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¿Por qué han cancelado la Navidad en esta ciudad alemana?

¿Por qué han cancelado la Navidad en esta ciudad alemana? ¿Por qué han cancelado la Navidad en esta ciudad alemana? ¡Prepárense para una noticia que va a remove...






¿Por qué han cancelado la Navidad en esta ciudad alemana?

¿Por qué han cancelado la Navidad en esta ciudad alemana?

¡Prepárense para una noticia que va a removerles el espíritu festivo! Imaginen esto: esos puestos de mercado navideño con forma de galleta de jengibre, las guirnaldas que prometen un ambiente mágico, los bolardos listos para marcar el camino y un sistema de megafonía ultimando detalles. Pues bien, todo estaba preparado en Magdeburgo para inaugurar su tradicional mercado navideño el primer domingo de Adviento. Pero la realidad, a veces, golpea más fuerte que un villancico desafinado. La alcaldesa, Simone Borris, nos ha sorprendido a todos con un anuncio inesperado: ¡la cancelación del evento!

La razón es de peso y nos hace reflexionar seriamente sobre los desafíos de nuestro mundo. La alcaldesa no ha dado luz verde al proyecto porque el concepto de seguridad presentado no garantiza al cien por cien la protección de la ciudadanía y los profesionales. Y es que detrás de esta decisión hay un trasfondo que pone los pelos de punta: una carta de la Oficina de Administración Estatal al Ayuntamiento de Magdeburgo, donde se critica duramente la propuesta de seguridad. Esto sucede apenas un año después de un devastador ataque en diciembre de 2024, que dejó un balance trágico de seis personas fallecidas y cientos de heridos. La misiva señala fallos en la protección de los accesos y la insuficiente cantidad de policías para un operativo de esta magnitud.

Un golpe al espíritu navideño

La noticia ha caído como un jarro de agua fría para los habitantes de Magdeburgo. Selene, una empleada de un céntrico hotel de la ciudad, resumía el sentir general con una frase que lo dice todo: «Es como si cancelasen la Navidad». Y no es para menos, pues estos mercados son el corazón de las festividades navideñas en Alemania, una tradición que se vive con gran pasión y alegría. La suspensión de un evento tan significativo no solo afecta la economía local, sino que también golpea el ánimo de una comunidad que esperaba con ilusión estas fechas.

Por otro lado, la empresa organizadora se muestra en desacuerdo con las críticas. Alegan que no pueden asumir los costes «por las nubes» de las medidas de seguridad que se proponen en el documento oficial, a las que consideran una estrategia de las autoridades para cubrirse las espaldas ante cualquier eventualidad. «Hoy en día un cargo público se la juega, eso está claro. Si pasa cualquier cosa se le hará responsable y tratan de evitarlo. Pero es imposible garantizar la seguridad de forma absoluta», explican fuentes de la empresa. Están dispuestos a integrar mejoras y añadir elementos al plan de seguridad, pero rechazan algunas exigencias que tachan de «imposibles de asumir».

¿Una luz de esperanza para el mercado de Adviento?

La conmoción que ha generado esta noticia ha sido tal que el presidente regional de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, ha tenido que intervenir de urgencia. Se ha improvisado una reunión para analizar la situación y estudiar la posibilidad de rescatar el mercado de Adviento con ayuda federal. Esto nos da un pequeño rayo de esperanza de que, quizás, la magia navideña aún pueda desplegarse en Magdeburgo, aunque sea bajo un esquema de seguridad reforzado.

La situación de Magdeburgo no es un caso aislado. Este año, varios mercados navideños de menor tamaño en Alemania se han visto obligados a cancelar sus celebraciones debido a los estrictos requisitos de seguridad. Lugares como Overath, en Renania del Norte-Westfalia, donde el mercado alrededor de la iglesia de St. Walburga no abrirá, o Kerpen, con sus puestos ya instalados en Stiftsplatz sin poder operar, reflejan una tendencia preocupante. La creciente demanda de medidas de seguridad se ha convertido en un obstáculo insalvable para muchas comunidades, especialmente para los organizadores de eventos más modestos.

El factor Taleb al-Abdulmohsen: un juicio que marca

La cancelación del mercado en Magdeburgo coincide, lamentablemente, con el inicio de un juicio de gran trascendencia. Se trata del proceso contra Taleb al-Abdulmohsen, el refugiado saudí que el 20 de diciembre del año pasado embistió con un BMW alquilado a peatones inocentes. El Tribunal Regional de Magdeburgo ha tenido que habilitar una sala prefabricada de 4.700 metros cuadrados, con capacidad para 700 personas, para albergar este juicio, lo que ya nos da una idea de la magnitud del evento.

Un acusado desafiante en sala

La primera jornada del juicio dejó a muchos con la piel de gallina. El acusado llegó en helicóptero, con grilletes en los tobillos, y fue conducido a una caja de cristal a prueba de balas, custodiado por funcionarios armados y enmascarados. Lejos de mostrar arrepentimiento durante la lectura de cargos por parte del fiscal general Matthias Böttcher, mientras las víctimas y sus familiares luchaban por contener las lágrimas, Taleb al-Abdulmohsen exhibió una amplia sonrisa y una actitud retadora. Incluso se atrevió a levantar un ordenador portátil hacia la prensa, donde se leían las provocativas palabras «#MagdeburgGate» y «septiembre de 2026», haciendo alusión a las próximas elecciones regionales de Sajonia-Anhalt, donde el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) es el favorito.

Una carta del acusado, enviada en marzo, revelaba sus inquietantes intenciones, jactándose de querer «matar a todos los alemanes, excepto a su abogado y varios conocidos». Es muy probable que el tribunal le imponga la pena máxima de cadena perpetua, en un juicio que se prevé largo, con al menos cincuenta sesiones.

La pérdida de la despreocupación

Pero más allá del resultado judicial, los efectos de aquel brutal atentado se sienten profundamente en la sociedad de Magdeburgo. La posibilidad de que el mercado navideño no abra sus puertas este año ha generado una dolorosa sensación de derrota. Berenice, una maestra jubilada de la zona, lo expresaba con tristeza: «Son ataques imposibles de evitar. Cualquiera puede alquilar un coche y lanzarlo contra los peatones en una calle. Cualquiera puede coger un cuchillo de la cocina y clavárselo al primero con el que coincida en el autobús o en el metro. Las fuerzas de seguridad no pueden prevenir esto y, sencillamente, hemos perdido contra ellos«.

Kurt, que ha llegado a la ciudad para asistir al juicio, añade una reflexión igual de cruda: «Aunque abra finalmente el mercado de Adviento, porque yo creo que al final prevalecerá la razón y no el miedo, reconozcamos que ya no será lo mismo. Ya no volveremos a beber un vino caliente con la misma despreocupación y confianza que siempre y, en ese sentido, pues sí, hemos perdido una batalla«. Estas palabras nos calan hondo, recordándonos que, a veces, la seguridad no es solo un conjunto de medidas físicas, sino también una sensación intangible de paz que, una vez perdida, es muy difícil de recuperar.

En Vinyl Station Radio, seguiremos atentos a cómo se desarrolla esta situación, esperando que la esperanza y la tradición puedan encontrar un camino seguro para iluminar las calles de Magdeburgo estas Navidades. ¡Permanezcan conectados para más actualizaciones!

Fuente original de la información: ABC – Rosalía Sánchez

Créditos de la imagen: AFP

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