⏱️ 6 min lectura

La Luna ya no controla tu ciclo menstrual y esto tiene una explicación

La Luna ya no controla tu ciclo menstrual y esto tiene una explicación La Luna ya no controla tu ciclo menstrual y esto tiene una explicación ¡Atención, melóman...






La Luna ya no controla tu ciclo menstrual y esto tiene una explicación

La Luna ya no controla tu ciclo menstrual y esto tiene una explicación

¡Atención, melómanos y amantes del misterio cósmico! En Vinyl Station Radio nos encanta desentrañar los secretos del universo, y hoy nos sumergimos en un tema que ha fascinado a la humanidad (y a la ciencia) durante siglos: la conexión entre nuestros ciclos biológicos y los ritmos celestiales. ¿Alguna vez sentiste una conexión especial con la Luna? ¿Creíste que su luminosa presencia influía en algo tan íntimo como el ciclo menstrual? Pues prepárense para una revelación que podría cambiar la forma en que entendemos nuestro propio cuerpo.

Durante mucho tiempo, la posible sincronía entre el ciclo menstrual femenino y los ciclos lunares ha sido un tema recurrente. La idea de que la Luna, nuestro viejo amigo cósmico, pudiera orquestar nuestros ritmos internos, sonaba poética y, para muchos, profundamente lógica. Sin embargo, un nuevo y emocionante estudio ha llegado para agitarnos un poco y ponernos a pensar de otra manera.

Desentrañando el Vínculo Luna-Menstruación

Una investigación reciente, liderada por la cronobióloga Charlotte Helfrich-Förster, trae a la luz una perspectiva que nos invita a revisar nuestras creencias sobre este ancestral vínculo. Publicado en una importante revista científica, este estudio arroja datos reveladores: esa sincronía que parecía acompañarnos desde tiempos inmemoriales, ¿saben qué? Ha disminuido notablemente desde 2010. Y la razón, según los expertos, podría estar mucho más cerca de lo que imaginamos, influyendo en nuestro día a día sin que apenas nos demos cuenta.

El equipo de investigación se embarcó en una misión fascinante: analizaron en profundidad los registros menstruales de 176 mujeres, la mayoría de ellas europeas y sin el uso de anticonceptivos hormonales. Algunos de estos registros eran verdaderos tesoros personales, ¡abarcando desde 1950 hasta el año actual, 2024! Una ventana temporal increíble para observar cómo han evolucionado estos patrones a lo largo de las décadas.

Compararon estos ciclos íntimos con los tres principales ciclos lunares: el sinódico (el que todos conocemos, de Luna nueva a Luna nueva), el anómalo y el tropical. Y lo que encontraron fue, cuanto menos, sorprendente. Antes de 2010, la correlación era notable, casi como si la Luna y nuestros cuerpos femeninos estuvieran bailando en perfecta armonía. Pero, a partir de esa fecha, el ritmo cambió. La relación se redujo significativamente, persistiendo, curiosamente, solo durante los meses de enero. ¿Por qué enero? Resulta que es el momento del año en que la influencia gravitacional lunar es mayor, ya que estamos en el perihelio, el punto en que la Tierra y la Luna se encuentran más cerca del Sol.

La Sombra de la Luz Artificial: el Villano Insospechado

Entonces, si la Luna ya no marca el compás como antes, ¿quién lo hace? La respuesta de los investigadores de la Universidad de Wurzburgo, en Alemania, nos lleva a un culpable que está presente en casi todos los aspectos de nuestra vida moderna: la contaminación lumínica artificial. Sí, esas luces LED que iluminan nuestras ciudades, las pantallas de nuestros teléfonos móviles, tabletas y ordenadores portátiles. Todo ese brillo constante, especialmente durante la noche, está interfiriendo con nuestros ritmos naturales.

Según el estudio, «la contaminación lumínica y los cambios en el estilo de vida han debilitado la sincronización del ciclo menstrual con el ciclo lunar». Es como si la luz artificial creara una especie de «ruido» cósmico que dificulta que nuestros cuerpos perciban las señales sutiles de la Luna. Y no solo nos afecta a nosotros; este fenómeno no es exclusivo de los humanos. Otras especies animales también muestran comportamientos reproductivos ligados a los ritmos lunares. No es casualidad que los ciclos menstruales en especies que menstrúan, incluidos los humanos, tengan una duración similar a los 29,5 días del ciclo lunar. La naturaleza es sabia, y durante milenios, la Luna ha sido un reloj biológico fundamental.

Curiosidades Cósmicas y Relaciones Gravitacionales

Pero la historia no termina ahí. El estudio desveló algunos datos realmente intrigantes. Parece que esta sincronía se intensifica cada 18,6 años. ¿Qué ocurre en ese lapso? Coincide con los «mínimos lunares» o Minor Lunar Standstills, un fenómeno astronómico poco comprendido. Sin embargo, parece que este evento, aunque misterioso, tiene una influencia palpable en la biología humana. Es como si el universo tuviera sus propios ciclos secretos que impactan en nosotros.

Para darle un toque moderno a su investigación, los científicos también bucearon en los datos de Google Trends. ¿Qué buscaban? Términos relacionados con la menstruación dolorosa. Y adivinen qué: encontraron un pico en estas búsquedas durante enero en países como Alemania y Australia. Esto sugiere una posible relación entre cómo las personas perciben sus síntomas menstruales y las fases lunares gravitacionales. Una conexión que parece resistir, al menos en parte, a la intrusión de la luz artificial.

Cautela Científica y Nuestro Ritmo Circadiano

Por supuesto, en el mundo de la ciencia, la cautela es clave. Aunque los hallazgos son más que interesantes, expertos como Claude Gronfier, cronobiólogo y profesor en el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) en Lyon, consideran el artículo «apasionante», pero advierten que aún se necesita más investigación. Gronfier aplaude la solidez de dos hallazgos principales: la sincronía con el ciclo lunar y el posible control por un reloj circadiano interno. Sin embargo, subraya que otros resultados, como la influencia directa de la gravimetría lunar o el impacto preciso de la luz artificial, necesitan una muestra de estudio más amplia y datos más específicos.

Gronfier también apunta que, aunque la hipótesis de la luz artificial es muy plausible, sería ideal contar con registros objetivos de la exposición lumínica de las participantes. Además, no podemos olvidar otros factores que también juegan un papel importante en nuestros ciclos biológicos, como la edad, los trastornos del sueño, el cambio climático y, por supuesto, nuestra alimentación.

Mientras tanto, desde España, la investigadora Cristina Carrasco de la Universidad de Extremadura, recalca la importancia de este estudio dentro del campo de la cronobiología. Nos recuerda que, aunque nuestro organismo responde principalmente al conocido ciclo luz-oscuridad, esta investigación nos abre los ojos a que otros factores, como la gravitación lunar, también podrían estar modulando ritmos biológicos fundamentales. Carrasco enfatiza la necesidad de adoptar hábitos que respeten nuestros ritmos circadianos, como una buena higiene del sueño y, sí, reducir nuestra exposición a la brillante luz artificial durante la noche.

En definitiva, aunque la Luna ya no sea la única directora de nuestra orquesta hormonal, este estudio nos invita a reflexionar sobre cómo nuestro entorno moderno, con su constante bombardeo lumínico, está remodelando nuestra biología. La ciencia sigue avanzando, desvelando los complejos hilos que nos conectan con el cosmos y con nosotros mismos. Y en Vinyl Station Radio, ¡seguiremos sintonizando cada nuevo descubrimiento para contárselo!

Fuente original de la información: ABC – Rafael Ibarra

Créditos de la imagen: PICKPIC

Leer noticia original