La inesperada conexión entre la música de Vivancos y la despedida de un Papa

La inesperada conexión entre la música de Vivancos y la despedida de un Papa
El mundo de la música sacra se ha visto sorprendido recientemente por la conexión emocional y espiritual que ha surgido entre la obra del compositor catalán Bernat Vivancos y la figura del Papa Francisco. Esta conexión no solo es profunda, sino que también se manifiesta de manera impresionante a través del estreno de su Responsorio de Semana Santa en el prestigioso Festival de Peralada. Este evento, ocurrido en la noche del Viernes Santo, coincide de manera significativa con la despedida de un Santo Padre, lo que le otorga una vida nueva y relevante a su obra.
La fascinación por la «Providencia»
Vivancos ha compartido en numerosas entrevistas su interés por la palabra «Providencia», un término que evoca tanto a la Divinidad como a los bienes materiales que necesitamos para enfrentar el futuro. Esta dualidad es precisamente lo que ha llevado al compositor a crear una obra tan emotiva y llena de significado. En la música del Responsorio, el componente espiritual se entrelaza con el acto de despedir a una figura tan importante dentro del mundo religioso, creando un contexto poderoso en el que la música adquiere una dimensión casi milagrosa.
Un viaje musical hacia el Renacimiento
El director del Coro de la Radio de Letonia, Sigvards Klava, fue el encargado de interpretar esta comunidad de nueve Responsorios, que recogen la rica tradición musical de Tomás Luis de Victoria. Desde pequeño, Vivancos había estado cautivado por la obra de Victoria, lo que le llevó a soñar con componer su propia partitura que siguiera la senda del gran maestro español. Este sueño se materializó gracias a la oportunidad proporcionada por el Festival de Peralada, que le encargó la pieza.
Un proceso de creación único
Sobre cómo se gestó esta obra, Vivancos ha mencionado que fue un proceso de “cocción a fuego lento”. Sin embargo, aclara que no fue sólo un proceso de mezcla; en realidad, se trató de una fermentación prolongada, donde cada nota y cada palabra se fueron transformando a lo largo del tiempo. Esta obra, escrita para seis voces a cappella, se destaca por su claridad y su capacidad de impactar en el público. Desde el primer compás, la partitura se presenta con una voluntad de ser sencilla y directa, dejando de lado cualquier ornamentación que pudiera desentonar con la esencia de la música sacra.
Emoción y dramatismo a través de la música
La habilidad de Vivancos para transmitir emoción a través de su música es notable. Los textos extraídos de los Evangelios que narran la pasión y muerte de Jesús se entrelazan con una sonoridad que evoca tanto la historia del Renacimiento como la actualidad. Cada sílaba está impregnada de un estado meditativo que trasciende fronteras confesionales, haciendo que su mensaje resuene con una universalidad significativa.
Detalles que marcan la diferencia
Cada aspecto de esta obra ha sido cuidadosamente considerado. Un ejemplo resalta el uso del término “suspendit” en la pieza ‘Amicus meus’, donde las notas se alargan, creando un efecto de suspenso que deja al público en un estado de expectación. Al llegar al último responsorio, ‘Sepulto Domino’, el compositor sorprende al introducir la homofonía, lo que impacta de manera contundente a los oyentes, narrando con fuerza el enterramiento de Cristo y generando una atmósfera palpable de solemnidad.
- Duración de la obra: más de una hora de música delicada y emocional.
- Reacción del público: un respetuoso silencio seguido de un aplauso entusiasta, reflejando la sinceridad de la música.
- Aclamación: crítica y público concuerdan en que los Responsorios de Vivancos tienen un lugar asegurado en el repertorio sacro contemporáneo.
En conclusión, el Responsorio de Semana Santa de Bernat Vivancos no solo es un tributo a la tradición musical del pasado, sino que también se erige como un poderoso mensaje emocional en un contexto de despedida y reflexión. La conexión con el Papa Francisco invita a considerar la música como un vehículo de trascendencia, capaz de unir lo terrenal con lo divino a través de la belleza sonora.
Fuente original de la información: ABC – Pep Gorgori
Créditos de la imagen: Miquel González