¿Qué secreto esconde la cadera de Lenny Kravitz en su explosivo regreso a Madrid?

¿Qué secreto esconde la cadera de Lenny Kravitz en su explosivo regreso a Madrid?
Las redes sociales están que arden con un vídeo de Jesús Maestro, un verdadero maestro de la palabra que, con su inconfundible estilo, sentencia que el arte no está destinado únicamente a entretener, sino que debe provocar, incitar y, en ocasiones, herir. Este tipo de reflexiones nos hacen pensar que la máxima forma de arte debería ser aquella que inspira nuevas creaciones. Y hoy, con estos pensamientos flotando en el aire, Lenny Kravitz aterriza en Madrid, y el Movistar Arena está completamente lleno de expectación.
El regreso de un ícono
Con un nuevo disco bajo el brazo, titulado ‘Blue Electric Light’, Kravitz llega a la capital española dispuesto a dar un show inolvidable, lleno de rock puro y momentos de magia. Mientras las luces se apagan, la energía en el ambiente alcanza su punto máximo, y el público está dispuesto a vibrar con cada acorde que suene.
El espectáculo comienza con ‘Bring it On’, donde el escenario se ilumina con llamaradas espectaculares y la banda se presenta con una impresionante alineación: Craig Ross, un guitarrista que aporta un aire similar al de Howard Stern; un diabólico bajista que hace vibrar las cuerdas como si fuera un ángel; y la talentosa Jas Kayser, una antigua compañera de Kravitz que, lejos de desentonar, parece incluso mejor que hace diez años.
Un despliegue de talento y versatilidad
La primera canción que se presenta del nuevo álbum es ‘TK421’. En un instante, Kravitz deja a un lado su guitarra Flying V, sacando a relucir su lado más sensual mientras su cadera afloja y contonea de manera electrizante. Este nuevo estilo más actualizado, con un beat que invita casi a rapear, muestra una faceta renovada del artista.
Los movimientos de Kravitz son cautivadores, con un aire que recuerda a divas que desfilan en las pasarelas de Milán, evocando a leyendas como Mick Jagger, Chuck Berry, Elvis y Michael Jackson. La pregunta que queda es: ¿qué es lo que realmente hay detrás de esta cadera hipnótica? ¿Es un talento sobrenatural, o simplemente magia escénica?
Un viaje musical inolvidable
A lo largo del show, la variedad de géneros es asombrosa. Desde rock clásico hasta funk y pop orquestado, Kravitz dedica su repertorio a un viaje musical donde la profundidad es la protagonista. En ‘Stillness of Heart’, una balada de pop radiofónico, el primer bloque de canciones asombra al público por su diversidad. Cada tema es una experiencia única que abre la mente de los asistentes a la riqueza musical que ofrece Kravitz.
- ‘Honey’: Un claro ejemplo de su talento como crooner.
- ‘It ain’t over till it’s over’: Un himno que resuena en todos los corazones.
- ‘Again’ y ‘American Woman’: Éxitos infaltables que desatan la euforia del público.
Con cada nota, el ambiente se torna más electrizante, y la interacción con el público se vuelve palpable. Kravitz, consciente de su estatus como uno de los últimos rockstars en activo, se deja llevar por la energía de los fans, mientras que Jas mantiene el ritmo constante, actuando casi como un metrónomo que guía a la banda.
El cierre y un mensaje de amor
La noche avanza hacia su clímax con ‘Are you gonna go my way?’, una de las canciones más emblemáticas del artista, que todos reciben con los brazos abiertos. Tras un tiempo de «despedida», el Movistar Arena clama por más, y después de un respiro, Kravitz regresa al escenario para una última entrega: ‘Let love rule’. Este cierre, cargado de un mensaje poderoso sobre el amor, nos recuerda que, a menudo, las palabras pueden sonar a cliché, pero llevan consigo un peso significativo.
Reflexionando sobre la noche, lo que queda son el «vaivén» de las emociones y la profunda conexión musical que se experimentó. Una experiencia que seguramente tendrá resonancia en la vida de quienes tuvieron el privilegio de asistir.
Con cada acorde y cada movimiento, Lenny Kravitz reafirma su posición no solo como un artista, sino como un verdadero ícono del rock y un maestro en evocar sentimientos. Quizá la misión es seguir empujando esa rueda, porque en el arte, como en la vida, siempre hay algo más que descubrir.
Fuente original de la información: ABC – Arcadio Falcón
Créditos de la imagen: San Bernardo