El giro judicial que permite juzgar a los prófugos de la AMIA

Un Grito de Justicia que Tarda Tres Décadas en Llegar
Hay heridas que, por más que pase el tiempo, siguen abiertas. La historia del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) es una de ellas. Han pasado casi 31 años desde que una bomba destrozó el corazón de Buenos Aires, dejando un saldo de 85 personas fallecidas y más de 150 heridos. Tres décadas de preguntas sin respuesta, de dolor y de una sensación de impunidad que calaba hondo. Pero esta semana, la historia dio un giro que podría cambiarlo todo.
En una decisión que ya se considera histórica, la justicia argentina ha dado luz verde para realizar un juicio en ausencia a los diez acusados de planificar y ejecutar el ataque. Esta medida, impulsada por el juez Daniel Rafecas, rompe con décadas de parálisis judicial y abre una puerta, por fin, a la rendición de cuentas. Se trata de un momento clave, no solo para las familias de las víctimas, sino para todo un país que ha cargado con el peso del atentado terrorista más brutal de su historia.
Hasta hace muy poco, la idea de juzgar a alguien sin que estuviera presente en el tribunal era impensable en Argentina, ya que se consideraba una violación al derecho fundamental de una defensa legítima. Sin embargo, una ley aprobada por el Congreso a principios de este año cambió las reglas del juego, permitiendo este mecanismo para casos de extrema gravedad. Y no hay caso más grave y simbólico en la memoria reciente del país que el de la AMIA.
¿Quiénes Están en el Banquillo Vacío?
Los acusados no son delincuentes comunes. Se trata de una red que incluye a altos funcionarios del gobierno iraní de la época y a miembros clave de la organización libanesa Hizbolá. Desde 2006, todos ellos se encuentran prófugos, con pedidos de captura internacional emitidos por Interpol que, hasta ahora, no han dado frutos. Han logrado evadir la justicia, pero este nuevo escenario judicial busca que sus nombres y sus acciones sean finalmente juzgados, estén donde estén.
Los Nombres Detrás de la Trama
La lista de imputados es un claro indicador de la magnitud geopolítica del atentado. La justicia busca sentar en el banquillo (aunque sea simbólicamente) a:
- Alí Fallahijan
- Alí Akbar Velayati
- Mohsen Rezai
- Ahmad Vahidi
- Hadi Soleimanpour
- Mohsen Rabbani
- Ahmad Reza Asghari
- Salman Raouf Salman
- Abdallah Salman
- Hussein Mounir Mouzannar
Sobre ellos pesa una acusación gravísima: homicidio doblemente agravado, cometido con premeditación por dos o más personas y motivado por odio racial, religioso y étnico. La justicia argentina sostiene que el ataque se gestó desde una estructura de inteligencia clandestina que operaba en el país desde los años 80, una trama de espionaje y terror que culminó en la tragedia de 1994.
El Argumento Judicial: ¿Por Qué se Puede Ahora?
La resolución del juez Rafecas, contenida en un documento de casi 150 páginas, es contundente. Explica que los juicios en ausencia son una herramienta crucial para que la justicia no quede paralizada cuando un acusado decide evadir el proceso. Como señala el magistrado, en crímenes internacionales de esta escala, los responsables suelen ser «líderes militares o políticos con recursos para ocultarse o huir a países sin extradición». Sin esta opción, la impunidad podría ser eterna, dejando a las víctimas sin ninguna posibilidad de justicia.
Este mecanismo, sin embargo, no se aplicará a cualquier delito. Está reservado para los crímenes más graves contemplados en el Estatuto de Roma, como el terrorismo y los crímenes de lesa humanidad. Además, solo puede activarse cuando los acusados llevan prófugos más de cuatro meses. En el caso AMIA, los pedidos de extradición a Irán y Líbano han sido sistemáticamente ignorados entre 2006 y 2023, creando un callejón sin salida que esta nueva medida busca romper.
Un Caso con Múltiples Ecos Políticos
El caso AMIA es una telaraña de implicaciones políticas que sigue resonando hoy. Esta decisión judicial llega en un momento en que la responsabilidad de Irán ha sido confirmada por informes de inteligencia desclasificados recientemente en Argentina, los cuales revelan que los terroristas contaban con redes de apoyo en países vecinos como Paraguay, Chile y Brasil.
La causa también ha tenido réplicas en la política interna. La ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue enviada a juicio oral por la Corte Suprema de Justicia por la firma de un controvertido memorándum de entendimiento con Irán, un pacto que, según sus críticos, buscaba encubrir a los responsables del atentado. Este nuevo juicio en ausencia, por lo tanto, no solo busca cerrar el capítulo del ataque en sí, sino también arrojar luz sobre las complejas maniobras políticas que lo rodearon durante años.
Después de 31 años de espera, la justicia argentina ha decidido que el silencio y la evasión ya no son una opción. Este juicio será, sin duda, un proceso complejo y sin precedentes, pero representa el paso más firme que se ha dado en décadas para ofrecer algo de paz a las víctimas y para enviar un mensaje claro: la justicia, aunque tarde, puede llegar.
Fuente original de la información: ABC – Guadalupe Piñeiro Michel
Créditos de la imagen: reuters