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La candidatura para los Juegos de 2036 que llega con una advertencia

La candidatura para los Juegos de 2036 que llega con una advertencia ¡Atención, mundo del deporte! El tablero para los Juegos Olímpicos de 2036 se está empezand...






La candidatura para los Juegos de 2036 que llega con una advertencia

¡Atención, mundo del deporte! El tablero para los Juegos Olímpicos de 2036 se está empezando a mover, y un jugador de peso pesado acaba de poner sus cartas sobre la mesa. Qatar ha confirmado oficialmente lo que era un secreto a voces: Doha se lanza de cabeza a la carrera para convertirse en la sede de la cita olímpica más importante del planeta. Y lo ha hecho con un mensaje que derrocha confianza y ambición.

A través de sus canales oficiales, el equipo olímpico del país, ‘Team Qatar’, soltó la bomba con un mensaje contundente: «Con cada evento que organizamos, y cada competición que ofrecemos, elevamos las expectativas del mundo. Prepárense, mientras el sueño se reaviva y nuestra determinación se eleva hacia Doha 2036». Con esta declaración, no solo confirman su candidatura, sino que lanzan un guante al resto de aspirantes. El mensaje es claro: van con todo.

Una Apuesta Anclada en una Visión Nacional

Esta no es una candidatura improvisada; es la culminación de una estrategia a largo plazo. El Comité Olímpico de Qatar (COQ) ha dejado claro que su interés va más allá de organizar un evento de tres semanas. Lo enmarcan dentro de su «compromiso inquebrantable» con el movimiento olímpico y paralímpico, buscando construir puentes, fomentar el entendimiento entre culturas y, sobre todo, empoderar a la juventud.

El jeque Joaan bin Hamad Al Thani, presidente tanto del COQ como del comité de la candidatura, lo describe como parte de una «visión nacional» que ve el deporte como un auténtico motor de desarrollo y una plataforma para la paz. «Hemos hecho del deporte un eje central de nuestra estrategia nacional», afirmó, subrayando su deseo de presentar un modelo que celebre la diversidad y los valores de la región. No se trata solo de medallas y estadios, sino de un legado que perdure.

Infraestructura Casi Lista y Sostenibilidad como Bandera

Uno de los ases que Qatar guarda bajo la manga es, sin duda, su infraestructura. Según el jeque, el país ya cuenta con un asombroso 95% de la infraestructura deportiva necesaria para albergar los Juegos. Esto es un punto potentísimo a su favor, ya que elimina gran parte de la incertidumbre y los costes astronómicos asociados a la construcción de nuevas sedes que a menudo aquejan a las ciudades anfitrionas.

Pero no se trata solo de tener los estadios. La candidatura está alineada con la ambiciosa ‘Visión Nacional de Qatar 2030’, un plan que prioriza el desarrollo humano, social y económico. Prometen no solo unos Juegos exitosos, sino una experiencia global basada en tres pilares clave:

  • Inclusión: Crear un evento que abrace a todas las culturas y personas.
  • Sostenibilidad: Garantizar un legado social, económico y ambientalmente responsable.
  • Cooperación Internacional: Usar el deporte como herramienta para unir al mundo.

La Advertencia: La Gigantesca Sombra del Mundial de 2022

Y aquí es donde la historia se pone interesante y aparece la «advertencia» que menciona nuestro titular. Aunque la propuesta de Doha suena impecable sobre el papel, es imposible analizar esta candidatura sin mirar por el retrovisor al evento deportivo más reciente y masivo que organizaron: la Copa Mundial de la FIFA 2022. Aquel torneo, aunque espectacular en lo futbolístico, estuvo envuelto en una densa nube de controversias que el Comité Olímpico Internacional (COI) no podrá ignorar.

Las denuncias sobre las condiciones laborales de los trabajadores migrantes que construyeron los estadios y las infraestructuras recorrieron el mundo. Organizaciones de derechos humanos pusieron el grito en el cielo, y el debate sobre el llamado «sportswashing» —la práctica de usar grandes eventos deportivos para limpiar la imagen internacional de un país— estuvo más vivo que nunca. Las restricciones y la postura del país respecto a los derechos de la comunidad LGTBIQ+ también generaron una enorme tensión y críticas a nivel global.

El Reto del Clima y un Calendario en Jaque

Además de la cuestión de los derechos humanos, hay un desafío logístico monumental: el calor. Las temperaturas en Doha durante los meses de verano, cuando tradicionalmente se celebran los Juegos Olímpicos, son extremas y pueden ser peligrosas para los atletas y espectadores. Precisamente por esta razón, el Mundial de Fútbol se trasladó de manera inédita a los meses de noviembre y diciembre.

La pregunta que surge de inmediato es: ¿Estaría el COI dispuesto a hacer lo mismo? Mover los Juegos Olímpicos de Verano al invierno supondría un terremoto para el calendario deportivo mundial, afectando a ligas, campeonatos y a la preparación de miles de atletas. Es una concesión logística enorme y una advertencia en toda regla para los planificadores del olimpismo.

La candidatura de Doha 2036, por tanto, llega con dos caras. Por un lado, la de un país con recursos casi ilimitados, una infraestructura de primer nivel ya construida y una visión de legado muy bien articulada. Por otro, la de un anfitrión cuyo historial reciente plantea serias preguntas sobre valores que el movimiento olímpico dice defender. La carrera por los Juegos de 2036 acaba de empezar, pero Qatar ya ha conseguido que todos los ojos estén puestos sobre ellos, para bien y para mal.

Fuente original de la información: ABC –

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