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¿Podría el gas de la risa ser la solución para la depresión que todos estábamos esperando?

¿Podría el gas de la risa ser la solución para la depresión que todos estábamos esperando? La salud mental ha sido un tema en constante conversación en los últi...

¿Podría el gas de la risa ser la solución para la depresión que todos estábamos esperando?

La salud mental ha sido un tema en constante conversación en los últimos años, y un nuevo estudio ha desatado un rayo de esperanza sobre un tratamiento alternativo para la depresión. Investigadores de la Universidad de Chicago han descubierto que el óxido nitroso, conocido popularmente como el «gas de la risa», podría ser la clave para ayudar a aquellos que sufren de depresión resistente al tratamiento, una condición que afecta a un tercio de los pacientes con depresión mayor.

¿Qué es la depresión resistente al tratamiento?

La depresión resistente al tratamiento (TRD, por sus siglas en inglés) se refiere a aquellos casos en los que los pacientes no responden a los tratamientos convencionales. Es un desafío tanto para los médicos como para quienes padecen la enfermedad, ya que los antidepresivos suelen tardar semanas en tener efecto. Esto genera una urgencia por alternativas más rápidas y efectivas.

El potencial del óxido nitroso

El estudio realizado por un equipo liderado por Peter Nagele se centró en analizar cómo el óxido nitroso, un anestésico utilizado durante más de 180 años, puede ofrecer soluciones rápidas. Según Joseph Cichon, primer autor del estudio, aún se están descubriendo los alcances de este compuesto. Los ensayos iniciales indicaron que una única inhalación de este gas era capaz de marcar la diferencia en los síntomas de depresión resistente a los tratamientos tradicionales.

Los hallazgos sorprendentes

Para entender los efectos del óxido nitroso, el equipo investigó la actividad cerebral en modelos animales con estrés crónico. Nagele comentó sobre los resultados, afirmando que se observaron mejoras significativas en cuestión de horas. En algunos casos, los efectos se mantuvieron hasta por dos semanas. Este hecho llevó a los investigadores a preguntarse sobre cómo el gas lograba cambiar el funcionamiento cerebral de manera tan efectiva.

Inicialmente, se creía que, al igual que la ketamina, el óxido nitroso bloqueaba los receptores NMDA en las neuronas, pero esa teoría no explicaba por qué los efectos del gas eran duraderos a pesar de su corta permanencia en el cuerpo. El estudio reveló que el óxido nitroso reactiva neuronas en la corteza cingulada, una región crucial para la regulación emocional. Actúa específicamente sobre las neuronas piramidales de la capa V, que suelen estar inactivas en pacientes con depresión relacionada con el estrés.

Cómo actúa el óxido nitroso

El descubrimiento de que el óxido nitroso reactiva selectivamente estas células es fundamental. Nagele explicó que, en condiciones de depresión inducida por estrés, estas neuronas están «apagadas» tanto en ratones como en humanos. La clave de este comportamiento radica en la inhibición de los canales SK2 de potasio, que normalmente reducirían la actividad neuronal. Al bloquear estos canales, el gas evita que las neuronas de la corteza cingulada se apaguen, reactivando el circuito cerebral.

Un cambio en el tratamiento de la depresión

Los hallazgos del estudio presentan una nueva forma de entender y tratar la depresión en el futuro. Si bien los receptores NMDA son relevantes, el mecanismo que revela el efecto del óxido nitroso sugiere que pueden existir otros caminos para restaurar la actividad cerebral afectada por la depresión. Esto es especialmente relevante en un momento donde la búsqueda de tratamientos se vuelve cada vez más urgente.

El futuro del tratamiento

Aunque los resultados son prometedores, los investigadores subrayan la necesidad de realizar más estudios para determinar la duración de los efectos neurológicos y su potencial para contribuir a una recuperación a largo plazo. Esto abre la puerta a una nueva era de opciones terapéuticas, donde la identificación de los mecanismos exactos permitiría desarrollar tratamientos más accesibles y duraderos, sin la necesidad de recurrir al gas inhalado.

Si logran avanzar en esta línea de investigación, podríamos ver la creación de nuevos medicamentos que imiten los efectos del óxido nitroso sin necesidad de administración en un entorno clínico, ofreciendo así una nueva esperanza a todos aquellos que luchan contra la depresión resistente.

Fuente original de la información: ABC – R. I.

Créditos de la imagen: PXHERE

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