¿Qué pasa cuando un fondo de inversión se cruza en el camino de los festivales de música?

¿Qué pasa cuando un fondo de inversión se cruza en el camino de los festivales de música?
El mundo de la música en vivo ha sido sacudido por una polémica que ha generado un intenso debate entre artistas, organizadores y público. El fondo de inversión KKR, conocido por sus activos en diversos sectores, se ha convertido en el centro del conflicto debido a su participación en varios festivales de música españoles. Esto ha derivado en un movimiento de rechazo que haocado canciones cancelaciones y un fuerte impacto en la programación de eventos clave.
El origen del conflicto
El conflicto se desencadenó al revelarse que KKR, a través de la empresa Superstruct, tiene participación en festivales como Sónar, Viña Rock, Resurrection y otros eventos musicales de renombre en España. La principal crítica es la vinculación de KKR con actividades inmobiliarias en territorios palestinos ocupados ilegalmente, lo que ha generado un rechazo entre artistas y seguidores que no desean asociarse con inversiones que podrían financiar situaciones consideradas inmorales.
Las cancelaciones y su impacto en los festivales
Entre los más perjudicados se encuentra el festival Sónar, que días antes de su celebración en Barcelona (del 12 al 14 de junio) vio cómo más de 50 artistas y colectivos retiraban su participación. Entre los nombres más destacados se encuentran figuras del panorama electrónico y experimental como ABADIR, Juliana Huxtable o KEBRA. Además, instituciones como la Universitat Pompeu Fabra también cancelaron su colaboración en el evento paralelo Sónar+D, aumentando la presión sobre los organizadores.
Otros festivales afectados incluyen Viña Rock, que sufrió un importante número de cancelaciones de artistas como Reincidentes, Fermín Muguruza o Kaotiko, algunos de los nombres más relevantes de la escena musical. Resurrection también se vio severamente impactado, sumándose a una lista que incluye eventos como Elrow Ibiza, Arenal Sound, FIB y muchos más.
Las respuestas de los organizadores
Ante las críticas, los organizadores del Sónar emitieron un comunicado en el que aseguraron que el dinero recaudado no va a parar a KKR, y que los beneficios se reinvierten en futuras ediciones del festival. Sin embargo, esta explicación no fue suficiente para calmar a los manifestantes, lo que llevó al evento a anunciar un espacio de reflexión sobre la relación entre cultura y fondos de inversión.
Entre las medidas adoptadas se incluye la creación de un foro de debate que busca abordar preguntas como: «¿Puede existir una cultura fuera de las dinámicas capitalistas?» o «¿Cuál debe ser el papel de los actores culturales frente a injusticias como el conflicto en Gaza?». Además, el festival ha permitido la exhibición de símbolos de apoyo al pueblo palestino en su recinto.
La posición de Superstruct y KKR
Superstruct, copropietaria de los festivales, ha emitido un comunicado en el que asegura que el dinero de las entradas no se destina a otras actividades de KKR. «Estamos horrorizados por la magnitud del sufrimiento y la crisis actual», afirman, uniéndose a los que piden el fin del conflicto y el envío de ayuda humanitaria a Gaza.
Además, el fondo KKR ha renunciado a los beneficios procedentes de los festivales españoles, aunque, según algunas fuentes, su modelo de negocio se centra en comprar participaciones para luego venderlas con plusvalía. Esto sugiere que su inversión en festivales no está directamente ligada a los flujos de caja actuales.
El impacto legal y social
La controversia prendió en las instancias gubernamentales, con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, manifestando que KKR «no es bienvenido» en España debido a su vinculación con la expansión de asentamientos ilegales en Palestina. Por otro lado, la legislación española ampara a los consumidores, permitiéndoles reclamar la devolución del dinero si se produce una modificación sustancial en las condiciones del evento, como la cancelación de artistas destacados.
Un futuro incierto para los festivales
El boicot ha generado un impacto sin precedentes en los festivales, cuestionando la ética de las alianzas económicas en el mundo de la cultura. Mientras algunos artistas y asistentes exigen transparencia, otros señalan la complejidad de desvincularse completamente de los modelos capitalistas en un sector que dependency heavily on sponsorship and investment.
El debate sigue abierto, y su resolución no solo afectará a los festivales mencionados, sino que sentará un precedente para futuras colaboraciones entre el mundo cultural y los fondos de inversión.
Fuente original de la información: ABC – Nacho Serrano
Créditos de la imagen: abc