La sorprendente conexión entre una toxina y el aumento del cáncer colorrectal en jóvenes

La sorprendente conexión entre una toxina y el aumento del cáncer colorrectal en jóvenes
Una reciente investigación ha revelado un hallazgo intrigante que podría ser clave para entender el preocupante aumento del cáncer colorrectal en personas menores de 50 años. Esta enfermedad, que tradicionalmente se asocia con el envejecimiento, ha ido en aumento en la población joven. El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, hace un llamado de atención sobre una toxina bacteriana denominada colibactina, producida por ciertas cepas de la bacteria Escherichia coli (E. coli).
Un aumento alarmante
En las últimas dos décadas, la tasa de incidencia de cáncer colorrectal en adultos menores de 50 años ha duplicado aproximadamente cada década en distintos países alrededor del mundo. Este fenómeno ha dejado a investigadores y médicos en un estado de alerta, dada la naturaleza generalmente desconocida de los antecedentes familiares o factores de riesgo en muchos de estos casos.
Una investigación internacional
La investigación en cuestión es un esfuerzo colectivo que involucra a instituciones de renombre internacional, como la Universidad de California en San Diego, el Wellcome Sanger Institute del Reino Unido y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud. Su objetivo inicial era analizar los patrones genéticos del cáncer colorrectal en diversos países, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, Rusia y Tailandia.
Marcos Díaz Gay, el primer autor del estudio y asociado al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), explicó que lo más sorprendente fue encontrar un patrón mutacional único en los casos jóvenes, lo que sugiere que la exposición a la colibactina durante la infancia podría estar detrás del aumento de este cáncer.
El misterio del cáncer en la juventud
Tradicionalmente identificado como un cáncer de la tercera edad, los estudios recientes han mostrado un incremento constante en la detección de casos en personas más jóvenes, sin antecedentes o factores de riesgo identificables. Este nuevo hallazgo introduce la idea de una posible influencia ambiental en la infancia, sugiriendo que la colibactina podría ser uno de los factores disparadores.
¿De dónde proviene la colibactina?
La colibactina, la toxina en cuestión, es producida por un subgrupo de bacterias E. coli que residen en la microbiota intestinal. Sin embargo, no todas las cepas de esta bacteria producen colibactina mutagénica, lo que abre una serie de preguntas sobre cómo y cuándo las personas entran en contacto con estas bacterias. Las áreas de investigación actuales incluyen:
- Relación de la colibactina con la dieta.
- Influencia del uso de antibióticos.
- Impacto de factores ambientales.
- Cambios médicos recientes que alteran la microbiota en edades tempranas.
El estudio analizó 981 genomas de pacientes en 11 países con ánimos de descifrar este patrón mutacional. Los resultados indican que las firmas de colibactina son 3,3 veces más comunes en adultos menores de 40 años en comparación con aquellos diagnosticados después de los 70.
Implicaciones para la prevención
Los investigadores enfatizan la importancia que estos descubrimientos podrían tener para estrategias de prevención. Si se confirma que la exposición a la colibactina deja una huella genética que puede resultar en un tumor en las décadas siguientes, esto podría abrir nuevas vías para abordar la enfermedad, incluyendo:
- Modificaciones en la microbiota.
- Uso de probióticos.
- Cambios en hábitos alimenticios.
- Desarrollo de vacunas.
Preguntas sin respuesta
Aunque los hallazgos son prometedores, muchos interrogantes persisten. Actualmente, no es posible identificar a los portadores de los patrones de mutación hasta que la enfermedad se desarrolle. Sin embargo, si se establece un método para detectar estas mutaciones antes de la aparición del cáncer, se podría adelantar significativamente el diagnóstico.
Además, el grupo de Genómica Digital del CNIO está trabajando en la creación de algoritmos de inteligencia artificial que analizarán genomas tumorales para identificar los patrones observados en la investigación. Aun así, la implementación de pruebas de detección precoz sigue siendo un desafío fundamental.
En conclusión, este estudio no solo ofrece un nuevo enfoque sobre los orígenes del cáncer colorrectal en jóvenes, sino que también recalca la importancia de la investigación continua para establecer vínculos causales que podrían llevar a mejores métodos de prevención y tratamiento en el futuro.
Fuente original de la información: ABC – Rafael Ibarra
Créditos de la imagen: FLICKR