¿Qué oculta el ex canciller alemán sobre sus negocios con Putin?

¡Prepárense para una historia que mezcla política, energía y muchos millones! El ex canciller alemán, Gerhard Schröder, nuevamente se encuentra en el ojo del huracán mediático y político. Desde hace años, un manto de sospecha ha cubierto sus movimientos tras dejar la cancillería, específicamente sus lucrativos negocios con las gigantes energéticas rusas. Ahora, una comisión de investigación del Bundestag ha puesto el foco sobre él, buscando explicaciones sobre su rol en la construcción y promoción del polémico gasoducto Nord Stream.

La trama se remonta a los últimos días de su mandato. Poco antes de que Angela Merkel tomara las riendas del país, Schröder, aún canciller en funciones, selló un acuerdo crucial con Vladimir Putin para dar luz verde a Nord Stream 1. Este proyecto, una tubería submarina de 1.200 kilómetros que conectaría Rusia con la costa alemana, se presentó como la solución energética ideal, en un momento en que Alemania buscaba alejarse de la energía nuclear y apostar por el gas y el carbón. Un movimiento que, visto desde el presente, genera muchas preguntas.

El Salto de la Política a los Negocios Millonarios

De Canciller a Directivo: Un Ascenso Vertiginoso

Lo que ocurrió después de su salida del cargo fue lo que encendió todas las alarmas. Apenas unas semanas tras abandonar la Cancillería, Schröder fue nombrado presidente del consejo de supervisión de Nord Stream AG, un puesto que le reportaba 250.000 euros anuales. Pero la cosa no quedó ahí. Más tarde, se unió al Consejo de Administración de Rosneft, cobrando otros 600.000 euros al año. Las sospechas, que antes eran murmullos, se convirtieron en un clamor popular y mediático: ¿fueron estos nombramientos una recompensa por su gestión en el gobierno alemán?

La comisión de investigación del Bundestag, consciente de esta larga historia de interrogantes, ha decidido citarlo a declarar. Dada su edad (81 años) y estado de salud, Schröder compareció por videoconferencia, pero su reacción ante las preguntas fue de todo menos conciliadora. Cuando se le sugirió que sus contratos millonarios podían ser una contraprestación por facilitar el proyecto gasístico desde su posición en el gobierno, la respuesta fue airada. El ex canciller llegó a pedir al presidente de la comisión, Sebastian Ehlers, que «parara esto», mostrando una clara irritación.

Incluso sus antiguos camaradas del Partido Socialdemócrata (SPD) no pudieron evitar su incisiva curiosidad. Sus preguntas, lejos de ser benevolentes, también encontraron una barrera en Schröder, quien los interrumpió, exclamando: «¡No entiendo cuál es el punto para toda esta tontería!». Parece que el ex canciller no está dispuesto a dar su brazo a torcer ni a ofrecer respuestas fáciles a las preguntas que lo persiguen desde hace años.

La Polémica Fundación de Protección del Clima y el Escudo Contra EE. UU.

Un Proyecto con Muchas Sombras

Uno de los puntos clave de la investigación es la controvertida Fundación para la Protección del Clima de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Bajo el paraguas de esta fundación, se logró completar la infraestructura de Nord Stream 2 en 2021, a pesar de las amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos. Schröder ha defendido con vehemencia tanto la construcción del gasoducto como la creación de la fundación, argumentando que fue una «decisión extraordinariamente sensata para asegurar la demanda de energía, porque Rusia ha podido suministrar gas natural barato».

Para él, la fundación fue un «instrumento para evitar las intervenciones estadounidenses en nuestra política energética». Sin embargo, los parlamentarios quieren esclarecer quién fue el verdadero impulsor de su establecimiento y si Rusia pudo haber ejercido una influencia indebida. Les parece inconcebible que sus años de trabajo para empresas energéticas rusas, incluyendo su presidencia en la junta directiva de Nord Stream 2 AG, que aportó 20 millones de euros a la fundación, no estén directamente relacionados con estos eventos.

• Papel en la Fundación: Schröder asegura que trabajó en «estrecha cooperación» con Manuela Schwesig, presidenta regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, pero insiste en que no participó en el establecimiento ni en la redacción de los estatutos de la fundación.
• Origen de los Estatutos: Sobre quién redactó los estatutos, se encogió de hombros, afirmando no tener «ni idea» y sugiriendo que «sin duda, habrá sido un abogado bien formado». Sin embargo, las evidencias señalan que la idea surgió de Nord Stream 2 y que la misma empresa redactó los estatutos. El gobierno regional de Schleswig Holstein incluso recibió información de que fue el ministro de Estado Pegel quien los redactó, lo que sugiere que Nord Stream 2 AG utilizó al gobierno local como herramienta.

Cuando se le preguntó si mantuvo conversaciones con el gobierno alemán sobre las inminentes sanciones de Estados Unidos por Nord Stream, la respuesta fue evasiva: «Puede ser, no lo recuerdo», dijo. A pesar de todo el revuelo, Schröder sigue defendiendo la asociación energética germano-rusa como de «mayor valor» incluso hoy en día.

La Amistad con Putin: Un Vínculo Inquebrantable

Gerhard Schröder no ha negado su amistad con el actual presidente ruso, Vladimir Putin. Un lazo que, evidentemente, ha generado aún más controversia, especialmente después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. En aquel momento, Schröder se vio a sí mismo como un posible mediador de paz, aunque sin éxito, ya que, según sus propias palabras, Putin no le hizo caso.

Este episodio pone de manifiesto no solo la compleja red de intereses que rodean a los proyectos energéticos internacionales, sino también el delicado equilibrio entre la diplomacia política, los negocios y las relaciones personales. La investigación del Bundestag busca arrojar luz sobre una de las sagas más controvertidas de la política alemana reciente, y al parecer, todavía quedan muchos capítulos por escribir.

En Vinyl Station Radio, seguiremos de cerca este tipo de noticias que, aunque no son directamente musicales, nos muestran las intrincadas conexiones de poder que definen nuestro mundo. ¡Porque la cultura pop también se nutre de los vaivenes políticos y sociales!