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¿Desafío a Bruselas? Lo que Eslovaquia ha hecho para frenar a la UE

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¿Desafío a Bruselas? Lo que Eslovaquia ha hecho para frenar a la UE

¿Desafío a Bruselas? Lo que Eslovaquia ha hecho para frenar a la UE

El panorama político europeo está vibrando con un nuevo y audaz movimiento desde Eslovaquia. Lejos de pensar en una salida de la Unión Europea, como la traumática experiencia del Brexit, el gobierno eslovaco está buscando una forma diferente de controlar la influencia del derecho comunitario en sus asuntos internos. Imagínate el pulso que esto representa, un verdadero desafío a las bases mismas de la UE, y que podría tener repercusiones significativas no solo para Eslovaquia, sino para toda la dinámica europea. La cuestión clave es si esta estrategia podrá mantenerse sin que se activen mecanismos que limiten el acceso a los codiciados fondos europeos, algo que ya hemos visto con Hungría y Polonia. Por ahora, el primer ministro Robert Fico ha logrado un triunfo importante ante una parte de su electorado, ese que mira con recelo a Bruselas y que tiene una inclinación más cercana a Rusia.

Eslovaquia marca un nuevo rumbo: primacía del derecho nacional

La semana pasada, el Parlamento eslovaco dio un golpe sobre la mesa al aprobar una enmienda constitucional que reescribe las reglas del juego. Esta enmienda establece que, en aspectos tan sensibles como la identidad cultural, la ética, la salud y la educación, la ley eslovaca tendrá prioridad sobre las normativas de la Unión Europea. Esto no es un detalle menor; representa una confrontación directa con el principio de supremacía del derecho comunitario, una pieza fundamental del engranaje jurídico de la UE.

Piensa en esto como una jugada audaz, casi como un rockstar que decide reinterpretar las reglas del escenario. Eslovaquia busca redefinir su relación con Bruselas sin abandonar la sala de conciertos, pero sí con sus propias condiciones. El objetivo, según sus impulsores, es proteger y preservar lo que consideran esencialmente eslovaco.

Medidas controvertidas para ganar adeptos

Para asegurar el apoyo necesario a esta enmienda, la propuesta incluyó una serie de medidas que han generado un intenso debate. Con la mira puesta en el voto más conservador, se añadieron restricciones significativas a los derechos de las minorías sexuales. ¿Qué implica esto? Varias cosas:

  • Solo se reconocerán dos géneros oficialmente.
  • La gestación subrogada quedará totalmente prohibida.
  • Para que se imparta educación sexual en las aulas, se requerirá el consentimiento expreso de los tutores legales.
  • Únicamente se permitirá la adopción a parejas casadas.

La inclusión de todas estas disposiciones en un solo paquete de votación fue un movimiento estratégico. La oposición conservadora, en señal de protesta, decidió boicotear la sesión. A pesar de esto, de los 99 diputados presentes, 90 votaron a favor, lo que evidencia la fuerza y el respaldo que esta iniciativa ha conseguido en el círculo político eslovaco. Es un momento decisivo que está reconfigurando el panorama social y legal del país.

El discurso de Fico: un «muro de protección» contra el progresismo

El primer ministro Robert Fico no ha dudado en justificar esta reforma con un discurso potente y cargado de simbolismo. Ha argumentado que, para salvaguardar las «tradiciones, el patrimonio cultural y espiritual de nuestros antepasados», es imperativo levantar un «muro de protección constitucional contra la política progresista». Fico insiste en que el «sentido común» debe volver a ser el pilar de la toma de decisiones.

Ha calificado la aprobación de esta enmienda como un «paso histórico» para «defender la soberanía legislativa» de Eslovaquia frente a lo que percibe como «imposiciones progresistas» de Bruselas. Su narrativa se inserta en un contexto de rescate nacional, posicionando a Eslovaquia como un bastión frente a un supuesto «colapso de las sociedades occidentales». Este discurso, cargado de matices prorrusos y euroescépticos, no es casual. Fico es uno de los pocos líderes europeos que mantiene una línea directa con el Kremlin, incluso en medio del conflicto en Ucrania, lo cual añade otra capa de complejidad a esta situación.

Reacciones y las posibles consecuencias

La iniciativa eslovaca está destinada a chocar de frente con la legislación vigente, tanto a nivel nacional como europeo. La Comisión de Venecia, un influyente órgano asesor del Consejo de Europa compuesto por expertos en Derecho Constitucional, ya ha lanzado una advertencia a Eslovaquia. Su argumento es claro: los estados miembros del Consejo de Europa no deben generar conflictos entre «cuestiones culturales» y los acuerdos internacionales que han suscrito. Recordemos que, al unirse a la Unión Europea en 2004, Eslovaquia se comprometió a respetar los derechos fundamentales, un pilar innegociable de la membresía.

Las voces de la oposición no se han hecho esperar. Michal Simecka, líder de Progresívne Slovensko (PS), el principal partido opositor, ha calificado la votación de «vergonzosa». Simecka advierte que esta enmienda no solo perjudicará al pueblo eslovaco, sino que también pondrá en tela de juicio la posición de Eslovaquia dentro de la Unión Europea. Ha lamentado lo que considera una «traición» de algunos diputados opositores que optaron por alinearse con el populismo en lugar de defender los valores europeos, sugiriendo una posible fractura dentro de los partidos políticos.

La preocupación de Amnistía Internacional

Para Rado Sloboda, director de Amnistía Internacional en Eslovaquia, la situación es «devastadora». Describe este momento como un «momento aciago en la historia de Eslovaquia», una reforma que reabre heridas en grupos ya marginados y que empuja al gobierno de Fico a seguir los pasos de Hungría en su distanciamiento de los principios europeos. Sloboda es contundente al afirmar que «cada paso que Eslovaquia dé para tomar distancia de la Unión Europea es un paso encaminado a caer bajo la influencia de Rusia».

Un gobierno con una agenda clara

Robert Fico, líder del partido Smer (Sociálna demokracia Smer-SD), una formación que ha evolucionado de socialdemócrata nacionalista a posiciones decididamente euroescépticas y prorrusas, no es ajeno a este tipo de movimientos controvertidos. Tras las elecciones de 2023, formó un gobierno de coalición con Hlas-SD, una escisión de Smer, y el Partido Nacional Eslovaco (SNS), una formación ultranacionalista con claras conexiones rusas. El SNS ha sido un impulsor clave de esta reforma, exigiéndola como condición para mantener su apoyo a la coalición.

Esta no es la primera vez que Fico sacude el escenario político. Anteriormente, ya había puesto fin a la ayuda militar eslovaca a Ucrania y se había negado a aprobar el 18.º paquete de sanciones de la UE contra Rusia, calificándolo de «absurdo». Aunque finalmente cedió en este último punto, lo hizo con la justificación pragmática: «Quien vive con lobos, tiene que aullar con ellos». Además, ha bloqueado cualquier intento de Ucrania de unirse a la OTAN. Estos movimientos dibujan un perfil claro de un líder dispuesto a desafiar consensos y redefinir la política exterior y social de su país con una visión muy particular.

El futuro nos dirá si esta estrategia eslovaca consigue sus objetivos sin pagar un alto precio, o si la UE decide tomar medidas contundentes. Lo que está claro es que la música en la estación europea ha subido un escalón en intensidad, y Eslovaquia ha decidido tocar su propia sinfonía.

Fuente original de la información: ABC – Rosalía Sánchez

Créditos de la imagen: AFP

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