Mendilibar: es imposible que yo gane aquí
Mendilibar: es imposible que yo gane aquí
¡Atención, futboleros y amantes del buen drama deportivo! La cancha se encendió y no precisamente por el calor del Mediterráneo. Un partido que prometía emociones entre el Barcelona y el Olympiacos terminó en una auténtica tormenta de polémica, con el Barcelona llevándose una goleada de aplauso, pero dejando un regusto amargo en el banquillo rival.
El protagonista indiscutible de la indignación fue José Luis Mendilibar, el técnico del Olympiacos. Después de ver cómo su equipo caía goleado con un contundente 3 a 0, cortesía de un Fermín López imparable, ‘Mendi’ no se guardó nada. Y es que, si bien la victoria culé fue rotunda, las decisiones arbitrales fueron el epicentro de la furia del entrenador vasco.
Según Mendilibar, la balanza no estuvo equilibrada. «Lo habéis visto todos, ¿no?», arrancó con vehemencia, refiriéndose a las actuaciones arbitrales. «En cuanto nos hemos metido en el partido, nos han sacado sin hacer nosotros nada malo. Hay otros que han cometido los errores», sentenció, dejando claro su descontento con la dirección del encuentro.
La Furia de ‘Mendi’: Un Árbitro en el Punto de Mira
La tensión se podía cortar con un cuchillo. Mendilibar, visiblemente enfadado, explicó cómo su equipo se vio desfavorecido por dos decisiones cruciales que, a su juicio, cambiaron por completo el rumbo del partido. La expulsión de Hezze y un penalti que, según él, no tuvo lugar, fueron los puntos de inflexión que lo sacaron de quicio. «De poder estar disputando el partido a sacarnos. De ponernos con el 2-1 y complicarle la vida al Barcelona a sacarnos, con dos decisiones que no son acertadas para nada», detalló, subrayando cómo estas acciones desvirtuaron el espectáculo.
Y la cosa no quedó ahí. ‘Mendi’ confesó que el árbitro principal no quiso dialogar con él, dejando la comunicación en manos del cuarto árbitro, a quien describió como «muy educado». Sin embargo, el técnico español no ocultó su frustración: «No quería hablar con el árbitro porque con las decisiones equivocadas que ha tomado, seguro que tomaba alguna equivocada conmigo». La indignación era palpable, y el entrenador no dudó en recordar incidentes pasados donde, según él, los arbitrajes también jugaron en su contra. «Es muy difícil que yo pueda ganar aquí», musitó, rememorando un encuentro con el Eibar donde un par de penaltis dudosos arruinaron lo que parecía una victoria.
La expulsión de Hezze, en particular, fue un punto de quiebre. Una segunda amarilla en una jugada donde el jugador del Olympiacos «se iba cayendo y le roza» le pareció «una locura». Y respecto al penalti, su portero «recoge los brazos para no tocarle», pero el árbitro vio la situación de una manera totalmente opuesta. Para Mendilibar, estaba claro: «el árbitro lo ha visto al revés que yo».
Cuando le preguntaron sobre el VAR y su posible intervención en segundas amarillas, la respuesta de Mendilibar fue tajante y llena de sarcasmo: «Como no pinto absolutamente nada… Pintan los que están ahí arriba comiendo y bebiendo… Es impensable que no se pueda ver esa jugada que es determinante para el partido, la segunda amarilla, que es roja». Una crítica directa al sistema y a su falta de transparencia en momentos clave.
Las Reflexiones de Mendilibar: Un Adiós a la Liga Española
El técnico del Olympiacos profundizó en su análisis, lamentando cómo pequeños errores de su equipo, sumados a las polémicas arbitrales, impidieron una batalla más justa. «Las sensaciones son jodidas, malas. Ha habido de todo, dos errores nuestros sus dos primeros goles», comentó. Para él, la segunda amarilla y el penalti fueron «cosas que no entiendo, que no pueda intervenir el VAR en una segunda amarilla». Y concluyó con una frase lapidaria: «En estos campos no te van a regalar nada y en este caso nos han quitado».
Su filosofía de juego, basada en el riesgo y la presión alta, no cambiará, a pesar de las adversidades. «Es mi idea de juego arriesgar y no ha cambiado en 30 años de entrenador y no va a cambiar», afirmó. Pero la noche dejó una marca: «Con 2-1 y más de 30 minutos nos ha fastidiado lo que ha sido el partido. Ha fastidiado a Olympiacos y a los aficionados. A los únicos que no ha fastidiado es al Barcelona».
Y para remachar, al ser cuestionado sobre las quejas de Laporta y esa famosa «mano blanca», Mendilibar fue rotundo: «Estoy de maravilla en Grecia, en la Liga griega. No quiero saber nada de aquí». Parece que ‘Mendi’ tiene claro dónde quiere estar y dónde no.
La Otra Cara de la Moneda: La Satisfacción de Flick y el Brillo de Fermín
Mientras Mendilibar despotricaba, el banquillo azulgrana era pura alegría. Hansi Flick, el técnico del Barcelona, no cabía en sí de felicidad. «Sí, por supuesto, estoy feliz. Al principio tuvimos algunos problemas, pero merecimos la victoria. Cada gol y cada victoria es importante», declaró, satisfecho con el rendimiento de su equipo.
Y es que la noche tuvo un nombre propio: Fermín López. El canterano protagonizó una «sensacional actuación», marcando un espectacular hat-trick que lo coronó como el héroe del partido. Flick no dudó en elogiarlo: «Tres goles marcados, el primero muy importante. Nos dio confianza, es un jugador que lo tiene todo es dinámico, necesitamos su velocidad».
Fermín, por su parte, irradiaba felicidad. «Estoy muy contento. Necesitábamos una victoria así. Acabamos con buenas sensaciones y ahora a pensar en el clásico», expresó el joven, que se llevó el balón firmado y el reconocimiento de sus compañeros. «Mi primer hat-trick, un sueño cumplido y a seguir trabajando», añadió. Consciente de su momento, Fermín se siente «cómodo en esa posición de mediapunta» y está listo para el desafío del Real Madrid: «Llegamos al clásico con buenas sensaciones. Partido muy importante para todos, esperemos hacer un gran partido y llevarnos la victoria».
Otro que brilló con luz propia fue Rashford, que contribuyó con dos goles a la goleada. «Estoy muy feliz, tuvimos paciencia en la segunda parte para elaborar. Puede ser mi mejor actuación con el Barça», afirmó, ansioso por el Clásico. «El clásico es un partidazo y por eso he venido aquí, para este tipo de partidos. Muchas ganas de que llegue, espero que ganemos», concluyó.
Flick, siempre elegante, prefirió no entrar al trapo de las quejas de Mendilibar: «No es mi trabajo. Yo creo que es de otra manera, pero no lo voy a discutir». Aunque reconoció que la expulsión «pudo haber decidido el partido», reafirmó su postura de no hablar de los árbitros: «Hay que jugar encima del terreno de juego, con los jugadores y puedes tener sensaciones diferentes. No me gusta hablar de esto aunque entiendo que él pueda estar enfadado».
En definitiva, una noche de contrastes: la alegría desbordante en un lado, la frustración y la rabia contenida en el otro. Pero lo que está claro es que el fútbol, una vez más, nos regala emociones fuertes y debates apasionados. ¡Esto no para!
Fuente original de la información: ABC – Sergi Font
Créditos de la imagen: EFE