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¿Qué hizo que Lucía y 7 niños más lograran lo imposible

¿Qué hizo que Lucía y 7 niños más lograran lo imposible ¿Qué hizo que Lucía y 7 niños más lograran lo imposible En el mundo de la medicina, a veces surgen histo...






¿Qué hizo que Lucía y 7 niños más lograran lo imposible

¿Qué hizo que Lucía y 7 niños más lograran lo imposible

En el mundo de la medicina, a veces surgen historias que nos recuerdan por qué la investigación es tan vital. La lucha contra el cáncer, especialmente en la infancia, es una batalla constante, pero de vez en cuando, irrumpen noticias que nos llenan de esperanza. Hoy, queremos contarte sobre Lucía y otros siete pequeños guerreros que han desafiado pronósticos y han encontrado una nueva oportunidad gracias a una terapia innovadora que está cambiando las reglas del juego.

Con solo 15 años, Lucía Álvarez, de Cádiz, nos ha regalado un testimonio conmovedor. Después de una vida entera lidiando con una leucemia intermitente que ha reaparecido hasta en cuatro ocasiones, y tras pasar por un agotador carrusel de tratamientos convencionales, su voz, aunque nerviosa, transmite una fe renovada. «Ahora mismo estoy bien. Este tratamiento me ha devuelto la fe porque después de tanto ingreso yo pensé que ya no había cura», nos cuenta Lucía, cuya persistencia y la de su familia la han llevado a recorrer España en busca de una solución.

Un Rayo de Esperanza: La Terapia CAR-T Tándem

Lucía es una de los ocho pacientes que han experimentado una increíble mejoría gracias a un ensayo pionero para la leucemia linfoblástica aguda tipo B (LLA-B) pediátrica. Esta enfermedad, el tipo de cáncer más frecuente en la infancia, suele ser implacable, especialmente cuando los tratamientos estándar fallan. La terapia, liderada por el doctor Antonio Pérez Martínez, director de la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil del Hospital Universitario La Paz en Madrid, ha marcado un antes y un después.

La clave de esta innovación reside en una estrategia que combina dos elementos poderosos: una terapia CAR-T tándem y un trasplante alogénico de médula ósea. Lucía recuerda su escepticismo inicial: «Me dijeron que íbamos a probar un tratamiento nuevo que era un CAR-T y un trasplante de médula ósea. No me dio mucha confianza en un principio porque en el pasado ya me habían hecho ambas cosas por separado». Sin embargo, el resultado ha sido asombroso. «Me sorprendió porque ahora me siento genial. Normalmente tengo recaídas al año y mucho, pero no he tenido nada. Estoy muy contenta porque parece que ahora sí, estoy curada».

¿Cómo Funciona Esta Estrategia Revolucionaria?

La leucemia linfoblástica aguda de células B (LLA-B) es un enemigo astuto. Aunque los tratamientos CAR-T han demostrado una gran eficacia, a menudo se encuentran con un problema: las células cancerosas pueden «esconderse» o la eficacia de los linfocitos CAR-T disminuye con el tiempo. Aquí es donde entra la genialidad de esta nueva aproximación.

La terapia CAR-T tándem es especial porque los linfocitos T modificados genéticamente en el laboratorio, en lugar de buscar un solo blanco en las células cancerosas, están diseñados para reconocer dos moléculas diferentes: CD19 y CD22. Esto significa que si el tumor intenta ocultar una de ellas, la terapia aún puede detectarla a través de la otra, haciendo mucho más difícil que la enfermedad reaparezca.

Pero el doctor Pérez Martínez y su equipo no se quedaron ahí. Vieron la necesidad de ir un paso más allá. «Lo que hace especial a esta terapia es que combina dos estrategias: la terapia CAR-T como puente a un segundo procedimiento de consolidación, que es un trasplante alogénico», explica el doctor. Muchos de estos niños ya han pasado por uno o incluso dos trasplantes, y repetir este proceso puede ser extremadamente tóxico. Por eso, la estrategia es hacer un CAR-T como «puente» y luego un trasplante hematopoyético de intensidad reducida, adaptado a cada paciente, para potenciar el efecto de la terapia celular de forma más segura.

El Viaje de Lucía: Una Lucha Constante

La historia de Lucía es un testimonio de resiliencia. Diagnosticada a los 17 meses, su vida ha estado marcada por ingresos hospitalarios y tratamientos. A los siete años, la primera recaída. A los diez, en plena pandemia, el cáncer volvió de forma más agresiva, afectando su sistema nervioso central. Después de otra recaída en 2022, que la llevó a la UCI tras un trasplante de médula, las opciones se agotaban.

Fue en enero de 2024 cuando su padre, José, encontró la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil. Esta unidad, desde 2018, ha tratado a cerca de mil niños y niñas para quienes los tratamientos convencionales no funcionaban. Y allí, en ese punto sin retorno, Lucía encontró su milagro.

Hoy, Lucía hace vida normal, regresó al colegio en septiembre y sueña con estudiar Biología en la universidad. Su padre, José Álvarez, lo resume perfectamente: «Gracias a la investigación hemos tenido una segunda oportunidad. Somos un ejemplo de que la investigación hace que enfermedades incurables se curen». Su deseo no es solo para su hija, sino que esta innovación se extienda a otros hospitales para que más niños puedan beneficiarse sin tener que recorrer el mismo camino agotador.

Resultados Impactantes y el Futuro de la Lucha contra la Leucemia

El estudio incluyó a 12 pacientes sin alternativas terapéuticas, de los cuales 11 recibieron la terapia bajo un programa de uso compasivo y 1 dentro de un ensayo clínico. Con un seguimiento promedio de 20 meses, 8 de estos pacientes, incluyendo a Lucía, están vivos, libres de enfermedad y con una excelente calidad de vida. Incluso para aquellos que no lograron una curación completa, hubo una mejora significativa.

Este trabajo no solo sitúa a la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas y a España como referentes mundiales en el desarrollo de estas terapias, sino que abre la puerta a un futuro donde el cáncer infantil pueda abordarse de manera diferente. La alianza entre la Fundación CRIS Contra el Cáncer, el Hospital Universitario La Paz, el Instituto de Investigación IdiPAZ, el CNIO y el CIEMAT es un ejemplo de cómo la colaboración puede generar avances increíbles.

El doctor Pérez Martínez proyecta un futuro emocionante. «Nuestra expectativa es la curación completa. Combinando el CAR-T con el trasplante, no esperamos que recaiga ningún paciente más allá de los dos años», afirma. Además, la visión a largo plazo es llevar estas terapias a etapas más tempranas de la enfermedad. «La semana pasada en un congreso internacional en Ámsterdam ya estuvimos hablando de que podemos empezar a curar la leucemia sin quimioterapia», revela. Aunque los altos costos son un desafío, la posibilidad de ofrecer un tratamiento menos tóxico y más efectivo es una meta que vale la pena perseguir.

La historia de Lucía y estos siete niños no es solo una noticia médica, es un himno a la esperanza, la resiliencia y el poder transformador de la investigación científica. Es la banda sonora de un futuro donde lo imposible se vuelve real y donde cada vida importa.

Fuente original de la información: ABC – Cristina Garrido

Créditos de la imagen: Tania Sieira

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