La sorprendente verdad detrás de los probióticos que nadie se atreve a contar
La sorprendente verdad detrás de los probióticos que nadie se atreve a contar
La historia de Gabriel Núñez Ollero es un recorrido fascinante que nos lleva a comprender la complejidad de nuestra microbiota y su relación con nuestra salud. Desde un encuentro casual en un congreso de 1978 en Roma, donde un profesor le abrió las puertas a un laboratorio en EE.UU., hasta su consolidación como investigador en la Universidad de Michigan, Núñez ha dedicado su vida al estudio de las bacterias que habitan dentro de nosotros.
Un camino hacia la microbiota
Originalmente, Núñez se formó como médico en inmunología. Su interés por el tema lo llevó a explorar áreas como el cáncer y, eventualmente, a enfocarse en inmunidad innata y microbiología debido a la relación de estas con enfermedades inflamatorias. Desde 2008, su atención se ha centrado en la microbiota, un conjunto de microorganismos que, aunque invisibles, influyen de manera significativa en nuestra salud.
La microbiota, un sistema complejo, está compuesta por un número de bacterias que supera en cantidad a nuestras propias células somáticas. Más sorprendente aún, los genes de estas bacterias son más numerosos que los de nuestro propio genoma. Esta complejidad nos plantea la pregunta: ¿cómo afecta nuestra microbiota a la salud?
Enfermedades y microbiota
Núñez destaca que algunas patologías, como la sepsis, son provocadas por bacterias que ya residen en nuestro organismo. Es común que una bacteria, al ingresar al torrente sanguíneo, active un shock séptico. Del mismo modo, enfermedades como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn tienen fuertes vínculos con la microbiota.
Aparte de estas, cada vez está más reconocida la influencia de la microbiota en otras enfermedades, incluyendo:
- Autismo
- Enfermedades hepáticas
- Aterosclerosis
Aunque los estudios en modelos animales son numerosos, la investigación en humanos todavía está en etapas iniciales, dejando un aire de incertidumbre sobre cómo estos descubrimientos se trasladarán a la práctica clínica.
Nutrientes y microbiota: una relación esencial
La microbiota de cada persona es única y comienza a formarse desde el momento del nacimiento, influenciada por diversos factores como el contacto físico con la madre y el entorno hospitalario. Sin embargo, uno de los mayores determinantes de su composición es la nutrición.
En apenas 48 horas, una dieta puede modificar la microbiota de forma drástica. Por ejemplo:
- Una alta ingesta de carne puede alterar la composición bacteriana.
- Las dietas ricas en fibra vegetal alimentan a muchas de estas bacterias beneficiosas.
Este fenómeno de mutualismo, donde tanto el ser humano como la microbiota se benefician, es clave para entender cómo mejorar nuestra salud. Pero, ¿hay algo más que podamos hacer además de cuidar nuestra dieta?
El impacto del uso de antibióticos
La intervención con antibióticos puede cambiar temporalmente la microbiota, eliminando bacterias sensibles, pero dejando un reservorio de microorganismos resistentes. Por eso, se recomienda usarlos con precaución, especialmente durante la infancia, donde su uso excesivo puede ser un precursor de alergias y otras condiciones en la adultez.
Los probióticos en la balanza
Los probióticos, presentes en productos como el yogur, son otra área de interés. A pesar de ser populares, Núñez sostiene que no tienen un efecto duradero en la microbiota, ya que son eliminados rápidamente del sistema digestivo. Recomienda disfrutar de estos alimentos por su valor nutricional, pero no esperar cambios significativos en la salud intestinal.
Tratamientos innovadores
Un área prometedora en el estudio del microbiota es el trasplante de microbiota fecal, especialmente efectivo en casos de colitis pseudomembranosa. Este tratamiento consiste en transferir microbiota de un donante sano a un paciente, restableciendo el equilibrio bacteriano. A nivel global, se están llevando a cabo iniciativas para conservar microbiotas de comunidades indígenas, que poseen una diversidad bacteriana notablemente superior a la de las poblaciones industrializadas.
Sin embargo, una de las preguntas más intrigantes que plantea Núñez es si existe una microbiota «ideal». Aunque no hay un estándar perfecto, hay ciertos grupos bacterianos que podrían ofrecer protección contra enfermedades. La variabilidad individual y la riqueza genética de la microbiota hacen difícil llegar a una conclusión clara.
Una vida de investigación
Después de más de cuatro décadas en EE.UU., Núñez enfrenta una crisis existencial común entre los emigrantes. La incertidumbre con respecto a la financiación de investigaciones científicas en EE.UU. ha generado preocupación, afectando a muchos académicos. Esta situación ha llevado a los investigadores a preguntarse sobre el futuro de sus campos y las oportunidades que pueden surgir.
Gabriel Núñez continúa su labor revolucionaria con la microbiota, haciendo que cada descubrimiento nos acerque un poco más a entender el intrincado universo de las bacterias que cohabitan con nosotros. Su historia es un recordatorio de que, en el vasto y desconocido mundo del conocimiento, cada descubrimiento genera más preguntas que respuestas.
Fuente original de la información: ABC – Rafael Ibarra
Créditos de la imagen: Vanessa Gómez