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Ganó la etapa pero su misión era otra

Ganó la etapa pero su misión era otra El ciclismo es un deporte de estrategias complejas, de sacrificios silenciosos y de victorias que, a veces, esconden una h...






Ganó la etapa pero su misión era otra

El ciclismo es un deporte de estrategias complejas, de sacrificios silenciosos y de victorias que, a veces, esconden una historia mucho más grande. La etapa de hoy en La Vuelta a España, con final en el majestuoso paraje de La Farrapona y sus lagos de Saliencia, ha sido el ejemplo perfecto. Marc Soler ha levantado los brazos, pero su celebración tenía un doble significado: el triunfo personal y el cumplimiento casi perfecto de una misión de equipo que está poniendo la carrera patas arriba.

En un escenario natural que quita el aliento, entre los valles asturianos donde habitan los osos, el ciclista catalán se coronó como el rey del día. Pero no nos engañemos, esta Vuelta no es solo una competición, es una sinfonía magistralmente dirigida por el UAE Team Emirates, un auténtico «Dream Team» que está convirtiendo la ronda española en su jardín privado.

La apisonadora del UAE: un monólogo en tres semanas

Para entender la victoria de Soler, primero hay que poner el foco en su equipo. El UAE es una constelación de estrellas donde ciclistas del calibre de Marc Soler, que serían líderes indiscutibles en cualquier otra formación de primer nivel, asumen roles de gregarios. Pero no de cualquier tipo: son piezas de lujo en un ajedrez diseñado para ganar a lo grande. Con la de hoy, el equipo emiratí ya suma siete victorias en catorce etapas. Es decir, han ganado la mitad de lo que se ha disputado. Un dominio abrumador que habla de una planificación y un poderío económico sin igual.

Esta abundancia de talento, que para muchos directores sería un problema de egos, es gestionada por Joxean Fernández «Matxín» con una inteligencia táctica brutal. El equipo no solo controla el pelotón, sino que lanza cohetes en cada etapa clave. Hoy, mientras Soler cabalgaba en solitario hacia la gloria, sus compañeros hacían sonar los tambores de guerra por detrás, preparando el terreno para el verdadero objetivo: asaltar el liderato de Jonas Vingegaard.

Un plan B que se convirtió en el Plan A

Aquí es donde la historia se pone realmente interesante. Marc Soler formaba parte de la escapada del día, pero no era un electrón libre. Su presencia en la cabeza de carrera era una jugada maestra. Mientras ascendían el tremendo puerto de San Lorenzo, la estrategia era clara: si el líder del equipo, Joao Almeida, lograba soltar a Vingegaard, la misión de Soler cambiaría en un segundo. Debía detenerse, esperar a su compañero y ayudarle a abrir un hueco definitivo.

“Teníamos calculado el tiempo”, confesó un Soler eufórico pero sereno en la meta. “Si Almeida soltaba a Vingegaard, yo debía parar para ayudarlo”. Esta declaración muestra una madurez y un compromiso total. Hace años, en su etapa en Movistar, un episodio similar provocó una sonada rebelión del catalán contra las órdenes de equipo. Hoy, la actitud es otra. “Estaba tranquilo”, aseguró, demostrando que su rol en la estructura del UAE está perfectamente asumido.

El verdadero campo de batalla: Almeida contra Vingegaard

La victoria de Soler es la guinda, pero el pastel se está cocinando en el grupo de los favoritos. La Vuelta ha pasado por dos colosos de alta montaña en Asturias y la sensación general es que algo está cambiando. Joao Almeida, el corredor portugués de ritmo diésel, crece con cada pedalada. Su resistencia parece inagotable y su equipo le arropa con una confianza absoluta.

Por otro lado, tenemos a Jonas Vingegaard. El danés, un ciclista explosivo y hasta hace poco casi imbatible en la montaña, no ha lanzado ni un solo ataque para distanciar a Almeida. Se le ve sufrir para seguir la rueda del portugués, dejando pasar oportunidades de oro para sentenciar la carrera. El Vingegaard en su mejor versión, ese que solo cedía ante un gigante como Pogacar, parece no haber viajado a España. La pregunta que flota en el aire es si le queda combustible en el tanque o si la presión del UAE está siendo demasiado para él.

Soler, el coleccionista enamorado de La Vuelta

Mientras la batalla por la clasificación general arde, no podemos dejar de aplaudir el logro individual de Marc Soler. Con esta, ya son cuatro victorias de etapa en su historial en La Vuelta a España, convirtiéndose en el ciclista español en activo con más triunfos en la ronda de casa. Su idilio con esta carrera es evidente, con un palmarés que incluye victorias en ediciones anteriores.

  • Victoria en 2017
  • Victoria en 2022
  • Victoria en 2024
  • Victoria en 2025 (según la información proporcionada)

En el ascenso final a La Farrapona, Soler gestionó su ventaja con la maestría de un veterano. Partió con tres minutos de margen y, aunque por detrás Almeida y Vingegaard apretaron los dientes, supo sufrir para cruzar la línea de meta con 39 segundos de renta. Una victoria de pura clase, resistencia y cabeza fría. Un triunfo que alimenta su leyenda personal y, al mismo tiempo, sirve perfectamente a la causa de su equipo. La jornada de hoy nos deja una cosa clara: esta Vuelta es un thriller psicológico y deportivo donde cada movimiento cuenta, y el UAE está escribiendo el guion a su antojo.

Fuente original de la información: ABC – José Carlos Carabias

Créditos de la imagen: efe

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