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Luci revela por qué su vuelta al Sevilla Atlético es diferente

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Luci revela por qué su vuelta al Sevilla Atlético es diferente

Luci revela por qué su vuelta al Sevilla Atlético es diferente

¡Atención, fanaticada del fútbol base! El banquillo del Sevilla Atlético vuelve a vibrar con una cara conocida pero renovada. Luci Martín ha regresado a la dirección del filial sevillista, y lo ha hecho con una energía que se nota en el ambiente. Después de la partida de Jesús Galván al CD Mirandés, este cambio de guardia ha puesto a Luci en el centro de todas las miradas, y él, sin rodeos, ha compartido sus primeras impresiones en el programa “La Cantera” de Sevilla FC+.

Luci, con la sinceridad que le caracteriza, ha abordado su regreso con una perspectiva muy clara. No es cualquier vuelta, es una evolución. Anteriormente, como parte del equipo técnico, ya sentía el peso de la institución, la responsabilidad de cada entrenamiento y la implicación en cada partido. «La responsabilidad es la misma porque estaba en los entrenamientos, en el vestuario, ayudando desde arriba en los partidos, participando en todo… Y mira dónde he acabado», ha comentado. Su ascenso a primer entrenador ha sido, según sus palabras, un «accidente bueno» que beneficia la progresión de Galván, pero también la suya propia. Ha agradecido al club la confianza depositada en él, una confianza que no ha dudado en aceptar. Ahora, ese ayudante entregado se convierte en el máximo responsable, una transición que marca un antes y un después en su trayectoria.

De asistente trotamundos a líder en casa

Lo que pocos saben es el camino que Luci ha recorrido para llegar a este punto. Durante 17 años, ha sido la sombra y el apoyo de Joaquín Caparrós, una figura legendaria del fútbol español. Esta experiencia le ha brindado un aprendizaje incalculable, pero también ha forjado en él un deseo irrefrenable de liderar su propio proyecto. «Yo ya sabía que tenía que buscarme las habichuelas porque siempre me he sentido entrenador», ha confesado. Era el momento de «cortar ese cordón» y volar solo.

Y no es que le faltaran oportunidades. Luci ha desvelado que ha rechazado propuestas increíbles para ser segundo entrenador en ligas internacionales, con destinos tan exóticos como México, Armenia o Arabia. Estas ofertas, de gran calibre económico, no eran lo que buscaba. Su vocación es la de ser entrenador principal, y cuando el club le ofreció la oportunidad de volver a la cantera, no se lo pensó dos veces. La Primera RFEF, una categoría que ha crecido y se ha vuelto más competitiva, se presenta como un desafío apasionante para él. Además, su profundo conocimiento de la plantilla y de la competición es un as bajo la manga que sin duda potenciará su trabajo.

Se nota que Luci está en su salsa, que este es el momento que estaba esperando. La pasión por el banquillo, por el desarrollo de jóvenes talentos y por la estrategia se palpa en cada una de sus palabras. Su decisión de decir «no» a las ofertas millonarias en el extranjero en favor de su sueño de entrenar demuestra una dedicación y un amor por el fútbol que resuenan especialmente con la filosofía de un club como el Sevilla FC, siempre enfocado en su cantera.

Madurez y exigencia: el nuevo Luci

Cuando le han preguntado sobre las diferencias entre el Luci actual y aquel que dirigió al Sevilla Atlético en la temporada 18-19, la respuesta ha sido rotunda. “Como persona soy el mismo. Vas siendo más maduro, el crecimiento de tus hijos te ayuda también a saber cómo tratar a gente tan joven”, ha reflexionado. Esa madurez personal se ha traducido en un cambio significativo en su enfoque como técnico. Antes, reconoce que estaba «más encorsetado», quizás siguiendo patrones más rígidos o con menos margen para la experimentación. Ahora, se siente mucho «más liberado» para aplicar todo lo aprendido y estudiado en estos años, llevando su propuesta futbolística a un nuevo nivel.

Este nuevo Luci es también un Luci más exigente. Ha recordado una anécdota reveladora: un capitán de su anterior etapa le comentó que era «demasiado buena persona». Esa percepción ha cambiado. «Ahora he cambiado. A veces tienes que cortar. En esa gestión creo que he cambiado», ha afirmado. Esta mayor severidad no es un capricho, sino una evolución necesaria en la gestión de un vestuario de alto rendimiento, donde la formación no solo es futbolística, sino también personal y mental. La competitividad de la Primera RFEF exige lo máximo, y Luci está dispuesto a pedirlo a sus jóvenes jugadores.

La paciencia es clave en un filial, donde el objetivo principal es desarrollar talentos para el primer equipo, pero sin perder de vista la competición. El equilibrio entre formación y resultados es delicado, y Luci parece haber encontrado la fórmula perfecta para afrontarlo con una mentalidad más flexible y, al mismo tiempo, más firme.

Una vida ligada a Nervión

No se puede hablar de Luci Martín sin mencionar su profunda conexión con el Sevilla FC. Su historia con el club es un verdadero relato de lealtad y gratitud. «Yo llegué con 15 años y me fui con casi 23», ha recordado emocionado. Vino a la ciudad deportiva siendo un «chiquillo de Lepe» y fue en el Sevilla donde no solo se formó como futbolista, sino también como persona. Incluso en los momentos difíciles, el club estuvo ahí para él, brindándole apoyo económico cuando lo necesitó. «Si algo le debo al Sevilla es mi formación como persona», ha sentenciado con emoción.

El camino le llevó lejos del Pizjuán, pero la huella del Sevilla es imborrable. «Te das cuenta de que fuera del Sevilla hace mucho frío», ha admitido, una frase que resuena en el alma de cualquier canterano. La etapa en el Recreativo, la coincidencia con Caparrós y la posterior retirada prematura del fútbol por una lesión de rodilla, cada paso ha estado marcado por esa experiencia inicial en el club blanco. “Cada vez que entro a la ciudad deportiva miro esa portería del campo 2. Mi vida siempre ha estado ligada al Sevilla y es mi casa, porque me lo han demostrado siempre”, ha concluido, demostrando que su regreso es mucho más que un contrato: es volver al hogar.

El futuro del Sevilla Atlético: identidad y exigencia

Para cerrar la entrevista, Luci ha querido hablar del legado de Jesús Galván y del futuro inmediato del equipo. No hay intención de hacer una revolución, sino de mantener lo bueno y potenciarlo. «Cambiaremos cosas, pero este equipo tiene una identidad que me gusta», ha señalado. Valora especialmente la capacidad del equipo para «competir e ir hacia delante», algo fundamental en un filial y que no quiere perder. Sin embargo, buscará un «equilibrio» para jugar con más inteligencia y madurez en los momentos clave de los partidos.

Una de sus máximas será la exigencia. En un mundo donde la juventud a menudo espera recibirlo todo «mascado», Luci cree firmemente en la necesidad de pedirles más. «Para dar el pasito al primer equipo tienes que interpretar bien el juego», ha enfatizado. Su objetivo es que los jugadores no se «acomoden», sino que sigan creciendo y luchando por ese sueño de vestir la camiseta del primer equipo. El Sevilla Atlético, bajo su dirección, promete ser un equipo con garra, inteligencia y una ambición desbordante, características que siempre han definido a su casa, el Sevilla FC.

En definitiva, la vuelta de Luci Martín al Sevilla Atlético es la de un técnico maduro, con las ideas claras, una ambición inquebrantable y un corazón sevillista. Una combinación que promete muchas emociones y, sobre todo, mucho fútbol en la cantera nervionense.

Fuente original de la información: ABC –

Créditos de la imagen: Sevilla FC

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