Así funcionaba el cerebro financiero del Tren de Aragua en Chile

Un golpe maestro al corazón financiero del crimen organizado
La lucha contra el crimen organizado acaba de vivir un capítulo clave en Chile. Olvídate de las típicas redadas a pie de calle; esta vez, las autoridades chilenas han asestado un golpe directo a la sala de máquinas de una de las bandas más temidas del continente: el Tren de Aragua. En una operación masiva y coordinada, la Policía de Investigaciones (PDI) ha desmantelado la sofisticada red que se encargaba de lavar y movilizar el dinero sucio de la organización, revelando un esquema que funcionaba con una precisión casi corporativa.
Este martes, en un operativo que se extendió por varias ciudades del país, cayeron 52 personas, de las cuales 47 son de nacionalidad extranjera. Pero lo que realmente ha sorprendido a todos no es solo la cantidad de detenidos, sino su perfil. No estamos hablando de sicarios o traficantes, sino de los «cerebros financieros», el motor económico que mantenía aceitada la maquinaria de terror del Tren de Aragua. Esta operación no solo corta un flujo de capital vital para la banda, sino que expone la nueva cara del crimen transnacional, una que se camufla a plena luz del día.
El perfil inesperado: testaferros con papeles en regla
Lo más impactante de esta investigación es el tipo de persona que la organización reclutaba para sus operaciones financieras. Según las autoridades, la mayoría de los detenidos no encaja en el estereotipo del criminal que vive en la clandestinidad. De hecho, 29 de los implicados se encontraban en situación migratoria regular en Chile. Lejos de operar desde las sombras, estos individuos se valieron del sistema formal bancario para ejecutar sus actividades ilícitas, abriendo cuentas y moviendo fondos como cualquier otro ciudadano.
Estos testaferros, o «hombres de paja», eran la fachada legal de una red criminal multimillonaria. Su tarea era simple pero crucial: abrir cuentas corrientes en diversos bancos chilenos para recibir los fondos provenientes de las actividades más oscuras de la banda, como secuestros, extorsiones, tráfico de personas, homicidios y narcotráfico. Una vez el dinero entraba al sistema, comenzaba un complejo proceso para blanquearlo y enviarlo al extranjero, lejos del radar de las autoridades.
Más de 13 millones de dólares en una telaraña financiera
La escala de la operación es sencillamente abrumadora. La red manejaba una impresionante cartera de más de 250 cuentas bancarias, las cuales ya han sido congeladas por orden judicial. A través de este entramado, lograron blanquear la asombrosa cifra de más de 13,5 millones de dólares. Este patrimonio, acumulado durante los últimos años, no solo se movía en monedas tradicionales, sino que también utilizaban criptomonedas y billeteras digitales para dificultar aún más su rastreo.
La estructura era tan sofisticada que les permitía enviar dinero a múltiples destinos internacionales, creando una red global de lavado de activos. Los fondos eran transferidos a través de cajeros automáticos y otros sistemas de transacciones a países como:
- Colombia
- Venezuela
- Estados Unidos
- México
- Paraguay
- Ecuador
- España
Esta diversificación geográfica no solo servía para blanquear el dinero, sino también para financiar las operaciones de la banda en otros territorios, demostrando el alcance y la ambición internacional del Tren de Aragua.
La nueva estrategia: atacar las finanzas para desmantelar la organización
El Fiscal General, Ángel Valencia, fue claro al señalar que esta operación marca un antes y un después en la forma de combatir a estas mafias. «La comunidad había podido ver que estábamos dirigiendo las investigaciones y se estaban llevando a juicio a los autores de los delitos, generalmente los más violentos (…) pero el crimen organizado se desarticula no solo buscando a quienes cometen estos delitos, sino que principalmente atacando sus finanzas«, afirmó.
Esta declaración resalta un cambio de paradigma fundamental. Perseguir a los ejecutores es necesario, pero atacar el flujo de capital es lo que realmente ahoga y debilita a la estructura completa. Sin dinero para pagar a sus miembros, comprar armas o corromper funcionarios, la capacidad operativa de la banda se reduce drásticamente. Esta investigación, que se prolongó por más de un año, es el resultado de esa nueva visión estratégica.
Además, este golpe financiero está directamente conectado con otros casos de alto perfil contra la organización. La investigación se vincula con la facción conocida como el «Tren del Mar», que operaba en la región de Valparaíso. Quince miembros de esta célula se enfrentan actualmente a penas que, en conjunto, superan los 900 años de cárcel por delitos como tráfico de drogas, secuestro y homicidio calificado. Mientras los brazos violentos de la organización enfrentan la justicia, ahora también lo hacen quienes movían los hilos desde las sombras financieras, cerrando el círculo en una de las ofensivas más completas contra el crimen organizado en la historia reciente de Chile.
Fuente original de la información: ABC – María J. Errázuriz
Créditos de la imagen: Efe