. No estamos hablando de arreglos superficiales, sino de una auténtica ingeniería de sonido que incluye:
- Incontables pistas superpuestas que crean una textura sonora envolvente.
- Una reverberación que danza entre pasajes de sonido seco y atmósferas espaciales.
- El delicadísimo uso de los coros, que elevan la narrativa de cada canción.
- La modificación de su propia voz, explorando nuevas dimensiones expresivas.
- Incluso detalles tan sutiles como los efectos de pasar páginas de un libro, que añaden una capa de inmersión auditiva.
Esto mismo se aplica a ‘La perla’, una canción que, bajo una apariencia de inocencia, esconde una letra profunda y punzante, cuya potencia se amplifica precisamente por esa supuesta sencillez musical. Y qué decir del estimulante díptico que forman la versión de la petenera ‘Quisiera yo renegar’, de la Niña de los Peines, incluida en ‘Mundo nuevo’, y la flamante ‘De madrugá’. El tramo final del disco, con ‘La rumba del perdón’, el fado ‘Memória’ y las inolvidables ‘Magnolias’, nos transporta a otra galaxia musical. Estos elementos no son casualidad; son el resultado de una sólida formación clásica que le permite integrar recursos de manera tan orgánica y brillante.
Una Base Sólida para la Innovación
Lo más fascinante es que esta interconexión con lo clásico no es algo nuevo en la trayectoria de Rosalía. Desde sus días en la ESMUC, Rosalía ya mostraba un interés profundo por la tradición. Fue parte de un coro de música antigua, cursó asignaturas de análisis musical y gestión, y eligió el piano como su instrumento complementario. Su colaboración con el Palau de la Música data de 2013, junto al Taller de Músics, y su participación en ‘FlamenCAT’, un espectáculo educativo para introducir al público en el flamenco, demuestra su compromiso con la difusión cultural.
Más tarde, consolidaría esta relación con una memorable colaboración con uno de los coros del Palau en una versión de ‘Me quedo contigo’, arreglada por un compositor contemporáneo que ella admira, Bernat Vivancos. El propio Vivancos, tras asistir al estreno de ‘Lux’ en Barcelona, compartió en sus redes un análisis que resonó con muchos: «Oficio, Fe, Sinceridad, Experiencia». Y su consejo fue directo: «Escuchadlo de principio a fin, siguiendo el texto y en silencio».
Al final, esa fue la receta que convenció a Silvia Tarragona, quien, unas horas después de nuestra charla, finalmente se rindió al encanto de Rosalía: «Enganchada a Rosalía. Yo tenía mis reservas y tú me has hecho ver la Lux», me escribió. Y es que cuando uno se atreve a escuchar sin prejuicios, se descubre una artista con una profundidad musical que trasciende géneros, edificada sobre una base clásica sólida que solo los más atentos pueden apreciar. Rosalía no solo hace música; construye puentes y reinterpreta la tradición para el siglo XXI.
Fuente original de la información: ABC – Pep Gorgori
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