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La obsesión secreta de Putin para desafiar al tiempo

La obsesión secreta de Putin para desafiar al tiempo ¡Atención, melómanos y amantes de lo extraordinario! En Vinyl Station Radio, siempre estamos al tanto de la...






La obsesión secreta de Putin para desafiar al tiempo

¡Atención, melómanos y amantes de lo extraordinario! En Vinyl Station Radio, siempre estamos al tanto de las historias más jugosas y esta, sin duda, se lleva la palma. ¿Os imagináis un futuro donde los líderes mundiales no solo gobiernen por décadas, sino que sueñen con vivir siglos? Pues agárrense fuerte, porque el presidente ruso podría estar tramando algo grande, y no hablamos de un nuevo éxito musical, sino de una auténtica cruzada contra el reloj.

La búsqueda de la inmortalidad: ¿ciencia o ciencia ficción?

Todos sabemos que el paso del tiempo es implacable, pero parece que para algunos, es solo un pequeño obstáculo en el camino. Recientemente, un tema ha estado rondando los pasillos del poder, y es que el presidente ruso ha demostrado un interés bastante particular en la longevidad. Y no hablamos de unos añitos más, no, la cifra que ha surgido en conversaciones de alto nivel es tan impactante como un solo de guitarra incendiario: 150 años.

Esta fascinación no es casualidad. El presidente, que ya roza los 73, ha pasado de ser un joven líder a encontrarse en el rango de edad de aquellos que, a finales de la URSS, protagonizaron un periodo conocido como la «gerontocracia». Líderes como Yuri Andropov y Konstantin Chernenko, cuyo tiempo al mando fue efímero. Para evitar repetir la historia (o quizás para reescribirla a su conveniencia), el oficialismo ruso está mostrando una preocupación creciente por la salud del mandatario, tomando medidas tan drásticas como las vistas durante la pandemia con el COVID-19, donde se implementaron protocolos extremos para protegerlo.

Pero el asunto va más allá de la prevención de enfermedades. Medios opositores sugieren que, tan pronto como este 2024, una de las prioridades científicas del país sería la investigación de «tecnologías antienvejecimiento». ¡Esto suena a película, pero es la vida real!

Avances rusos en la lucha contra el envejecimiento

Oficialmente, la idea es mejorar la esperanza de vida de todos los ciudadanos rusos, que actualmente se sitúa en 73,2 años (y en 68,2 para los hombres), una cifra que, comparada con otros países europeos, como España con 83,2 años, deja bastante que desear. Es una de las más bajas del continente, solo por encima de Ucrania. La ambición es clara: cambiar radicalmente esta tendencia. Y para ello, el país está dirigiendo muchos recursos y esperanzas hacia la ciencia.

La viceprimera ministra rusa, Tatiana Golikova, no ha dudado en subrayar la importancia de estas iniciativas. Lo hizo en febrero de 2024, durante un evento dedicado a los logros del presidente en la capital rusa. Las palabras clave que resonaron en aquel entonces fueron: «Invertir en particular en tecnologías para prevenir el envejecimiento de las células, en neurociencia y otras innovaciones que promueven la longevidad». Esto no es solo una declaración de intenciones, sino una hoja de ruta.

¿Qué implica esto en la práctica? Pues, entre otras cosas, el plan incluye el desarrollo de tecnologías avanzadas como la impresión de órganos en 3D para facilitar los trasplantes. Esta idea ya fue parte de la conversación entre el presidente ruso y su homólogo chino, Xi Jinping, ambos de la misma edad, lo que indica un interés mutuo en estas posibilidades tan futuristas.

Un poder que desafía el tiempo

Más allá de la ciencia, esta búsqueda de la longevidad se enmarca en un contexto político donde el tiempo ha sido un factor clave. Nadie puede olvidar la longeva trayectoria del presidente, quien llegó al poder en un momento de cambio y reestructuración. En 1999, era un rostro apenas conocido; Yeltsin lo nombró primer ministro en agosto de ese año, tras su paso por el FSB, sucesor del KGB. El 31 de diciembre de 1999 no solo marcó el fin de un año y un milenio, sino también el comienzo de una era que muchos ven interminable.

Aunque hubo un breve periodo con Dmitri Medvédev en la presidencia entre 2008 y 2012, el poder nunca se alejó demasiado del actual mandatario. Una vez superado el impedimento constitucional de dos mandatos consecutivos, regresó a la presidencia como si nada, consolidando su control. Una nueva reforma constitucional en 2020 selló el trato, permitiéndole, al menos en teoría, mantenerse en el timón hasta 2036. Esto lo colocaría en una liga histórica, solo comparable a figuras como la zarina Catalina la Grande, cuya gestión se extendió por 34 años hasta 1796.

Es evidente que el concepto de «jubilación» no figura en el diccionario del líder ruso. Su enfoque en la ciencia y la longevidad parece ser una extensión natural de su deseo de perpetuarse en el poder y en la historia. En Vinyl Station Radio, seguiremos de cerca esta fascinante trama que mezcla política, ciencia y el eterno anhelo humano de desafiar al tiempo.

Mientras tanto, ¿qué os parece la idea de vivir 150 años? ¿Será la ciencia la clave para un nuevo tipo de liderazgo o la historia se repetirá con nuevas formas de «gerontocracia»? ¡La conversación está abierta!

Fuente original de la información: ABC – Álex Bustos

Créditos de la imagen: rrss

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