¿Qué pasó cuando la Cosa Nostra entró en la NBA?
¿Qué pasó cuando la Cosa Nostra entró en la NBA?
¡Prepárense para una de las historias más impactantes que ha sacudido el mundo del baloncesto y del crimen organizado! La NBA, esa liga que nos hace vibrar con canastas imposibles y jugadas de fantasía, está pasando por uno de sus momentos más oscuros y, sinceramente, más cinematográficos. ¿La razón? Una red de apuestas ilegales y partidas de póker fraudulentas que ha arrastrado a estrellas y exestrellas, y detrás de todo, ni más ni menos que la temible Cosa Nostra.
El FBI ha dado un golpe contundente, deteniendo a más de 30 personas. Entre los nombres que resuenan en esta trama digna de una película de gángsters, encontramos a Chauncey Billups, el actual entrenador de los Portland Trail Blazers, y a Terry Rozier, escolta de los Miami Heat. Pero esto no es solo un escándalo deportivo, es un entramado criminal con raíces profundas que ha dejado a la liga estadounidense temblando. Trece de los detenidos están directamente vinculados o son asociados de familias criminales italianas de renombre, como los Bonanno, los Gambino, los Genovese o los Lucchese.
Esto no es poca cosa. Estamos hablando de figuras con un peso considerable en el mundo del hampa. No son delincuentes de poca monta; son individuos con poder, bien conectados y con los recursos necesarios para llevar a cabo estafas de una magnitud asombrosa. Esta gente no se anduvo con chiquitas, y vamos a desgranar cómo operaban para que entiendan la gravedad del asunto.
El Gran Golpe en las Mesas de Póker
La modalidad de estafa en las partidas de póker era de lo más sofisticada. Desde 2019, la mafia organizaba estos eventos fraudulentos en lugares tan exclusivos como los Hamptons, Las Vegas, Miami y Manhattan. ¿El gancho? Atraer a jugadores de alto poder adquisitivo prometiéndoles la oportunidad de compartir mesa con leyendas del baloncesto. Imaginen la emoción de sentarse a jugar póker con una figura como Chauncey Billups o el exjugador de los Cleveland Cavaliers, Damon Jones. Era una trampa irresistible.
Una vez que el juego comenzaba, la alta tecnología entraba en acción. Utilizaban mesas especiales equipadas con rayos X e incluso lentes de contacto de última tecnología para leer las cartas de los oponentes. Así, tenían una ventaja total, asegurándose ganancias millonarias en apuestas. El fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, Joseph Nocella, ha revelado que las ganancias podían alcanzar una cifra escandalosa de hasta siete millones de dólares. Y para lavar todo ese dinero sucio, utilizaban transferencias bancarias y criptomonedas, demostrando su adaptabilidad a los métodos modernos de blanqueo.
La Cara Oscura de la Deuda
Pero el lado más oscuro de esta operación salía a relucir cuando alguna de las víctimas se negaba a pagar sus «deudas». Aquí es donde el brazo de la Cosa Nostra mostraba su verdadero rostro: aquellos que se atrevían a disentir eran asaltados a punta de pistola o extorsionados sin piedad hasta que saldaran cada céntimo que debían a la organización. Una prueba más de que la amenaza era real y las consecuencias, devastadoras.
Amaño de Partidos y el Vínculo con las Estrellas
Más allá de las mesas de póker, las noticias sobre el amaño de partidos han añadido otra capa a este escándalo. Se ha demostrado que Terry Rozier, ese escolta talentoso, bajó sus estadísticas de forma deliberada en varios encuentros para favorecer a los apostadores. La recompensa por esta traición al deporte no fue pequeña: se embolsó cerca de 200.000 dólares en metálico. Un golpe bajo para la integridad de la liga.
Ahora, la mirada se dirige hacia Damon Jones. Este exjugador es sospechoso de haber facilitado información privilegiada, lo que generó beneficios enormes en al menos siete partidos durante los últimos años. El caso más sonado tuvo lugar en la temporada 2022-23. Durante un crucial enfrentamiento entre Los Angeles Lakers y los Milwaukee Bucks, Jones habría filtrado la noticia de que la superestrella LeBron James no jugaría esa noche. Esta información, oro puro para los apostadores, permitió a sus contactos hacerse de grandes sumas al apostar por los Bucks.
La relación entre James y Jones se remonta a 2005, cuando compartieron vestuario en los Cleveland Cavaliers. Posteriormente, volvieron a coincidir en 2017, con Jones ejerciendo como asistente. Fue durante estos años que, según el FBI, se forjó una amistad que le permitió a Jones tener acceso privilegiado a la situación física de LeBron. Es importante destacar que, pese a esta conexión, la investigación considera a LeBron James como víctima y no como cómplice, un alivio para la imagen de la liga.
Conexiones Peligrosas y Consecuencias Inmediatas
El nombre que sobresale entre los cerebros de esta operación es Angelo Ruggiero Júnior, hijo del difunto capitán de los Gambino, Angelo ‘Quack Quack’ Ruggiero. Este último fue una figura muy cercana al legendario gánster neoyorquino John Gotti en los años 80, lo que nos da una idea del linaje y la seriedad de los individuos involucrados. Esto no es un juego, es una operación a gran escala que utilizó la reputación de figuras del baloncesto para el beneficio de una organización criminal.
Las consecuencias no se han hecho esperar. Damon Jones ya estaba fuera de la NBA desde hace años, pero la situación de Chauncey Billups es diferente. Tras haber iniciado su quinta temporada al frente de los Blazers, ha sido expulsado de forma inmediata y despedido fulminantemente por el equipo de Oregón. Para cubrir el puesto, han fichado al mítico exjugador brasileño Tiago Splitter, quien asume el cargo de forma interina. En cuanto a Terry Rozier, al igual que Jontay Porter en su momento, su carrera en la NBA ha llegado a su fin. No volverá a pisar una cancha de la liga.
Pero la preocupación persiste. Los medios estadounidenses advierten que estos no serán los últimos en caer. La investigación del FBI sigue en marcha y parece que aún quedan muchos capítulos por escribir en este oscuro episodio que ha expuesto la vulnerabilidad de la NBA ante las garras del crimen organizado. El baloncesto, más allá de la cancha, enfrenta un desafío enorme para preservar su integridad y su buen nombre.
Fuente original de la información: ABC – Pablo Lodeiro
Créditos de la imagen: reuters