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Jóvenes músicos y un debut que podría cambiarlo todo

Jóvenes músicos y un debut que podría cambiarlo todo Jóvenes músicos y un debut que podría cambiarlo todo ¡Atención, melómanos y amantes de las historias que in...






Jóvenes músicos y un debut que podría cambiarlo todo

Jóvenes músicos y un debut que podría cambiarlo todo

¡Atención, melómanos y amantes de las historias que inspiran! Desde **Vinyl Station Radio**, nos preparamos para contarte algo que te va a volar la cabeza. Imagina el culmen para cualquier deportista: una medalla de oro olímpica. Para un músico, ese punto álgido es pisar el escenario de uno de los templos de la música mundial: el Carnegie Hall. Este recinto, empapado de historia y de actuaciones legendarias, ha sido el sueño de incontables artistas, desde la grandiosidad de Tchaikovsky hasta la genialidad de Leonard Bernstein.

La sabiduría popular neoyorquina no miente cuando, ante la pregunta de cómo llegar al Carnegie Hall, la respuesta obvia es: “¡Practicando, practicando!”. Pero, ¿qué pasa cuando la oportunidad dorada de pisar esas tablas se presenta, incluso antes de que tu carrera profesional despegue por completo? Eso es precisamente lo que les ha sucedido a los talentosos alumnos de la **Escuela Superior de Música Reina Sofía**.

Su orquesta, un verdadero hervidero de jóvenes promesas, ha emprendido una aventura que los ha llevado al otro lado del Atlántico. Su destino: la Gran Manzana, con la firme intención de conquistar Nueva York y su público con su arte. El aire está cargado de emoción y expectativas. Como nos comparte el chelista alemán Valentin Chong, la experiencia de tocar en un lugar con tanta historia es indescriptible. «Siempre hay un sentimiento increíble cuando vas a tocar en grandes escenarios. Tocas diferente, porque tienes la presión y la historia que hay detrás. Además, las personas que tocan allí siempre tienen altos estándares y gran calidad. Quieres rendir bien e interpretar algo realmente bueno», nos dice, capturando la energía de este momento único para estos músicos.

La Emoción del Viaje y el Misterio de la Selección

La noticia de este viaje a Nueva York llegó hace apenas dos meses, una bomba que sin duda revolucionó el día a día de estos jóvenes talentos. Sin embargo, como nos cuenta Adriana Julio, una de las violistas, la incertidumbre fue la tónica dominante durante semanas. No se sabía quién tendría el honor de formar parte de esta épica aventura. «Fueron dos meses de incertidumbre sin saber quién iba y quién no, y hasta el día de hoy ha habido muchos cambios», confiesa Adriana, ilustrando el carrusel de emociones que precedió a la confirmación final de los participantes.

La suerte, o el destino, jugó un papel muy especial para algunos. Es el caso de Issey Martínez, un violinista que, para su sorpresa y alegría, se enteró hace muy poco de que también viajaría. «En principio no iba a ir, así que imagínate lo emocionado que estoy. Tenemos muchas ganas», apunta Issey, con una euforia que solo puede compararse con la de un niño en una juguetería. Este viaje no es solo una oportunidad, es la materialización de un anhelo profundamente arraigado en cada uno de ellos.

Un Programa de Concierto Estelar

El debut en el Carnegie Hall será una noche para recordar. La orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía compartirá escenario con una figura de renombre internacional, el violinista Renaud Capuçon, todo bajo la batuta magistral del director Andrés Orozco-Estrada. La selección musical para esta velada está pensada para deslumbrar y conmover:

  • La obra «El Puerto» de Albéniz, que abrirá el concierto con sus colores vívidos y su inconfundible sabor español.
  • El desafiante y emotivo Concierto para violín de Barber, que exigirá lo mejor de cada músico.
  • El gran final será con la icónica Sinfonía nº 9, «Del Nuevo Mundo», de Dvořák, una pieza con una conexión especial con el Carnegie Hall, ya que se estrenó precisamente allí en 1893.
  • La responsabilidad es inmensa, y los nervios, aunque manejados, están presentes. «Hay nervios, la verdad, porque Barber es muy exigente. Tenemos una gran responsabilidad», asegura Adriana Julio con la viola en mano, mientras se prepara para afinar y dar lo mejor de sí misma.

    Más Allá del Escenario: Un Viaje de Aprendizaje Intensivo

    Esta aventura es mucho más que un simple concierto. Es una semana de inmersión total en el mundo de la música profesional al más alto nivel. Como bien señala Valentin Chong, una gira de esta magnitud es una escuela en sí misma. «Una gira así te enseña todo, desde cómo es viajar en avión con una orquesta, cómo es ensayar en otro sitio, tan lejos. Y toda la organización en general, para saber ya qué hay que hacer y qué hay que prever. Es un continente diferente, así que estamos muy en contacto con todo eso también. Es bueno, porque si solo lo haces en tu país, nunca lo experimentas», reflexiona Valentin, captando la esencia formativa de esta experiencia.

    Pablo Millanes, director de Relaciones Externas y Marketing de la escuela, subraya el porqué de esta iniciativa. No es solo la presión de un gran escenario lo que buscan, sino el desarrollo profesional que se gesta al vivir cada fase de un proyecto de esta envergadura. «Es un impulso enorme en su desarrollo profesional. No se trata solo de la presión, sino del aprendizaje que implica vivir ese proceso y luego enfrentarse al público. Una cosa son los ensayos y otra muy distinta es ponerse delante de mil personas», explica Millanes, destacando la importancia de la experiencia práctica.

    Una Semana de Retos y Descubrimientos

    El ritmo de esta semana en Nueva York será vertiginoso. Además del concierto cumbre en el Carnegie Hall, los jóvenes músicos tendrán una agenda repleta de actividades formativas y colaboraciones. Participarán en ensayos y actuaciones con el Harmony Program y el NY Phil Young Composer Program. También tendrán la oportunidad de visitar la prestigiosa Juilliard School y asistir a un concierto de Ensemble Connect. Un quinteto de la escuela representará su institución en el Queen Sofia Institute, y algunos músicos incluso colaborarán en un ensayo con la New York Philharmonic y en talleres con Ensemble Connect.

    Este nivel de exigencia, aunque emocionante, también presenta sus propios desafíos. «Tenemos que hacer muchas cosas, pero el reto es saber cuándo mantener la calma y cuándo lanzarse. A la gente le gusta visitar la ciudad, disfrutar, pero también hay mucha presión por tocar en Carnegie Hall, tener ensayos todos los días, el jet lag, los distintos idiomas… Todo se mezcla», confiesa Valentin Chong, dibujando un panorama realista de la intensidad de la experiencia.

    Más Allá de la Música: Conociendo la Ciudad que Nunca Duerme

    Pero no todo es sudor y partituras. Aunque el objetivo principal es conquistar Nueva York con la maestría de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, los músicos también reconocen que explorar la ciudad es un privilegio. «No siempre tienes la oportunidad de ir a Nueva York, y además sin pagar nada», bromea Friederike Herold, reflejando el espíritu jovial de la orquesta.

    Entre ensayos y actuaciones, ha habido tiempo para la planificación de otras aventuras: algunos ya tienen entradas para ver un partido de la NBA, otros sueñan con recorrer los pasillos del MET, y muchos han preparado sus equipajes con sus mejores atuendos, listos para inmortalizar el momento en fotos espectaculares. «Hay que llevarse ropa bonita, que luego hay que salir bien en las fotos», nos cuenta en tono risueño una de las compañeras.

    Sin embargo, en medio de tanta actividad, el descanso es vital. «Es difícil desconectar. Al final estamos todo el día entre clases, estudio personal, ensayos y demás. Cuesta encontrar un momento para salir, tomar algo y hablar de cualquier cosa que no sea música, o no estar pensando en lo que harás al día siguiente, o en reservar cabina o cosas así», reconoce Issey Martínez, aludiendo a la constante dedicación que exige la vida de un músico.

    Estos jóvenes talentos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía se embarcan en un sueño, un debut histórico en el Carnegie Hall. Es una semana intensa, cargada de música, aprendizaje y experiencias que marcarán sus vidas para siempre. Un sueño que se palpa, se vive con cada nota, con la esperanza de que sea solo el principio de una carrera infinita.

    Fuente original de la información: ABC – Clara Molla Pagán

    Créditos de la imagen: Belén Díaz

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