La verdad tras Coachella que nadie esperaba de Depresión Sonora
La verdad tras Coachella que nadie esperaba de Depresión Sonora
¡Atención, melómanos y amantes de la cultura! En Vinyl Station Radio, nos sumergimos en las profundidades sonoras y las historias que hay detrás de la música que nos mueve. Hoy, ponemos el foco en Depresión Sonora, el proyecto del madrileño Marcos Crespo, que nos ha brindado un nuevo álbum, ‘Los perros no entienden internet (…Y yo no entiendo de sentimientos)’, y una perspectiva fascinante sobre su carrera, los escenarios internacionales y la autenticidad en la industria.
Un Álbum desde el Sentimiento y la Verdad
Marcos Crespo, el cerebro detrás de Depresión Sonora, nos invita a entender su tiempo de una manera muy particular, comparándolo con la presencia de sus compañeros caninos. Su vida se mide, en cierto modo, por los perros que le han acompañado. Con su primer amigo peludo, Lucas, compartiendo catorce años de vida, Marcos ha forjado una conexión tan profunda que este animal se ha convertido en parte intrínseca de su «normalidad». Aunque Lucas, ya mayor, no pudo ser parte de la portada de su nuevo disco, su espíritu y la filosofía que representa sin duda inspiran el título tan evocador del trabajo.
‘Los perros no entienden internet (…Y yo no entiendo de sentimientos)’ va más allá de una simple frase ingeniosa. Es una reflexión sobre la sabiduría de desconectarse, de sentarse a observar las nubes sin la ansiedad que a menudo nos impone el mundo digital. Este es el sello de Marcos, un joven artista que, desde su habitación en Vallecas, supo capturar la angustia generacional durante la pandemia, emocionando a miles y demostrando que, incluso después de cinco años, ese don sigue intacto. Los mensajes de sus fans lo confirman: sus canciones son un abrazo, un motor para el cambio, e incluso un consuelo en los momentos más duros.
El artista confiesa que halagos tan profundos son abrumadores, y prefiere no pensarlos demasiado para no perder el foco. Pero esos ecos de conexión emocional son la prueba irrefutable de que su música resuena de forma genuina.
La Evolución Sonora: De lo Opresivo a lo Emocional
Hay una idea muy extendida de que a mayor sensibilidad, mayor sufrimiento, y que esto se traduce en mejor música. Si bien su primer disco ya destilaba esa intensidad, el nuevo trabajo, aunque menos «chungo» en un sentido superficial, es igualmente potente o incluso superior. Marcos explica que no es menos «chungo», sino menos opresivo y más emocional.
«Es más chungo aún, lo que pasa es que deja de ser tan opresivo, tan enclaustrado, y empieza a ser más emocional,» nos cuenta. Es un proceso de asunción, de resiliencia, de empezar a confrontar y tratar con esas emociones que antes estaban bloqueadas. Y eso, sorprendentemente, lo considera «más chungo» porque es más crudo y real.
Además, en este nuevo disco, se percibe una clara evolución vocal. Marcos ya no recita de forma monotonal; ahora canta, modula su voz, añadiendo una capa extra de expresión y fluidez que la hace menos opresiva. Es un paso adelante en su búsqueda de nuevas sensaciones e intenciones musicales, abriendo un abanico de posibilidades emocionales a través de su voz.
Las Redes, la Autenticidad y la Movida
Las letras de su último trabajo, ‘Los perros no entienden internet… ‘, exploran a menudo los comportamientos que observa en las redes sociales. Pero Marcos tiene una visión bastante crítica sobre cómo la obsesión por las cifras y los «públicos objetivos» está afectando a la nueva ola de músicos.
El artista es contundente: «Si eres músico, lo importante tiene que ser la música.» Ve a muchas bandas primerizas enfocándose más en ser virales en TikTok que en crear composiciones significativas. Insiste en que la base de una carrera duradera son las canciones genuinas, aquellas que nacen de un lugar auténtico.
Así como en los años de la Movida, donde el «ser guay» era a veces más importante que saber tocar un instrumento, siempre ha habido quienes usan la música como un medio para otras cosas. Marcos lo resume perfectamente: «Siempre ha habido chavalitos con guitarrita que quieren follar, siempre ha habido gente que usa la música como un medio para otra cosa, y no como un fin en sí mismo.» Para él, el fin debe ser la música en sí misma.
Hubo un momento en que los números y las tendencias estuvieron a punto de influir en su proceso creativo. Pero Marcos supo parar a tiempo. Decidió que lo más importante era hacer un disco que le gustara a él mismo, que le divirtiera crear, alejándose de la presión de seguir fórmulas o modas. Algo vital para no caer en la trampa de la inautenticidad, porque como bien señala: «El público no es tonto.»
Coachella: ¿Un Punto de Inflexión o un Reflejo de la «Paletada Española»?
Uno de los hitos más comentados de Depresión Sonora fue su actuación en Coachella. ¿Marcó un antes y un después? Marcos sorprendentemente lo ve de otra manera. Lo que realmente sintió fue una «paletada española». Explicó que en Latinoamérica y Estados Unidos, su proyecto venía haciendo cosas de mayor calado que en España. Aunque aquí le va bien, en España la reacción inicial a su nombre fue de extrañeza o incluso rechazo.
«De Vallecas a Coachella» fue el titular que lo cambió todo. Fue como si el reconocimiento internacional, el sello de un festival tan icónico, fuera la validación que España necesitaba para «ponerle el ojo». Es una reflexión interesante sobre cómo, a veces, la grandeza de lo propio se mide a través del filtro extranjero.
Conexión con el Público Latinoamericano y el Sueño Americano
En Estados Unidos, Depresión Sonora ha encontrado una conexión muy especial, especialmente con los hijos y nietos de inmigrantes hispanohablantes. Jóvenes que tal vez ya no dominan el castellano, pero que comprenden sus letras y siguen su música con fervor. Marcos nos explica que muchos de ellos se sienten perdidos, sin pertenecer del todo ni a EE. UU. ni a su país de origen. Sus realidades son complejas, y con la actual situación en la frontera, incluso asistir a un concierto puede ser un riesgo para algunos.
A pesar de su creciente éxito al otro lado del charco, Marcos no tiene planes inmediatos de mudarse. Valora la cercanía de su familia y amigos, la gastronomía, el clima y su contexto cultural en España. Aunque «está muy de moda irte de tu país», él cree que es importante «valorar lo que tenemos.»
La Sorprendente Colaboración con Bb Trickz
Otro punto que generó mucho revuelo fue su EP colaborativo con Bb Trickz. Una unión que muchos no esperaban. Para Marcos, fue una sorpresa divertida. Confiesa que al principio fue escéptico, pero siempre le había resultado «graciosa» la personalidad de Bb Trickz. La colaboración fue muy natural, un encuentro de dos mundos que se entendieron, resultando en un «Depresión Sonora muy naíf, muy ameno y muy tonto. Muy fresco, como para escuchárselo de fondo.»
Lo más rompedor, sin duda, fue la propuesta visual de los videoclips: un fondo completamente negro, sin adornos. La idea de Marcos, un acto intencional para que la música fuera la absoluta protagonista. No había necesidad de artificios, simplemente de disfrutar del momento y de la expresión artística. «Hay un tema del EP que dice ‘todo da igual’, pues todo da igual. Qué más da, si la gente no va a entender por qué nos hemos juntado…» nos explica.
Cuando le preguntamos sobre la «mística» de Bb Trickz, Marcos la compara directamente con Sid Vicious: no se trata de dominio técnico, sino de una actitud punki, de provocar. «Esta chica lleva ese rollo punki-pijo absurdo con el dinero y demás para provocar. Y a mí me hace gracia,» concluye. Una visión que, sin duda, redefine lo que significa molestar y ser auténtico en la música actual. Marcos Crespo, en Depresión Sonora, nos sigue demostrando que detrás de cada acorde hay una historia sincera y compleja, llena de reflexiones que nos invitan a escuchar, sentir y, sobre todo, pensar.
Fuente original de la información: ABC – Nacho Serrano
Créditos de la imagen: abc