La mujer que cambió Japón llega al poder: ¿qué hay detrás de su ascenso?
La mujer que cambió Japón llega al poder: ¿qué hay detrás de su ascenso?
¡Atención, amantes de las historias que marcan un antes y un después! Las noticias que llegan desde Japón nos dejan boquiabiertos, y es que el país del sol naciente acaba de ser testigo de un evento que pasará a los libros de historia. Nos referimos a la asunción de Sanae Takaichi como la nueva primera ministra de Japón, una figura que, sin duda, dará mucho de qué hablar. Pero lo fascinante no es solo que una mujer ocupe este cargo, ¡es la primera en hacerlo!, sino todo el entramado político y la inesperada alianza que la ha catapultado al poder. Japón se adentra en una nueva era, marcada por un giro hacia una ortodoxia conservadora y un gobierno, a priori, más estable.
El camino hacia este momento histórico no ha sido precisamente un paseo por el parque. La política japonesa, que a menudo nos sorprende con sus intrincados vericuetos, nos ha brindado una trama llena de suspense y giros inesperados en las últimas semanas. Las primarias del Partido Liberal Democrático (PLD) habían señalado a Takaichi como la clara vencedora, y lo normal hubiera sido que su ascenso a primera ministra fuera automático. Al fin y al cabo, el PLD ha sido el timón de Japón durante la mayor parte de los últimos 70 años. Sin embargo, la situación se complicó de forma dramática.
Un Ascenso Inesperado en un Clima Político Turbulento
La estabilidad política japonesa, que muchos daban por sentada, se tambaleó cuando el anterior primer ministro, Shigeru Ishiba, perdió la mayoría en ambas cámaras en menos de un año. Este hecho desencadenó una serie de acontecimientos que mantuvieron a toda la nación en vilo. La ya delicada situación se tornó crítica cuando los budistas conservadores de Komeito, socios del PLD durante 26 años, decidieron romper su coalición. Esta fractura abría la puerta a una posible mayoría de la oposición, algo que no ocurría desde 2012, y generaba una incertidumbre palpable en todo el espectro político japonés.
La posibilidad de un gobierno alternativo se cernía sobre Japón, y la aritmética parlamentaria parecía jugar a favor de la oposición. Sin embargo, en la política, los números no siempre lo son todo, y la diplomacia, o la falta de ella, puede cambiarlo todo. Tras días de intensas negociaciones y conversaciones que mantuvieron a todo el país al borde de sus asientos, la situación dio un giro inesperalble. Los populistas de centroderecha de Ishin no Kai, también conocidos como el Partido de la Innovación, hicieron un anuncio que disipó las dudas: apoyarían al PLD.
La Estrategia Detrás de la Nueva Alianza
Este inesperado pacto fue la clave para que Sanae Takaichi fuera investida como primera ministra. Aunque la mayoría obtenida fue ajustada, superó las expectativas iniciales. Takaichi consiguió 237 votos en la Cámara Baja, tres más de lo necesario para asegurar la mayoría, haciendo innecesaria una segunda ronda y minimizando el impacto del resultado en la Cámara Alta. Este acuerdo se selló con declaraciones que resaltan la visión compartida entre ambos partidos.
La nueva primera ministra no dudó en expresar su gratitud tras la firma del acuerdo con Hirofumi Yoshimura, gobernador de Osaka y líder de Ishin. «Como partido que comparte una visión nacional, aprecio sinceramente su compromiso en extensas y serias discusiones sobre política. Deseo trabajar juntos para remodelar Japón de manera que podamos legarlo responsablemente a las generaciones futuras», afirmó Takaichi. Por su parte, Yoshimura reiteró: «Compartimos la misma visión nacional y el deseo de fortalecer Japón. Como partido reformista, queremos impulsar las reformas que hemos defendido hasta ahora».
El Legado de Abe y el Nuevo Rumbo Conservador
La formación de este nuevo gobierno, aunque en minoría, se percibe como más sólido que su predecesor. Esto se debe, en gran medida, a la profunda afinidad ideológica entre el PLD e Ishin, una característica que, según expertos como Tomohiko Taniguchi, presidente de la organización ultraconservadora Nippon Kaigi, no existía con la antigua coalición con Komeito. Para el ala conservadora del PLD, la llegada de Takaichi y esta nueva alianza representan una «reafirmación de los principios innegociables del partido», principios que, según Taniguchi, habían «vacilado» durante los años de gobiernos anteriores. Temas como la sucesión imperial y la revisión del Artículo 9º de la Constitución, que renuncia a la guerra, vuelven al centro del debate político con renovada fuerza.
La victoria de Takaichi no solo marca el ascenso de una nueva líder, sino que también significa un regreso a la senda política trazada por el influyente Shinzo Abe. Takaichi, de hecho, había sido respaldada por el propio Abe en las primarias de 2021, consolidando su imagen como su heredera política. Es crucial entender que, a pesar de que una mujer haya alcanzado el cargo de primera ministra, esto no se traduce directamente en un avance progresista en todos los frentes. De hecho, el programa de Takaichi ha obviado ciertas cuestiones de género y se opone, por ejemplo, al matrimonio homosexual, un tema relevante en el debate social actual.
Un Gabinete con Nombramientos Clave
A pesar de lo anterior, el nombramiento de una mujer al frente del gobierno nipón es un hito innegable para un país que todavía tiene un largo camino por recorrer en materia de igualdad de género, figurando en el puesto 118 de 148 en el Informe Global sobre la Brecha de Género del Foro Económico Mundial. La tarde de su investidura, Takaichi desveló la composición de su Gabinete, y aunque no se esperan «niveles nórdicos» de paridad, sí se anticipa la presencia de mujeres en roles significativos. Nombres como Satsuki Katayama para el Ministerio de Finanzas y Kimi Onoda (de 42 años y nacida en Estados Unidos) en Seguridad Económica, son un ejemplo de esta inclusión. También se esperan figuras jóvenes como Norikazu Suzuki (43 años) en Agricultura. Además, rostros conocidos regresan al escenario político, como Shinjiro Koizumi, su rival en las primarias, en Defensa, y el experimentado Toshimitsu Motegi en Exteriores.
Con un programa de gobierno que la nueva primera ministra presentará en una rueda de prensa inminente, Japón se prepara para una etapa de profundos cambios. Sanae Takaichi ya ha hecho historia con su investidura, y ahora se adentra en ella, con la tarea de liderar a su nación en un momento crucial, forjando un futuro que definirá el camino de Japón para las próximas generaciones. La expectación es máxima para ver cómo esta intrépida líder trazará el rumbo del país.
Fuente original de la información: ABC – Jaime Santirso
Créditos de la imagen: afp