Muere el genio del funk que acabó viviendo en una autocaravana

Muere el genio del funk que acabó viviendo en una autocaravana
La música ha perdido a uno de sus arquitectos más audaces y complejos. Sly Stone, el visionario líder de Sly & The Family Stone, ha fallecido a los 82 años, dejando atrás una historia tan brillante como trágica y un legado que redefinió el sonido del funk, el soul y el rock para siempre. Su vida fue una montaña rusa de éxito estratosférico, innovación radical y una caída personal que lo llevó desde los escenarios más grandes del mundo hasta la precariedad de una autocaravana en las calles de Los Ángeles.
Un Grito que Trascendió la Música
«I want to, I want to, I want to take you higher!». Con esa frase inmortal, lanzada en 1968, Sly Stone no solo invitaba a una generación a expandir su conciencia en plena efervescencia psicodélica. Era también un himno de empoderamiento y un llamado a la acción para la comunidad afroamericana, que lloraba el reciente asesinato de Martin Luther King Jr. La música de Sly Stone nunca fue solo para bailar; era un manifiesto sonoro, político y social.
Un año antes, en 1967, Sly & The Family Stone ya había avisado de sus intenciones con su álbum debut, ‘A Whole New Thing’. Y vaya si lo fue. La banda era una rareza para la época: un grupo multirracial y mixto, donde hombres y mujeres compartían el protagonismo en el escenario, rompiendo barreras en una industria y una sociedad profundamente segregadas. Este cóctel explosivo de talento dio vida a un sonido que fusionaba el funk más crudo, el soul más profundo, el rock psicodélico y melodías pop irresistibles.
La Era Dorada del Funk Psicodélico
Lo que vino después fue una racha creativa simplemente imparable. Entre 1968 y 1971, la banda lanzó una serie de obras maestras que cambiaron las reglas del juego y sentaron las bases para décadas de música por venir. Álbumes como:
- ‘Dance to the Music’ (1968)
- ‘Life’ (1968)
- ‘Stand!’ (1969)
- ‘There’s a Riot Goin’ On’ (1971)
Estos discos no solo contenían hits atemporales como «Everyday People» o «Family Affair», sino que construyeron un universo sonoro que influenciaría a artistas tan dispares y gigantescos como Prince, Miles Davis, George Clinton, Herbie Hancock y los Red Hot Chili Peppers. Su impacto fue tan masivo que se convirtieron en cabezas de cartel tanto en el legendario festival de Woodstock como en el Harlem Cultural Festival, conocido como el «Woodstock Negro», un testimonio de su capacidad para conectar con audiencias de todos los orígenes.
De Niño Prodigio a Productor Visionario
Nacido como Sylvester Stewart en Denton, Texas, en 1943, Sly demostró su talento desde muy pequeño. Criado en una familia devota, sus primeros pasos en la música fueron cantando góspel junto a sus hermanos en The Stewart Four, llegando a grabar un sencillo con tan solo ocho años. Ya en su adolescencia, la familia se mudó a California, donde el joven Sly se sumergió en la vibrante escena musical de la época.
Antes de convertirse en una superestrella, Sly ya era una figura respetada en la industria. Trabajó como DJ y, en 1964, fue fichado como productor por Autumn Records. Allí afiló su genio creativo trabajando con bandas como The Beau Brummels y, de manera notable, con The Great Society, el grupo que contaba en sus filas con una joven Grace Slick justo antes de unirse a Jefferson Airplane. Esta experiencia fue fundamental para forjar su estilo único antes de dar el salto con su propia banda en 1966.
La Caída: Entre Adicciones y el Olvido
El éxito masivo y la presión de ser un icono cultural tuvieron un coste altísimo. Con la llegada de los años 70, Sly Stone comenzó una peligrosa espiral de adicciones que afectó gravemente su creatividad y su comportamiento. Su reputación se vio manchada por conciertos cancelados, arrestos y una actitud cada vez más errática que dinamitó la cohesión de la banda y su imagen pública. En 1975, Sly & The Family Stone se disolvió oficialmente.
Intentó continuar con una carrera en solitario, publicando varios álbumes hasta ‘Ain’t But the One Way’ en 1982. Sin embargo, sus demonios personales seguían persiguiéndolo. Tras varios arrestos más, en 1987, el genio del funk desapareció casi por completo del mapa musical, sumiéndose en un largo y doloroso silencio.
Una Lucha Constante en sus Últimos Años
El mundo volvió a saber de él en 2006, con una extraña y breve aparición en los premios Grammy que terminó con él abandonando el escenario sin explicación. A pesar de ello, pareció haber un resurgir con varias giras exitosas a finales de esa década. Pero la esperanza fue efímera. En 2011, una noticia del New York Post sacudió a sus fans: Sly Stone estaba en la indigencia, viviendo en una autocaravana en el barrio de Crenshaw, en Los Ángeles. Su súplica al periodista fue desgarradora: «Por favor, dígale a todo el mundo que me dé trabajo y que toque mi música. Estoy harto de esta mierda».
Poco después, una batalla legal contra su antiguo mánager le permitió recuperar parte del control sobre los royalties que le habían sido negados, dándole un respiro financiero. A pesar de las advertencias médicas sobre su salud, Sly demostró que su espíritu creativo seguía vivo. En 2023 publicó sus memorias, ‘Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin): A Memoir’, y su figura fue reivindicada en el documental ‘Sly Lives!’.
El Legado de un Pionero Inmortal
Este pasado lunes, su cuerpo finalmente se rindió. Según un comunicado de su familia, Sly Stone falleció en paz en su casa de Granada Hills, Los Ángeles, rodeado de sus hijos y seres queridos, tras una larga batalla contra la EPOC y otros problemas de salud. «Si bien lamentamos su ausencia, nos consuela saber que su extraordinario legado musical seguirá resonando e inspirando a las generaciones venideras», expresaron.
La familia también reveló que, como testimonio de su «inagotable espíritu creativo», Sly había completado recientemente el guion para una película biográfica sobre su vida. Sly Stone se ha ido, pero su música, su innovación y su espíritu rebelde son inmortales. Un verdadero pionero que nos enseñó a todos a bailar al ritmo de la revolución.
Fuente original de la información: ABC – Nacho Serrano
Créditos de la imagen: abc