⏱️ 8 min lectura

La inesperada condición de Trump para el fin de la guerra

La inesperada condición de Trump para el fin de la guerra La inesperada condición de Trump para el fin de la guerra ¡Atención, melómanos y amantes de la actuali...






La inesperada condición de Trump para el fin de la guerra

La inesperada condición de Trump para el fin de la guerra

¡Atención, melómanos y amantes de la actualidad! En Vinyl Station Radio, siempre estamos pendientes de los grandes eventos que marcan la pauta mundial, y hoy, tenemos una noticia que ha sacudido los cimientos de la diplomacia global. El escenario: La Casa Blanca. Los protagonistas: Donald Trump y Volodímir Zelenski. Y el telón de fondo, nada menos que el conflicto más sonado del este de Europa. Trump, con su estilo inconfundible, ha vuelto a sorprendernos con una propuesta que podría redefinir el futuro geopolítico.

Este viernes, desde la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, Donald Trump se refirió al conflicto entre Rusia y Ucrania como el «número nueve» en su lista personal de desafíos que prometió resolver. Rodeado de altos funcionarios de su gobierno y con Zelenski frente a él, Trump irradiaba una confianza que solo él sabe proyectar. “Creo que podemos ser capaces de llegar a un acuerdo y creo que vamos a ser capaces de llegar a un acuerdo”, afirmó con su usual optimismo, a pesar de que la realidad le ha recordado la complejidad de esta promesa electoral.

Recordemos que durante su campaña, Trump aseguró que pondría fin a la guerra en apenas «24 horas», una declaración que, hasta ahora, se ha encontrado con la dura realidad del campo de batalla. Sin embargo, su reciente éxito mediando en un acuerdo de liberación de rehenes y cese de fuego entre Israel y Hamás, le ha dado un impulso diplomático formidable. Parece que Trump quiere replicar esta «jugada maestra» en el teatro europeo, llevando a Putin y Zelenski a la mesa de negociaciones.

El encuentro turbulento: Trump y Zelenski cara a cara

La relación entre Trump y Zelenski no ha sido precisamente un camino de rosas. Sus encuentros suelen estar cargados de tensión y este, aunque correcto en las formas, no fue la excepción. Lejos de las adulaciones habituales que Trump recibe de otros mandatarios, este cara a cara fue serio, con ambos líderes mostrando gestos adustos. Afortunadamente, no escaló a los niveles de confrontación que vimos en el pasado, como la acalorada discusión en el Despacho Oval que, en su momento, puso en vilo las alianzas de Estados Unidos en Europa.

Sin embargo, la sutilmente palpable fricción no impidió que Zelenski aprovechara la ocasión para felicitar a Trump por su logro en Oriente Próximo. De hecho, el presidente ucraniano instó a Trump a usar ese mismo impulso para «acabar la guerra de Rusia contra Ucrania«. Una petición clara y directa que pone de manifiesto la urgencia de la situación.

Putin, la paz y una peculiar llamada telefónica

A pesar de la cortesía, las diferencias de visión entre Trump y Zelenski no tardaron en aflorar. Zelenski, tajante, afirmó que Putin «no está listo para la paz» y que la única forma de detener el conflicto es que Trump lo «fuerce» a negociar. Trump, por su parte, mantuvo su postura de los últimos meses, desafiando las evidencias de las tácticas dilatorias rusas. “Yo creo que el presidente Putin quiere acabar la guerra. Si no, no estaría yo hablando así”, replicó el exmandatario estadounidense.

Este optimismo de Trump se cimienta en una llamada telefónica de más de dos horas que tuvo con Putin justo el día anterior al encuentro con Zelenski. “Nos detuvimos en muchos detalles. Quiere que esto acabe. El presidente Zelenski también quiere que esto acabe. Ahora tenemos que conseguirlo”, explicó Trump a los periodistas antes de su reunión bilateral. Esta conversación marcó el inicio de una nueva y enérgica ofensiva diplomática.

Como resultado de esta llamada, se han acordado reuniones de alto nivel para la próxima semana, con el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, como protagonistas. Estos encuentros servirán de preámbulo para una cumbre entre Trump y Putin en Budapest, con el presidente húngaro Viktor Órban como anfitrión, un movimiento estratégico dadas sus afinidades con ambos líderes. Se espera que esta cumbre se concrete en aproximadamente “dos semanas”.

El «encuentro doble» y las complejidades diplomáticas

Trump insinuó que la reunión en Hungría podría ser un «encuentro doble», en el que se citaría por separado tanto con Putin como con Zelenski. Una maniobra que reconoce una dolorosa verdad: el presidente ucraniano y el ruso «no se pueden ver», lo que, según Trump, «dificulta mucho las cosas». “Estos dos líderes no se llevan bien, y queremos que esto sea algo cómodo para todo el mundo”, explicó Trump, mostrando su pragmatismo ante la delicada situación.

El principal objetivo de Zelenski no era tanto confiar ciegamente en un acuerdo de paz mediado por Trump, sino asegurar un apoyo estadounidense robusto que presione a Putin para que acepte un cese de las hostilidades. Sus prioridades giraban en torno a dos ejes principales:

  • Negociar garantías de seguridad por parte de Estados Unidos para el escenario post-tregua con Rusia.
  • Obtener de inmediato armamento poderoso, capaz de cambiar la dinámica en el frente y forzar a Putin a la mesa de negociaciones. Fuentes ucranianas incluso revelaron que Zelenski mostró a Trump un mapa con posibles objetivos en territorio ruso.

“Tengo confianza en que, con su ayuda, podemos parar esta guerra, realmente la necesitamos”, le dijo Zelenski a Trump, un mensaje que resonó fuerte en los pasillos de la Casa Blanca. De hecho, en los días previos, Trump había coqueteado con la idea de enviar misiles Tomahawk a Ucrania, un arma ofensiva de gran alcance que permitiría al ejército ucraniano atacar objetivos a mucha distancia dentro de Rusia.

Sin embargo, el encuentro con Zelenski pareció enfriar esta posibilidad. Trump, al parecer, empezó a dudar, y sus palabras sugieren que el envío de los Tomahawks es una opción cada vez más lejana. “Preferiríamos mucho más que ellos no necesitaran los Tomahawk”, dijo Trump, enfatizando que es preferible “acabar con la guerra”. Argumentó que desprenderse de parte de su arsenal de Tomahawks “es un problema”, ya que estos misiles son cruciales para el propio ejército estadounidense.

Necesitamos los Tomahawks, y necesitamos muchas de las otras armas que estamos enviando a Ucrania”, afirmó Trump, concluyendo con un esperanzador: “Esperemos que no los necesiten. Esperemos que seamos capaces de acabar la guerra sin tener que pensar en los Tomahawks. Y estamos cerca de ello”. Una muestra clara de que la amenaza con estos misiles, por ahora, pierde peso en su estrategia.

La condición de Trump: «Deben parar donde están»

Después de la reunión con Zelenski, Trump voló a su mansión en Mar-a-Lago, desde donde compartió un mensaje en redes sociales que ha generado un debate intenso. Describió el encuentro como «interesante» y «cordial», pero señaló que le dijo a Zelenski que “es hora de acabar con la matanza y llegar al acuerdo”.

Y aquí viene la clave de la “condición inesperada”: “Se ha derramado suficiente sangre, con los límites de propiedad definidos por la guerra y el coraje”, afirmó, refiriéndose a las líneas del frente donde Rusia controla cerca del 20% del territorio ucraniano. Lo más sorprendente fue su añadido: “Deben parar donde están”. Esta frase podría interpretarse como una aceptación por parte de Ucrania de ceder el territorio ocupado a Rusia, una postura que contrasta notablemente con su declaración de hace unas semanas, cuando defendía que Kiev debía luchar para recuperar la totalidad de su territorio.

“¡Que los dos declaren victoria, que decida la historia! No más disparos, no más guerra, no más gasto de cantidades enormes e insostenibles de dinero”, concluyó Trump. Una propuesta que, sin duda, representa un desafío enorme para el gobierno de Kiev, que históricamente ha rechazado cualquier renuncia a su integridad territorial.

Sin embargo, Zelenski, en un giro diplomático, intentó interpretar las palabras de Trump de una manera más flexible. “El presidente tiene razón. Tenemos que parar donde estamos”, dijo, y añadió un matiz crucial: “Y después tenemos que hablar”, en referencia a “dar los pasos verdaderos hacia una paz real, duradera y justa”. Es decir, su visión sigue siendo la misma: lograr un alto el fuego con Putin para luego negociar un acuerdo duradero que respete la soberanía ucraniana.

“El presidente Trump entiende que la cuestión más difícil en cualquier tipo de negociación, en cualquier formato de negociación, será la del territorio”, reconoció Zelenski, dejando claro que el camino hacia la paz será largo y complicado. En Vinyl Station Radio, seguiremos cada nota de esta sinfonía diplomática global, ¡mantente conectado para no perderte nada!

Fuente original de la información: ABC – Javier Ansorena

Créditos de la imagen: Reuters // Vídeo: EFE

Leer noticia original