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Qué papel jugó Trump en la victoria de Milei

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Qué papel jugó Trump en la victoria de Milei

Qué papel jugó Trump en la victoria de Milei

La victoria de Javier Milei en las pasadas elecciones legislativas en Argentina resonó con una fuerza particular, no solo en la región, sino hasta el otro lado del continente, en la esfera política de Estados Unidos. Lo que a primera vista podría parecer un evento meramente sudamericano, se convirtió en una celebración para el expresidente Donald Trump, quien se había implicado activamente en la campaña, no solo buscando un rescate económico para Argentina, sino también un firme aliado político en la figura de Milei.

Desde el mismísimo Air Force One, en pleno viaje entre Malasia y Japón, Trump no dudó en expresar su júbilo. «Ha sido una gran victoria en Argentina», manifestó con entusiasmo. Fue más allá, asegurando que Milei había recibido «mucha ayuda de nuestra parte, mucha ayuda», y destacando el «respaldo muy fuerte» que le había brindado. Para Trump, esta victoria fue «muy inesperada», especialmente considerando que «había gente que pensaba que sería difícil que ganara», pero el resultado fue contundente y con una ventaja notoria.

La Estrategia de Respaldo de Trump

El apoyo de Donald Trump a Javier Milei no fue una simple declaración de intenciones. Su implicación se tradujo en acciones concretas, destacando el rol fundamental de su equipo en este desenlace. Trump atribuyó una parte significativa del éxito a figuras clave de su administración, quienes trabajaron detrás de escena para allanar el camino de Milei.

  • Marco Rubio, el entonces secretario de Estado, fue señalado como un pilar en esta estrategia de apoyo.
  • En el ámbito económico, Scott Bessent (secretario de Estado) y Jamieson Greer (representante comercial) jugaron un papel crucial. Estos dos últimos fueron instrumentales en orquestar negociaciones financieras que resultaron ser un verdadero salvavidas para la economía argentina y, por ende, para la campaña de Milei.

Estas negociaciones incluyeron un intercambio de divisas por 20.000 millones de dólares, gestionado por el Tesoro de Estados Unidos, sumado a otros 20.000 millones de dólares provenientes de bancos estadounidenses. Este paquete de apoyo financiero fue decisivo en un momento de gran incertidumbre económica para Argentina, proveyendo la estabilidad necesaria para que la propuesta de Milei pudiera ganar tracción.

Un Rescate con Condiciones

Lo más fascinante de esta intervención de Trump fue cómo entrelazó el rescate financiero con el resultado electoral. A pesar de las dudas internas e incluso las críticas dentro de su propio círculo, que cuestionaban la asignación de recursos a otro país en lugar de a las necesidades de Estados Unidos, Trump mantuvo firme su posición. Transformó el apoyo financiero en una palanca política, enviando un mensaje claro tras la visita del entonces presidente argentino:

«Si gana, nos quedaremos junto a él. Pero si pierde, nos marchamos.»

Esta declaración no solo ataba el futuro financiero de Argentina a la victoria de Milei, sino que también inyectaba una dosis de urgencia y una clara señal de respaldo por parte de una de las figuras políticas más influyentes a nivel global. Fue una jugada audaz que demostró la profundidad del compromiso de Trump con el ascenso de Milei.

La Satisfacción Post-Electoral de Trump

Incluso antes de sus declaraciones desde el Air Force One, Trump ya había manifestado su complacencia con el resultado a través de su red social. En sus publicaciones, no solo felicitó a Milei, sino que afirmó que este estaba «haciendo un trabajo maravilloso», y que la «confianza en él ha sido justificada por el pueblo de Argentina». Esta temprana muestra de respaldo puso de manifiesto la estrecha relación y el interés mutuo que existía entre ambos líderes.

La victoria de Milei, con más del 40% de los votos y en un contexto de baja participación electoral (no superando el 70%, la cifra más baja desde la recuperación democrática en 1983), se convirtió en un hito no solo para Argentina, sino también para la política de alianzas que Donald Trump busca fomentar a nivel internacional. Este episodio subraya cómo la política exterior y las negociaciones económicas pueden ir de la mano, influyendo directamente en los resultados electorales de otras naciones.

En definitiva, la implicación de Trump, tanto en el aspecto financiero como en el respaldo público, fue un factor clave que no pasó desapercibido y que, sin duda, añadió un matiz internacional a la ya de por sí compleja y apasionante contienda política argentina. La victoria de Milei, desde esta perspectiva, fue también un claro triunfo para la estrategia y el estilo de Donald Trump en el tablero geopolítico.

Fuente original de la información: ABC – Javier Ansorena

Créditos de la imagen: efe

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