La ventaja de la natación española que no se puede entrenar

El Arte Antes que el Instrumento
En un hogar donde las melodías eran el pan de cada día, rodeada de un padre clarinetista, una madre violinista, un abuelo pintor y una abuela pionera de la música electrónica, la joven Iris Tió (Barcelona, 22 años) tenía el arte corriendo por sus venas. Probó con el violín, el piano, el clarinete… pero pronto descubrió que su verdadera vocación no era tocar notas, sino crearlas con cada fibra de su cuerpo. El agua se convirtió en su escenario y su cuerpo, en el instrumento perfecto para componer emociones.
Con solo 22 años, Iris ya es una leyenda. Tras enamorarse de la natación artística viendo a la icónica Gemma Mengual en 2009, se lanzó a la piscina y no ha mirado atrás. Ahora, es la primera española en la historia en conseguir un oro mundial en solitario, un hito que encabeza un palmarés deslumbrante en el último campeonato: tres oros y tres bronces. Un torbellino de éxito que, a pesar del agotamiento de competir diez veces en una semana, ella recibe con una sonrisa y una paciencia infinita. «Estoy cansadísima, la verdad. Ha sido un Mundial muy intenso», confiesa, «pero que de las seis pruebas en las que me he presentado, haya sacado medalla, y tres de oro… no puedo estar más contenta».
Reescribiendo las Reglas del Juego
Durante años, los oros en la natación artística parecían un sueño inalcanzable, un territorio dominado por potencias como Rusia. Pero algo ha cambiado. Iris Tió y el equipo español no solo han roto esa barrera, sino que la han pulverizado. ¿El secreto? Una combinación de trabajo, estrategia y algo que no se puede medir con un cronómetro.
Estrategia Sobre Dificultad
El deporte ha evolucionado gracias a un nuevo reglamento que premia la estrategia tanto como la ejecución. Ya no se trata solo de acumular las acrobacias más difíciles. «Ahora la natación artística es más estratégica, en la que tienes que pensar más y valorar qué te compensa más: añadir más dificultad en los ejercicios o más impresión artística», explica Iris. El equipo español ha encontrado la balanza perfecta, y los resultados hablan por sí solos. Han apostado por su punto más fuerte, esa capacidad innata para emocionar, y han ganado.
Esta filosofía fue impulsada por la entrenadora Andrea Fuentes, una de las mejores nadadoras de la historia de España. «Andrea cuando llegó lo que nos decía era que no hay nada imposible. Que soñar es gratis, que hay que trabajar para conseguirlo», recuerda Tió. Fuentes ha sabido inyectar una confianza arrolladora en el equipo, enseñándoles a luchar hasta el final y a buscar la perfección en cada detalle. Esa mentalidad ha sido clave para derribar las barreras, no solo físicas, sino también mentales.
La Magia que No se Entrena
Cuando se le pregunta por el secreto para superar a equipos con ejercicios técnicamente más complejos, Iris lo tiene claro. La ventaja de España es algo que va más allá de la repetición y el entrenamiento físico. Es un don, una forma de sentir y expresar que parece llevar el sello de la cultura española.
El ADN Artístico de España
«Es un punto fuerte que tenemos en España desde siempre. Se nos ha dado muy bien ser creativas y crear coreografías originales que nunca se han visto», afirma con orgullo. «Ha sido explotar esto que tenemos dentro de esta sangre española, por así decirlo». Describe a otras potencias como China o Rusia como «más cuadriculadas», más centradas en la ejecución técnica perfecta, pero menos acostumbradas a «sacar la emoción de esta manera, que es lo que más llega».
Y esta «magia» se cultiva de formas poco convencionales. Andrea Fuentes a veces les pide simplemente improvisar en el agua al ritmo de la música. «Estamos en el agua así, sin pensar, hasta que dice: ‘Eso, perfecto, eso es lo que quiero’. Porque lo que sale de dentro es lo que queda mejor, lo que llega más». Es un método que libera la creatividad pura, la emoción que no se puede coreografiar de manera milimétrica.
Un Futuro Dorado y un Estilo Inimitable
Con nueve medallas en total, España se ha convertido en el nuevo referente mundial. Esto, sin duda, motivará a otros países a elevar su nivel de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Pero Iris Tió confía en que la ventaja española es difícil de replicar. «Ellas no tienen esta magia para hacer la artística tan buena que hacemos nosotras, sacando la emoción. Se dedican a subir la dificultad […], pero nosotras intentamos hacer lo otro, lo que sabemos hacer mejor».
El equipo español sabe que tiene margen de mejora en el aspecto técnico, en la dificultad. Y eso no les asusta. Al contrario. «Lo difícil es esa parte artística. Y si tenemos que mejorar subiendo la dificultad, lo haremos. Porque eso sí se puede entrenar más. Lo otro no«. En esa frase se resume todo: la confianza en un talento único, una identidad que las hace diferentes y ganadoras.
Al final, cuando se le pide definir la natación artística española, sus palabras son un reflejo perfecto de su éxito:
- Arte
- Compañerismo
- Alegría
¿Se puede copiar el estilo español? La respuesta de la tricampeona del mundo es tan contundente como sus actuaciones: «No, no se puede copiar. Somos así». Y esa es, sin duda, su mayor victoria.
Fuente original de la información: ABC – Laura Marta
Créditos de la imagen: Reuters