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Qué pasó de verdad con Valverde y el banquillo del Real Madrid

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Qué pasó de verdad con Valverde y el banquillo del Real Madrid

Qué pasó de verdad con Valverde y el banquillo del Real Madrid

El Real Madrid es un equipo que siempre genera titulares, ya sea por sus triunfos épicos o por sus momentos de tensión interna. Recientemente, una situación que parecía tranquila y prometedora, con el equipo de Xabi Alonso encadenando siete victorias consecutivas, se ha visto sacudida por un acontecimiento inesperado: la contundente derrota en el derbi del Metropolitano. Este revés no solo significó la primera caída del curso, sino que también reavivó algunas chispas en el vestuario que hasta entonces el técnico tolosarra había logrado mantener a raya. Si bien algunas situaciones, como los habituales enfados de Vinícius al ser reemplazado, ya eran conocidas, la polémica en torno a Federico Valverde ha tomado a todos por sorpresa.

La figura de Vinícius, con su carácter más explosivo, es bien conocida por la afición y los estadios. Sin embargo, ver a un jugador del perfil de Valverde, siempre entregado, sacrificado y comprometido con la causa blanca, en el ojo del huracán, era algo que nadie esperaba. El centrocampista uruguayo, conocido por su versatilidad y su motor incansable en el mediocampo, ha sido durante años un pilar de estabilidad. La idea de que pudiera alzar la voz generaba extrañeza en el entorno madridista.

El origen del descontento: Champions y el lateral derecho

El primer indicio de descontento surgió tras el debut en la Champions League, en un encuentro frente al Olympique de Marsella. Una serie de infortunios, como la lesión de Trent Alexander-Arnold y la expulsión de Carvajal, forzaron a Valverde a ocupar la posición de lateral derecho. No era la primera vez que el uruguayo se desempeñaba en esa zona del campo; ya lo había hecho bajo las órdenes de Carlo Ancelotti. Sin embargo, la situación actual era diferente. Xabi Alonso, como nuevo técnico, heredó esta solución táctica, pero la reacción de Valverde fue distinta.

El centrocampista, con el peso de ser ya un segundo capitán y una pieza clave en el esquema del equipo, no dudó en expresar su sentir en la zona mixta tras el partido. Sus declaraciones fueron tajantes y sorprendieron a propios y extraños:

  • «He tenido muchas conversaciones con Xabi Alonso, él ya sabe lo que quiero.»
  • «No me gusta jugar de lateral derecho. Me he ganado mi lugarcito en el centro del campo, donde he disputado el sitio con los mejores del mundo.»
  • «Creo que debo seguir teniendo oportunidades en mi posición, venimos haciendo las cosas bien, llevamos muchos partidos ganados… estoy contento. Hay compañeros que merecen una oportunidad, pero estoy a disposición de lo que necesite el equipo.»

Estas palabras, aunque matizadas con su habitual disposición para el equipo, dejaban claro su preferencia y su deseo de consolidarse en el mediocampo.

Reincidencia en la banda y la rueda de prensa

A pesar del mensaje explícito de Valverde, la necesidad del equipo volvía a ponerlo en el foco defensivo. En los siguientes partidos de liga, Raúl Asencio, otra joven promesa merengue, fue quien alternó con Carvajal en el lateral derecho, dándole un respiro a Valverde. Pero la fortuna no estuvo del lado madridista, pues la lesión de Asencio tras el derbi madrileño volvió a encender las alarmas para el uruguayo. De cara al segundo compromiso de Champions, Xabi Alonso volvió a ensayar con Valverde en el costado defensivo.

El momento clave llegó en la rueda de prensa previa al choque europeo frente al Kairat Almaty. Valverde, elegido por el club para comparecer ante los medios, aprovechó la oportunidad para reiterar su postura. Manejando las palabras con habilidad, aseguró que «nunca» se ha negado a jugar de lateral, pero al mismo tiempo recalcó que no es su posición ideal:

«Siempre le dejé claro al entrenador que estaba a disposición de lo que necesitaba el equipo. Siempre dije que iba a dar lo mejor de mí donde el equipo me necesitara, donde el entrenador quisiera, sea Xabi Alonso, Ancelotti o Zidane. No nací para jugar de lateral, aunque jugando ahí me sentí muy cómodo, y hemos ganado mucho cuando yo jugué por banda.»

El misterio de Almaty: Banquillo y el no calentamiento

Lo que sucedió en Kazajistán añadió aún más misterio a la situación. Cuando llegó la hora del partido, para sorpresa de muchos, Fede Valverde no se quitó el chándal. Permaneció en el banquillo durante los noventa minutos, mientras que Asencio ocupó el lateral derecho. Este hecho resultaba particularmente llamativo, ya que es habitual que el jugador que asiste a la rueda de prensa previa sea uno de los titulares.

Pero la señal más contundente de que algo inusual había ocurrido fue su comportamiento antes del pitido inicial. Valverde no participó en el calentamiento con el resto de los suplentes; se quedó sentado en el banquillo. Solo en la segunda parte, ante una posible entrada al terreno de juego, se levantó. Sin embargo, su actitud siguió siendo peculiar:

  • Mientras sus compañeros realizaban ejercicios intensos, él se mostraba relajado, con las manos en la espalda.
  • Observó el juego sin unirse activamente a los preparativos.
  • Y, para colmo, dejó de calentar cuando lo consideró oportuno, sin seguir el ritmo de sus colegas.

La versión del entrenador y la respuesta de Valverde

Tras el encuentro, el misterio se posó sobre la sala de prensa. Xabi Alonso, preguntado explícitamente sobre la situación de Valverde, afirmó no haberse percatado de nada y negó cualquier incidente:

«No tengo ni idea, yo estaba viendo el partido y no me he quedado con nada de lo que me dices. Fede siempre está dispuesto donde se le necesite. Es un jugador muy generoso, siempre con muy buena predisposición. Hoy si el partido lo hubiese necesitado podría haber jugado, como Álvaro Carreras. Es una decisión únicamente de rotación y dosificación de esfuerzos.»

A pesar de las palabras conciliadoras de Xabi Alonso, las horas siguientes trajeron una respuesta directa de Valverde a través de sus redes sociales. El uruguayo, visiblemente afectado por los comentarios y especulaciones, quiso aclarar su postura y defender su compromiso con el club. El mensaje fue claro y emotivo:

«He leído varios artículos dañando mi persona. Sé que he tenido partidos malos, soy consciente. No me escondo y doy la cara. Realmente estoy triste. De mí pueden decir muchas cosas, pero bajo ningún punto de vista pueden decir que me niego a jugar. He dado todo y más por este club, he jugado fracturado, lesionado y jamás me he quejado ni he pedido un descanso

Además, el centrocampista reafirmó su buena relación con el entrenador, pero insistió en su preferencia posicional:

«Tengo una buena relación con el entrenador la cual me hace sentir con la confianza de poder decirle cuál es la posición que más me gusta dentro del campo, pero siempre, siempre le hice saber que estoy disponible para cumplir en cualquier lugar, en cualquier viaje y en todos los partidos. Deje el alma en este club y lo seguiré haciendo, aunque a veces no alcance o no esté jugando como quisiera, lo juro por mi orgullo que jamás me rendiré y lucharé hasta el final jugando donde sea.»

Este episodio ha dejado claro que, incluso en un equipo de estrellas, las dinámicas personales y las aspiraciones individuales pueden generar momentos de tensión. La franqueza de Valverde, aunque inusual para su perfil, demuestra la importancia que le da a su rol y a su desarrollo profesional. El Real Madrid, con Xabi Alonso al mando, tendrá que seguir gestionando estos «pequeños incendios» para mantener la armonía en una temporada que se presenta emocionante y desafiante.

Fuente original de la información: ABC – Miguel Zarza

Créditos de la imagen: EP

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