Trump convoca a líderes mundiales por Gaza y deja a España fuera
Trump convoca a líderes mundiales por Gaza y deja a España fuera
¡Atención, melómanos y amantes de la actualidad! La escena internacional se calienta, y no precisamente por el último lanzamiento de tu banda favorita. Nos llegan noticias de que Donal Trump está moviendo fichas en el tablero geopolítico, impulsando una cumbre de líderes internacionales para abordar la situación en Gaza. Esta cita de alto nivel se celebrará en Egipto a principios de la próxima semana, coincidiendo con la presencia del presidente estadounidense en la región para la esperada firma del acuerdo de paz entre Israel y Hamás.
Imagina el ambiente: las pirámides como telón de fondo para un encuentro que busca sentar las bases de una paz duradera. La cumbre, organizada por el anfitrión egipcio, el presidente Abdul Fatah al Sisi, promete reunir a figuras clave de la política mundial. Los detalles que van trascendiendo dibujan un panorama internacional muy concreto, con ausencias que, sin duda, darán que hablar.
El gran objetivo: Más allá del acuerdo de paz
Pero no nos engañemos, la ambición de esta cumbre va mucho más allá de simplemente celebrar el acuerdo inicial entre el gobierno de Benjamín Netanyahu y la organización palestina. Aunque la liberación de rehenes, el repliegue militar en Gaza y la entrada de ayuda humanitaria son pasos cruciales y forman parte de la primera fase del plan de veinte puntos impulsado por Trump, el verdadero plato fuerte de este encuentro es asegurar el futuro.
La cumbre busca, sobre todo, recabar el máximo apoyo internacional para la segunda fase del intrincado plan de Trump. Y es aquí donde la cosa se pone realmente compleja y decisiva para el futuro de la región. Los objetivos a largo plazo son ambiciosos y fundamentales para una estabilidad genuina:
- La reconstrucción de Gaza: Tras años de conflicto, la rehabilitación de la Franja es una tarea monumental que requerirá un esfuerzo concertado.
- Una transición política: Se busca un gobierno de tecnócratas palestinos que cuente con el respaldo de potencias árabes y de Estados Unidos.
- El desarme y desmantelamiento de Hamás: Un paso controversial pero que se considera clave para la seguridad en la zona.
- La reforma de la Autoridad Palestina: Vital para una gobernanza efectiva y representativa.
- Y, en un horizonte que se antoja lejano e incierto: la autodeterminación y la creación de un Estado palestino. Un sueño que muchos anhelan ver realizado.
Es evidente que Trump está apostando fuerte, buscando alinear a una importante amalgama de actores internacionales para estas fases que definirán el futuro de la región. La implicación de tantos países diferentes subraya la magnitud y la delicadeza de los retos que se avecinan.
Un elenco de invitados de alto vuelo
La lista de invitados a esta cumbre es un auténtico quién es quién del poder global, especialmente en la región y entre los aliados clave. No faltarán pesos pesados como Arabia Saudí, Jordania, Turquía, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, naciones con una influencia innegable en el Oriente Medio. Además, se espera la presencia de países árabes de gran relevancia, como Indonesia, la nación con la mayor población musulmana del planeta, lo que subraya la amplitud de miras del evento.
Pero la convocatoria no se detiene ahí. Europa también tendrá su representación destacada, con países que han demostrado un interés y una actividad significativos en el conflicto. Alemania, por ejemplo, ha cooperado activamente en los esfuerzos de mediación de Egipto. Francia, por su parte, ha liderado una importante ola internacional de reconocimientos al Estado de Palestina. Reino Unido, con su histórica relación con Israel y Palestina, también será parte, y se rumorea que el exprimer ministro Tony Blair podría jugar un papel crucial en un posible gobierno de transición en Gaza. Finalmente, Italia, con su presidenta Georgia Meloni manteniendo una excelente relación con Trump, también figura entre los invitados, tras haber sido ya parte de la invitación para la firma del acuerdo de paz.
El gran ausente: España y la fractura diplomática
Sin embargo, en este selecto grupo de líderes mundiales, hay una notable ausencia que resuena con fuerza: España. A pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado su asistencia a la firma del acuerdo de paz en Egipto, las indicaciones actuales no apuntan a su participación en esta cumbre internacional sobre Gaza. Esta noticia llega en un momento de tensión diplomática para España con Estados Unidos.
Horas antes de conocerse los planes de la cumbre, Trump ya había hecho una declaración significativa desde la Casa Blanca, deslizando que la OTAN debería «expulsar» a España. Esta propuesta no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una creciente fricción en las relaciones diplomáticas bilaterales. El desencadenante principal parece ser la oposición de Sánchez a sumarse al aumento del gasto en Defensa exigido por el presidente estadounidense y respaldado por otros países europeos. A pesar de que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, defendió la «clave, absolutamente clave» participación de España en el proceso de paz, especialmente por su liderazgo en el reconocimiento del Estado de Palestina, la realidad es que el gobierno español parece haber quedado descolocado en este trascendental proceso.
La situación es, como mínimo, delicada. Mientras el socio de coalición de Sánchez, Sumar, proponía una conferencia de paz en Madrid, la verdadera acción geopolítica parece desarrollarse lejos de sus dominios, dejando a España en una posición comprometida en el escenario global.
La cumbre está programada para celebrarse en Egipto este lunes por la noche o el martes por la mañana. Será un evento intenso, que seguirá a la visita de Trump al Knesset, el parlamento de Israel, su encuentro con familiares de los rehenes que serán liberados y, finalmente, su llegada a Egipto para la firma del acuerdo. Sin duda, serán días de alta tensión y decisiones cruciales que los ojos del mundo seguirán atentamente.
Fuente original de la información: ABC – Javier Ansorena
Créditos de la imagen: efe