Algo aterrizó en un apartamento de Rostov y obligó a evacuar a cientos de personas

La noche en Rostov, una ciudad clave en el sur de Rusia, se convirtió en una escena sacada de una película de acción. Lo que parecía una noche cualquiera se vio interrumpido por la cruda realidad de un conflicto que no deja de escalar. La noticia es impactante: algo aterrizó en el balcón de un apartamento y provocó la evacuación de cientos de personas en plena madrugada.
Imagínate la escena: en mitad de la noche, un ruido extraño, y al despertar, la noticia de que un objeto no identificado pero potencialmente letal se ha incrustado en un edificio residencial. La tensión y el miedo se apoderaron de un bloque de apartamentos, obligando a una movilización masiva y urgente.
Alerta máxima en plena noche: un dron sin detonar
La información, confirmada por las autoridades locales, detalla una operación de evacuación a gran escala. Según Yuri Slyusar, el gobernador interino de la región de Rostov, la decisión se tomó como una medida de precaución ineludible. A través de la aplicación de mensajería Telegram, un canal habitual para las comunicaciones oficiales en la zona, Slyusar informó: «Se descubrió un proyectil (de dron) sin detonar en uno de los apartamentos». Este hallazgo activó todas las alarmas.
Como resultado, un total de 320 residentes del edificio tuvieron que abandonar sus hogares a toda prisa mientras los equipos de emergencia se hacían cargo de la situación. Para garantizar su seguridad y bienestar, los evacuados fueron trasladados temporalmente a una escuela cercana. Allí esperaron, con la incertidumbre a flor de piel, mientras los expertos en desactivación de bombas trabajaban para neutralizar la amenaza y asegurar la zona.
Los daños y el impacto en la comunidad
Aunque el proyectil no llegó a explotar, el ataque no estuvo exento de consecuencias. El alcalde de Rostov del Don, Alexandr Skryabin, confirmó que la incursión de los drones causó daños en varias estructuras de la ciudad. Varios edificios de apartamentos sufrieron el impacto, con ventanas rotas y fachadas dañadas. Afortunadamente, las consecuencias humanas fueron limitadas, aunque no nulas. Se informó que tres personas, incluido un niño, resultaron levemente heridas a causa de los escombros y el caos generado.
Este incidente pone de manifiesto cómo el conflicto está afectando directamente a la vida de los civiles, lejos de las líneas del frente más conocidas. La normalidad se rompe en un instante, y la seguridad del propio hogar deja de ser una garantía. La evacuación nocturna y el traslado a un refugio improvisado es un recordatorio palpable de la fragilidad de la paz en la región.
El contexto: una guerra que se libra en el aire
Este suceso no es un hecho aislado. El Ministerio de Defensa ruso ofreció una perspectiva más amplia de lo ocurrido esa noche. Según sus informes, las defensas antiaéreas lograron destruir un total de 13 drones ucranianos que sobrevolaban la región de Rostov. Esta cifra sugiere un ataque coordinado y de mayor envergadura, del cual el dron que cayó en el apartamento fue solo una parte.
Es importante señalar que, como suele ocurrir en este conflicto, la información es difícil de contrastar. Agencias de noticias internacionales como Reuters no han podido verificar de forma independiente los detalles proporcionados por las autoridades rusas, y desde Kiev no ha habido una reacción inmediata. Ambas partes en la guerra, que comenzó con la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, niegan sistemáticamente que sus ataques tengan como objetivo a la población civil.
Mientras la tensión aumentaba en Rostov, las noticias desde el frente de batalla en Ucrania seguían fluyendo. Casi simultáneamente, el Ministerio de Defensa de Moscú anunció que sus fuerzas habían tomado el control de la aldea de Fedorivka, ubicada en la estratégica región oriental de Donetsk. Este avance en el terreno subraya que la guerra continúa activa y encarnizada en múltiples frentes, tanto en el campo de batalla tradicional como en el cielo de las ciudades.
En definitiva, lo ocurrido en Rostov es un reflejo de una nueva era en la guerra moderna, donde la tecnología de los drones borra las distancias y lleva el peligro a la puerta de casa de cualquiera. Para los residentes de ese edificio, la noche del martes será recordada como aquella en la que la guerra, literalmente, llamó a su puerta.
Fuente original de la información: ABC – ABC
Créditos de la imagen: afp